Hemos tenido mucha suerte. La borrasca podía haber estropeado la fiesta pero en cambio tuvimos unas condiciones absolutamente perfectas para correr la Bluetrail.
Pienso en mi carrera y me sale una sonrisa. Me lo pasé muy bien. También sufrí y en algunos momentos me aburrí y pensé "porqué hago eso", sobre todo de madrugada, aun de noche y pensando en que cualquier persona normal estaría en su camita durmiendo. Luego se levanta tranquila un sábado, a tomar un croissant y un café...
Me llevó Ibán al muelle de Los Cristianos y le veía mas motivado que yo, jeje. Yo estaba tranquilo pero es inevitable sentirse un poco perdido en esos últimos momentos antes de la salida. Deseaba salir en cuanto antes. Y salimos. Hacía bastante calor y mucha humedad. Antes de salir de Los Cristianos ya estaba empapado de sudor. No me gusta nada porque empieza a preocuparme la deshidratación, pérdida de sales... nada mas empezar. Así que voy lento para sudar menos. En Arona iba 10 minutos retrasado respecto al año pasado. Pero seguía sudando en exceso y antes de llegar a Ifonche ya me vino el bajón. Iba con Marce y Juani pero les dejé escapar. Bajando un poco el ritmo iba algo mas cómodo y mi prioridad sería en todo momento evitar malas sensaciones. A Vilaflor llegué casi media hora mas tarde que en 2013 pero con buena cara y contento. Justo antes me encontré con Samuel que iba tropezándose con cada piedra, desanimado. Se había perdido en un tramo que curiosamente tenía que conocer bien porque lo entrenamos varias veces. Intenté convencerle de que no tenía importancia, que lo que importaba era llegar a meta. Pero en el avituallamiento no tenía buena cara. Eduardo se ocupó de nosotros. Todos muy simpáticos en los avituallamientos pero un poco desorganizados. Esperando y perdiendo tiempo en carrera por un vasito de caldo que no llenaban ni hasta la mitad y un plato de pasta que iban trayendo de dentro de uno en uno y que luego resultaría incomestible, seco, pasado sin salsa y sin sabor. Salí junto con Samuel pero me dijo de ir a mi ritmo. Pensando en como haría yo en su lugar, decidí dejarlo solo, quizás le agobiaría. Subí fuerte hasta el paisaje lunar y la larga recta de picón pero el último tramo hasta la degollada de Guajara me costó un poco. Aun asi adelanté a bastante gente. Algunos volvieron a adelantarme en la pista hacía el Parador. Chos, cuanto odio correr en esa pista. Si algún día me tienen que castigar, solo tienen que hacerme correr la pista de siete cañadas y nunca mas volvería a cometer el mismo pecado. Pero lo que hay que hacer se hace y terminé llegando al Parador. Necesitaba comer y sentarme un ratito. Que desilusión, ningún sitio donde sentarse. Cogí un bocadillo pero era mas duro que la roca volcánica del Teide. Y los plátanos tan verdes que cualquiera que haya venido de fuera habrá dicho: "es eso el famoso plátano de Canarias?"
La alimentación puede ser la clave de una buena carrera. Llevaba encima algunas cosas pero contaba con comer bien en los avituallamientos y ya iba por el segundo donde únicamente pude comer un poco de mango y forzarme a tragar cosas que en casa tiraría a la basura. Pero bueno. Terminé sentado un rato en el suelo congelándome fuera (no quise sacar mucho abrigo porque luego corriendo no me haría falta) y peleándome con mi piedra-bocadillo.
Quizás hubiera sido mejor no pararme tanto tiempo pero estaba dentro de mi plan de carrera desayunar bien en el Parador antes de empezar la subida al Teide que es un reto aparte. Veía el sol ya por Pico Viejo y corrí hacía el para coger calor de nuevo.
