martes, 1 de julio de 2014

Desde el infierno en buen camino hacía el paraíso...

Ya tengo otra vez materia para bombardearles con mis historias. Entre las típicas de los hombres, siempre quejándose, y alguna cosita positiva, el título debería de resumir la tendencia. Y espero que sea así, aunque habrá que esperar un poco porque dos días después de la ultra de La Gomera, el cuerpo está aún en un estado "raro".
Es habitual leer por aquí que algo me ha ido mal en la carrera que intento relatar. Quizás no me doy cuenta que eso le pasa a todo el mundo. Pero llegar deshidratado, vomitando en las últimas 5 carreras de larga distancia ya requiere solución.
El plan para intentar no tropezar una sexta vez con lo mismo era un cambio radical de mi alimentación. Evitar desde el principio la pérdida de volumen de sangre por el sudor, aportando líquidos y sales. Y evitar los azúcares rápidos, añadir grasas, ya que con mi ritmo en las ultras, las bombas de azúcar tienen efecto contrario. Ese último factor era el difícil ya que tanto las bebidas isotónicas y los geles, las barritas, la fruta... casi todo aporta principalmente azucares. Había probado llevar bocadillo de jamón y queso, pero no es práctico, cuesta comerlo corriendo.
Con Miguel ya habíamos hablado de la posibilidad de meter nosotros mismos los ingredientes en la batidora y hacer un preparado que sería más fácil de comer en carrera, ya que masticar mucho es complicado y muchas veces lo que comemos nos hace una bola en la boca, casi imposible de tragar.
Así que me fui al supermercado y compré:
- Almendras
- Cacahuetes salados
- Maiz tostado
- Dátiles
- Higos
- Puré de papas
- cubitos de caldo
Metí todo en una proporción al azar (jaja, fuerte desastre) en la batidora y cuando el motor ya empezaba a oler quemado, la paré. El aspecto de lo que salió no era muy apetitoso.pero el sabor era muy parecido a la conocida crema de cacahuetes. Lo dividí en dos raciones y la primera la llevé al entrenamiento del faro a faro en Anaga hace una semana para probarlo. Solo hicimos 25km pero tardamos 5 horas y aunque poco podía decir del resultado, sobreviví sin malestar ni síntomas de envenenamiento. Así que a La Gomera con la otra ración.
  No puedo evitar quejarme un poco mas, pero llegué a La Gomera con muy poco entrenamiento por dolores en las rodillas y piernas cansadas y pesadas desde ya hace unas semanas. Hasta un par de días antes de la carrera pasaba de vez en cuando por mi cabeza no ir y descansar. Sería lo mas inteligente. Pero necesitaba probar mi potingue. En La Gomera, con acabar sin vomitar, me daría por satisfecho ! (si quieren saber como la hice el año pasado: Gomera Paradise 2013)
Fui junto con Jon Benamati, un nuevo "Vigorexico total", Italiano afincado en El Médano y igual que todos de nuestro grupito, con raíces de windsurf, reconvertido en atleta con 40 años. Ha llegado como una bomba a este deporte. Lleva solo 6 meses y ya ha hecho dos maratones, dos ultras y unas cuantas carreras mas cortas. Se apunta a todo y acaba habitualmente entre los 15 primeros. Y como buen vigorexico se queja de lo difícil que es entrar en el top10...jaja. El año que viene se quejará de lo difícil que es ganar una carrera... (Y tiene otra bomba preparada en casa. No sé si algún día se presentará en carrera, pero su mujer corre igual que el !)
Bueno, volviendo al Gomera Paradise. Viaje en barco tranquilo, recogida de dorsales, descanso en la residencia, cena de la pasta con un par de cervezas para dormir mejor... Y tempranito a la cama porque toca desayunar a las 4 y algo. Como algo, un café para despertar, me preparo y tiro pa'bajo a la linea de salida. Fue todo automático y no me di cuenta que llegué demasiado temprano. Ya habían algunos corredores pero intenté relajarme y evitar coger frío, sentado en un banco, abrigado del viento. Ya se notaba que no iba a hacer tanto calor como el año anterior y estaba nublado.
