La Palma el viernes, llegada en avión, coche de alquiler, recoger llave del piso muy bien situado (a 300m de la meta en Los Llanos) y recoger dorsal. Comer, pequeño descanso y recoger los amigos de 7Raid en el aeropuerto. Ellos recogen su dorsal, como un bocadillo y a la cama.
Despertador a las 2. Desayunar algo y guagua hasta el faro de Fuencaliente. Descanso bastante en la guagua, no hablo ni una palabra. No se puede desperdiciar energía.
En el faro hay que esperar mucho. Llevamos bolsas de basura como cortavientos y nos plantamos cerca del arco de salida. Pasamos el control de chip entre las primeras 200 personas por lo que conseguimos un lugar muy adelantado en la salida. Veo a Emelie Forsberg justo delante, 4 personas entre ella y yo. Eso no será para mucho tiempo.
Descontando los últimos segundos con Depa. Sin el la Transvulcania no sería igual.
Y vaaamooooooosssssss.
Brazos, codos, me pasan por la derecha, por la izquierda, por encima y por debajo. Hago lo que puedo, voy asfixiado por completo y llego al sendero con Marce. Subimos la primera parte juntos, con paciencia pero tampoco lento. Sin salirnos del sendero hacemos el primer kilómetro en 10 minutos. Pon esa subida en el km 50 y se tarda 15 minutos. O sea, vamos bien de ritmo. Pero aun así, lo que vemos alrededor es locura caótica. Adelantan por fuera del sendero, tirando las piedras y picón a los que están debajo, resbalan otra vez hacía abajo, caen, gritan, pegan con los bastones. En fin, lo mas parecido a una gran masa de gente en estado de pánico, huyendo de un peligro. La mayoría de ellos lo pagará muy caro pero obviamente no lo saben. Quedan otros 72km para darse prisa... Marce se cabrea y yo me río.
Después de 2km llegamos a subida por pista, mucho mas llevadera y ancha. Sigo al lado de Marce y volvemos tranquilamente a adelantar a la mitad de los endiablados. Antes de entrar en el siguiente sendero de piedras y polvo Marce se desvía para una descarga de lastre y un poquito mas arriba me toca a mi. Pero en mi no cambió nada, mientras que Marce parece haber encendido el turbo y desaparece. Se me hace muy pesada la subida en terreno suelto y eso junto con el estrés de tanta gente no es un momento agradable. Pienso sobre todo en no forzar nada ahora. Pero quería pasar por Los Canarios antes de que se hiciera de día. Pues, no lo conseguí. Llegué en 1h13, unos 10 minutos mas tarde que el año pasado. Subí la calle caminando a pesar de todos los ánimos que daba la gente. Guardé el frontal, bebí un vaso de Aquarius y seguimos. No iba muy bien. Me adelantaba gente continuamente, no seguí el ritmo de la serpiente de corredores. Pero hasta ese momento, tampoco tenía razones para quejarme.
Una vez pasado el avituallamiento de Las Deseadas quería subir un poco el ritmo pero iba incómodo en las bajadas y piernas pesadas en las subidas. El picón suelto me chupaba toda la energía y me sobrecargaba mas de lo normal. Llegué a cabrearme bastante con ese terreno, que aparte de no dejarme avanzar, nos hizo respirar kilos de polvo. Y cuando empezamos realmente a bajar hacía el Pilar, la cadera y la espalda empezaron a protestar en serio. Empecé a caminar bajando. "Pues, vamos a ver si se puede hacer la Transvulcania entera caminando..." En poco tiempo los dolores se hacían insoportables y no me quedaba otra que tomar un ibuprofeno. Hice todo lo posible para evitarlo pero nada. Tarda en hacer efecto y seguí caminando hasta El Pilar donde llegué con 4h26. Ahí me eché al suelo e intenté estirar la espalda. Me sentía mal, muy mal y no tenía muchas ganas de nada. Pero por otro lado, todo me daba igual y estaba decidido en ser finisher mientras no iba el último y mientras pasaba los cortes de tiempo. Llené agua, comí fruta y me fui caminando con dos trozos de bocadillo de jamón y queso. Tardé por lo menos 15 minutos (caminando por la pista) en comérmelos. Los dolores dejaron de molestar pero no tenía piernas para correr e hice los 7km de pista, casi llanos en mas de una hora. Con eso ya estaba en el km31 y en El Reventón. Un punto clave ya que desde aquí habrían mas de 12km hasta el siguiente avituallamiento, casi todo subida y mucho calor. Llené