Toda la subida fue en acordeón con un grupito. Pero un grupito fuerte porque fuimos adelantando a varios corredores. En mitad de la subida final entre pico viejo y rambleta me encontré con Helena, corredora GOT. Estaba mareada y decía que no podía seguir. Una pena, conozco la sensación pero sé que bajando el ritmo a tiempo, comiendo y bebiendo, se puede evitar. Pero una vez que llegan los vómitos es mas duro de superar. Creo que descansando media horita en Rambleta y luego tomar un par de vasitos de caldo...quizás.. Pero la cabeza nos hace jugadas. No queremos parar ni bajar ritmo sino cuando ya es tarde.
En Rambleta vi a un corredor con un plato de pasta con salsa y pensé "por fin". Pero cuando lo pedí, otra desilusión. No quedaba. Simpáticas disculpas y me dicen que mas tarde volverían a traer. ¿que hago. Echarme una siesta? Menos mal que ahí no tenían el pan piedra pero sandwich pan de molde, que se conserva mejor...
Aparece Samuel y me alegré un montón por el. Pensaba por un lado que se retiraría en el Parador pero por otro lado sé que lo último que hace el es retirarse. Pero además recuperó mucho tiempo perdido y llegó muy animado con buena cara. Bajamos del Teide mas o menos juntos pero me caí dos veces y en una me hice bastante daño contra una piedra en el muslo por lo que iba cojeando un rato. Se me fue Samuel pero le mantenía a la vista. Una vez en Montaña Blanca tocaba correr bien durante varios kilómetros. Me encontré bien, sin molestias y bastante rápido pero no pude coger a Samuel. En La Fortaleza nos vimos otra vez y me dijo que ya no podía mas. Que iba ya bajando caminando mientras yo saqué el cargador del Garmin de la mochila. Otra vez perdí demasiado tiempo sentado pero quería tener el track entero y tenía que vaciar la mochila entera para llegar a la batería externa. Luego me fue imposible volver a meter todo dentro y como llevaba tres chaquetas (creo que me gusta llevar peso extra), dejé una a Davinia de 7Raid.
La pista que baja hacía el Asomadero es horrorosa. Respirando polvo, machacando los tobillos. Miraba si veía a Samuel "caminando", jajaaja. Busqué la manera mas cómoda de correr y al final descubrí que era "a toda leche". Una buena alegría cuando llegamos al sendero a Chanajiga. Una tremenda gozada, bajé volando, animado por decenas de corredores de la distancia Trail que iba adelantando. Pero tardé hasta el avituallamiento de Tigaiga en alcanzar a Samuel. Visto la velocidad que bajé, le dije "ja, bajaste caminando, no? jaja" Y volvió a decirme que ya no podía mas. Claro, me lo iba a creer. Pero no quería perder mas tiempo en avituallamientos, además ni sabía que nos tocaba uno ahí y no necesitaba nada. Así que esta vez me tocó a mi decirle a Samuel que ya iba bajando caminando. Jaja. Caminé 3 pasos. Aún mas divertida la bajada (bueno, y alguna subida), seguí adelantando corredores Trail, volando. Sabía que no llegaría al Puerto de La Cruz a ese ritmo, me estaba reventando. Pero era muy divertido y me daba igual.
En Los Realejos volví a sacar todo de la mochila para quitar la batería del GPS. Intenté perder menos tiempo pero soy lento, además me vino bien sentarme un momento. Desde ahí, en todo momento, mucha gente animando en la calle, desde sus casas, en los coches...una pasada. Aunque mucho asfalto en bajada, terrible para mis rodillas. Intenté mantener un ritmo fluido pero sin lanzarme para evitar exceso de impactos.
Cuando llego a Rambla de Castro empiezo de repente a notar el calor, las gotas de sudor cayendo, picor en los ojos de la sal. Al principio pude mantener un ritmo decente trotando pero llegando al Maritím estaba a punto de explotar. Me eché un litro de agua por la cabeza y bebí otro litro. Me llevé dos cubitos de hielo en las manos para enfriarme. Se me había acabado mi isotónico y aunque tenía en la mochila polvitos para mezclar otro bote, decidí llenar con el de la organización. Bebí un buche y a los 30 segundos se me revuelve el estómago y casi vomito. Cogí un cabreo tremendo, porque no quería repetir la Transvulcania donde me quedé tirado vomitando en los últimos 3km. Me puse a caminar despacio y bebí otro medio litro de agua. Tiré directamente el isotónico. Perdí un poco de tiempo pero cuando iba pasando por el Loro Parque ya me encontraba mejor en la tripa.