los dos bidones de agua y puse otro medio litro detrás en la mochila en un botellín tipo "soft flask" que nos dieron en la bolsa corredor. No perdí mucho tiempo y empecé a subir con ganas. Ahora SÏ. Por fin adelantando a corredores, recuperando puestos y mas o menos animado. Intenté no malgastar el agua y cuando llegué al refugio de Las Nieves vi que estaban dando algo de agua a los mas necesitados. A mi me quedaba y como escuché que "agua, la justa, no tenemos mucha", ni paré. Empieza un eterno sube y baja y el calor empieza a desanimarme poco a poco. Me queda cada vez menos agua pero uno de protección civíl dice que a dos kilómetros está el avituallamiento. No se ve porque hay una montaña delante. Paso la montaña y lo que veo es otra montaña. Pasan los dos kilómetros y otra montaña. Ya voy con el soft flask que tenía en la mochila, lleno de agua a 35 grados. Pero es agua... Vaya palo. Por fin llego al Pico de la Cruz. Desanimado, cansado. Lo analizo ahora y tenía que haber salido del Reventón un poco menos eufórico. Me quedo un rato en el avituallamiento del Pico de la Cruz observando. Voluntarios corriendo por todos lados con botellas de agua, sendero en dirección contrario para dar agua a los corredores antes de llegar al avituallamiento, ya que muchos llegan secos como lagartos. Los 3km sorpresa se notaban y fueron el tema de conversación en el avituallamiento. Algun corredor muy cabreado descargando contra una pobre voluntaria pero ella hace bien su trabajo escuchando e intentando calmar el ambiente. Otro en frente de mi no parece cabreado pero dice a su novia (que estaba ahí esperándole) que le parece injusto, ha sufrido demasiado y no sabe si podrá seguir. Otro al lado está temblando y con mi experiencia sé que es fin del viaje para él. La situación me recordaba mucho a lo que ví en el Roque de Los Muchachos el año pasado. Pero esta vez no llegaron hasta ahí. Al final, viendo el panorama, me di cuenta que no podía quejarme y hasta me sentía un poco mejor. Y seguí.
No duraron mucho las buenas sensaciones y los 4,5km hasta el Roque de Los Muchachos se hicieron largos. Cada año es lo mismo. En la última subida hasta la carpa voy arrastrándome y me adelantan muchos. Pero qué mas da. Ya no iba a hacer una buena marca.
El corte en El Roque era 11 horas de carrera. Llegando al Pico de la Cruz calculé que podría llegar en 9h30, tendría hora y media de margen. Bueno, no stress. Pero me había quedado 20 minutos sentado por lo que ya iba hacía las 10 horas.
Pues con el bajón final incluido se hicieron las 10 horas. Ya dos mas que en 2013. Me quedé otros 15 minutos comiendo, hablando con Sito de 7 Raid, que se había retirado y esperaba la guagua que le llevaría a Los Llanos.
Y bien, aun quedaban 22km.
Seguía sin fuerzas pero me sentía bastante mejor que durante las primeras horas. Solamente corría en bajada, llano y subida caminando. La primera parte, al salir del Roque de los Muchachos tiene un poco de todo y perdí algo de tiempo hasta que empezó la bajada de verdad. Empecé a bajar guardando pero poco a poco iba cada vez mas a gusto. Adelantaba mucha gente. Cuando pasaba a uno, me fijaba en el siguiente como si fuera diciendo "a por el". Lo pillaba y al siguiente... Resultó ser un juego divertido mientras las piernas aguantan. Y aguantaron. En el Time apenas paré, lo justo para llenar agua y tomar sandía y naranja.
En el tramo horrible después del Time seguí con mi juego e iba saltando de piedra a piedra concentrado para evitar malas sorpresas. Luego mirador del Time y asfalto en bajada, con miedo de volver a tener dolor en la espalda y cadera pero me había tomado un segundo ibuprofeno en el avituallamiento del Time, sabiendo lo que venía, y la droga funciona. No dolor. Guardé piernas para la bajada en S's a Tazacorte, mi ultimo tramo de juego "pilla". Entre el Roque de los Muchachos y el avituallamiento en Tazacorte adelanté a 120 corredores. Obviamente, ese número no lo conté corriendo pero fue reflejado en los tiempos parciales. Sabía que eran muchos y estaba muy muy contento con mi bajada. Como era posible que estaba TÁN mal después de 20km y TÁN bien 50km mas adelante? Bueno, bien...