Pero desde ahí fue una lucha. Beber, beber, tirarme agua por la cabeza, en el cuello. En menos de 500m acabé con todo el agua que tenía. No puedo con el calor. Tuve que ponerme a caminar pero había tanta gente animándome a seguir trotando que de vez en cuando lo intentaba. Hasta que de repente, después de un desvío por obras, llego a la última recta. QUÉ ALEGRÍA. Se fue el calor. Se fue el cansancio. Cada 50m que avanzaba había mas gente gritando y subía mi ritmo. Llegaba la alfombra azul, iba flotando, volando, esprintando (según el garmin a 6min/km, jajaja). Escuchaba como Ivo, nuestro fiel speaker, me iba nombrando y en cuestión de un segundo me di cuenta de un montón de cosas. Primero, que había llegado (obvio), segundo, que había disfrutado en casi todo el recorrido pero sobre todo bajando desde el Montaña Blanca hasta Los Realejos y tercero que no tuve molestias en mi cuerpo y que me encontraba bien. Había conseguido los objetivos que tenía. El tiempo era lo de menos pero estaba curioso por saber cuanto me habían sacado Marce y Juani. Además porque sé que bajé muy muy rápido y pensé que quizás los podía alcanzar. Al final, Samuel, que dejé en Tigaiga, llegaría casi 50minutos mas tarde! Quizás era verdad cuando dijo la última vez que ya no podía mas, jaja. Lo siento Samuel, estuvo divertido el detalle.
Pues gran sorpresa cuando descubro que Marce y Juani llegaron juntos 27minutos antes ! Increíble! Me alegro mucho por ellos, están muy fuertes y por fin han decidido demostrarlo. Juani entrando como segunda mujer de la general por segundo año consecutivo, primera de su categoría y primera canaria. Es una tremenda ultra-woman. Felicidades a los dos. A ver si se animan para la Transgrancanaria o Madeira. Poder correr en pareja y además tener el mismo nivel es muy complicado, y que eso sucede después de muuchos años juntos, es un milagro. Son mis ídolos. Que sigan así.
En meta, uno de los primeros en felicitarme es Bernardo Reina que hizo una muy buena carrera también en la distancia Trail y que luego también vería llegar a su mujer, Loly. Muy valiente fue ella en atreverse con un reto tan exigente pero demostró que con una buena preparación, todo es posible.
Luego muchas felicitaciones de mucha gente, demasiada para poder nombrarlos aquí. Y yo en mi nube de tal manera que me olvido de felicitarles a ellos también...
Me volvería a El Médano con John Benamati. Donde andaría John... Que tiempo habrá hecho? Veo a su mujer que me trajo mi mochila con ropa para cambiarme y al preguntarle le sale una sonrisa rara. Creo que tenía vergüenza decirlo. El pobre John llevaba casi 3horas esperándome...jajaja. Quedó en el puesto 16 de la general con 13h33. Uff. Fuerte animal. Su mujer estaba ahí con las niñas y además empezó a llover así que me cambié rápidamente y se acabó la aventura.
Para terminar: he criticado en este relato algunas cosas de los avituallamientos. Por lo visto, viendo las críticas en facebook, soy el único que lo ha visto así. Lo siento. Hay que destacar de todas formas que todos los voluntarios y militares han estado en todo momento atentos para ayudar y muy muy amables. Un poco caótico cuando llegaban muchos corredores juntos quizás. En general una excelente organización y muchas ganas de volver en 2015 !
MUCHAS MUCHAS GRACIAS a todos los fotógrafos, mas o/y menos profesionales, que se han sacrificado con muchas horas y kilómetros para dejarnos recuerdos de esta experiencia !!!!
CLASIFICACIÓN ULTRA