Quedaban 7km. El barranco: otra vez terreno suelto donde se hunde cada pisada. Me acuerdo que el año pasado corrí bastante bien el tramo del barranco, pero algo cambió en mis piernas y ya no puedo correr en esa mierda. Lo intento pero vuelvo a sobrecargar la espalda, vuelve el dolor y desaparece todo ese ánimo que había conseguido en Tazacorte. Se me hace largo el barranco y me adelantan algunos corredores. Llego con Teo de Correcaminos al principio de la subida a Los Llanos y me dice de ir juntos. Pero con los recuerdos del año pasado le tengo pánico a la subida y le digo que no me espere. Mi madre, es realmente dura esa subida. Cuando intento darle con un poco de fuerza noto cosquilleo en la barriga y me apodera el miedo al vómito. Pero voy cada vez mas lento. No me atrevo hacer nada raro. Bebo agua, como un minitrocito de barrita 226 y pasito a pasito sigo subiendo. Vuelvo a perder un par de puestos, pero con llegar arriba sin vomitar me doy por satisfecho. Pero como es posible que tenga que subir siempre así en ese sitio, esta ya es la tercera vez. Y esta vez no estoy deshidratado. Pienso que me animé demasiado en la bajada y al hacerla todo seguido, no hubo tiempo para comer. No estaba deshidratado pero no me quedaba ni una caloría de energía. Comer en media de la subida ya no serviría para nada y como ya dije, no quería arriesgarme a nada. Así que aguantando hasta arriba. Y llegué sin vomitar, yipiiii. Esperé hasta el famoso carril azul para ponerme a trotar hasta la meta. No conseguí trotar todo, tuve que caminar medio minuto por la mitad. Estaba realmente vacío. Chocando manos con decenas de niños llegaba el momento alfombra roja. Me puse a correr con un poco mas de estilo, me quité la gorra y me peiné el pelo y saqué una minisonrisa para la multitud que esperaba ahí para animar a los matados como yo que tardan 14 horas en llegar a Los Llanos.
Me cuelgan la medalla, me quito el chip, me dan camiseta finisher y me siento en una silla a pensar, cabeza entre las manos. Pensar en todo lo que ha pasado, pensar en como me encuentro, si debo estar feliz o triste, pensar en lo que siente mi cuerpo. Y el famoso fotógrafo internacional de trailrunning Ian Corless pensó que era momento foto. jeje. Iré coleccionando fotos de carrera sentado con la cabeza entre las manos...
Dejé de pensar porque no llegaba a ninguna conclusión. Si sigo así, el año que viene quizás ya no paso los cortes. Sentado en meta no tenía dolores, pero cansado de no poder correr por problemas físicos. Puedo subir bien y bajar bastante bien. Pero no puedo correr en llano, simplemente no puedo correr.
En las ultras siempre he llegado a meta a punto de calambres y con los gemelos llenos de micro-contracciones. Esta vez no. Pienso que funcionan las pastillas de sales, me tomé 6 en 14 horas. No tomé nada de isotónicos. Quizás 3 vasos de Aquarius y 3 de coca cola en los avituallamientos. De resto todo agua. Y comer, pues, 3 geles en tramos de subidas donde el desgaste de energía era más brutal, bastante fruta (poco plátano, bastante sandía y naranja), 2 bocadillos de jamón y queso, algo de nueces y frutos secos y una bolsita con mi preparado casero mágico hecho en la batidora:
-almendras
-higos
-cacahuetes salados
-una papa guisada
-medio cubito de caldo
Jaja, el sabor es peculiar pero me gusta, el aspecto...no hace falta mirarlo.
Ahora toca un intenso descanso. La cadera la tengo mal, pero esto no es nuevo. Puedo correr con ella. Los dolores que realmente no me dejan correr son musculares...creo. Glúteos, lumbares y yo que sé lo que hay por ahí. Intento forzarme a hacer algo de abdominales, estirar. Cogeré un poco la bici, nadar y bueno de momento llevo una semana sin hacer nada. Trabajar. Quiero olvidar por completo esta época. Desde la Transgrancanaria hasta ahora. Y empezar de nuevo, aunque sea desde cero.
Inscrito estoy en el Gomera Paradise, pero ya veremos si me presento. No hay plan de entrenamiento, ni voy a entrenar. Primero triatlón de El Médano y luego veremos.
PD: Nota de mis zapatillas Dynafit Feline SL. 9,99999/10. El 0,00001 que falta es porque algún día se van a gastar del uso... Ya he hablado bien de muchas zapatillas, hay varias que me han gustado por una cosa u otra. Pero estas tienen todo lo que busco. Son ligeras y flexibles (para correr rápido, aunque yo no lo hago...), el agarre en los suelos que tenemos aquí es impresionante (con ellas hice Santa Cruz Extreme en Anaga, Pinolere Trail por La Orotava y la Transvulcania), no tienen un drop exagerado (no lo noto), son hiper cómodos (podría ir perfectamente sin calcetines), tienen un acolchado suficiente para absorber duras vibraciones pero mantienen una sensación de contacto con el suelo, lo que me gusta, no me ha entrado ni una piedra en toda la Transvulcania y los acabados son buenos y resistentes. No sé si serán buenas para gente muy pesada, pero hasta 75kg, no duden en probarlas y quedarán sorprendidos.
Estos no son mis pies, pero son las zapatillas mágicas como las mías... |