Me puse atrás del todo en la linea de salida y aunque sabía que me tocaría esperar en el tapón para subir las escaleras después de los primeros 500m, mi táctica sería empezar suave y poco a poco recuperar puestos. Cuando terminan las escaleras toca primero un kilómetro de subida en asfalto. Iba con Basilio Bravo pero se me escapó. No me sentía con fuerzas. Aunque fui recuperando algún puesto de todas formas, no iba al ritmo que suelo ir y mentalmente me decepcionó un poco. Después de 3km ya me quedé anclado en un grupito con los que iría intercambiando puestos prácticamente toda la carrera, en especial con Helena, corredora GOT El Médano. Realmente pensaba que mas adelante dejaría atrás a ese grupito pero no lo conseguí. En la pista después del primer avituallamiento iba corriendo un poquito mas rápido pero con una parada para mear y otra para descarga mayor, se neutralizó mi ventaja. Pero volví a estar con Basilio. Me tuvo que llamar la atención cuando le pasé porque iba trotando con el cerebro apagado, mirando el suelo... como suelo hacer, sin ver a los amigos, jaja. "Eyy, d'Jo, soy yo!, yo, Basilio! Me has visto?..." jajaja. Me pegué un susto y todo. Y por ahí seguía en las cercanías Helena y Yeray de Correcaminos, Bernardo (hermano de Damian) y algunos mas. En el último tramo hacía Hermigua había un cambio en el recorrido, quizás sin variar mucho la distancia pero algo mas técnico. De todas formas, llegué a Hermigua en 4 horas, casi una hora mas que el año pasado. OK, sabía que el año pasado me había forzado demasiado corriendo rápido en la pista pero esto ya era muy lento. Me notaba igualmente cansado de piernas y con muy pocas ganas pero no tenía molestias en el estómago, ni sensaciones raras al respirar. Había comido cada hora un cachito de mi preparado casero, un donut en el primer avituallamiento, un par de almendras, trocito plátano, un par de naranjas...
La primera subidita entre las casas abajo en Hermigua por escaleras ya deja claro que ahora empieza la carrera. Aunque no hace demasiado calor y sigue medio nublado, el sudor ya será mi compañero para lo que queda. Bernardo, Yeray y algunos mas se escapan, no tengo fuerzas para seguirlos.
Que bonita es la subida de Hermigua al Cedro ! La vista a la cascada, el agua que corre al lado nuestro... Pero vaya subida !!! Chosssss. Escalones cada vez mas altos. El Garmin me marca el kilómetro 36 en 23 minutos... Donde puedo voy cogiendo agua para refrescarme la cabeza y el cuello. Me adelantó Tomás Padrón, subía como un tren, pasaba los escalones como un chavalito sin bajar el ritmo cuando yo me tenía que ayudar con las manos y los brazos, subiéndome tirando de piedras mas arriba, casi escalando. Luego en la bajada volví a adelantarle aunque yo tampoco iba bien. Me dolían demasiado las rodillas, sobre todo en las partes técnicas. Llegamos a un tramo de subida en asfalto y parece mentira, pero es donde mejor iba. Casi sin dolor porque no hay mucho impacto. Justo al volver a meterme en sendero me encuentro con Yeray. Parece sufrir. Creo que le dije algo, pero no me acuerdo qué. Capaz que le he hundido mas aun, no suelo ser de mucha ayuda para animar...jeje. Subimos la segunda parte dentro del parque nacional y luego larga bajada, la segunda parte todo asfalto. Otra vez es donde mejor voy. Alcanzo a algunos corredores mas, hablando un rato con uno de ellos. Y me dice que el año pasado lo hizo en 9 horas pero que nos ve muy justo ahora para entrar en ese tiempo. Penúltimo avituallamiento y empieza la última subida. Los recuerdos del año pasado me dejan pálido y decido empezar directamente con paciencia, pasito a pasito, sin intentar seguir a los colegas con los que llegué al avituallamiento.
El calor es mucho mas soportable pero no quita que es una subida mortal. Me vuelve a adelantar Tomás Padrón, igual que en el Cedro, con un ritmo constante, muy fuerte. Veo que también Helena se me acerca. Está haciendo una muy buena carrera. Ni rastro de Yeray detrás, uff, seguramente lo estaba pasando mal.
Ya en llano/bajando, llegando al último avituallamiento, me adelanta Helena. Me pregunta como voy, si necesito algo pero le digo que voy bien, simplemente no puedo dar mas, no tengo piernas. No paro en el avituallamiento, ya estaba perdiendo bastante tiempo caminando de piedra en piedra. Las bajadas técnicas están bien cuando no te duelen las piernas, cuando tienes fuerzas, y vas saltando los escalones abajo pero yo ya me tenía que poner de lado y coger aire antes de bajar un escalón. Pero pensaba en la cerveza que iban a darme en la llegada y que estaba cada vez mas cerca. Suspiro cuando llego por fin al asfalto donde puedo correr sin parecer un abuelo que ha perdido su bastón. Meta en 9 horas y 20 minutos. Con todas mis quejas 1 hora y 10 minutos mas rápido que el año pasado...y sin vomitar !!! El potingue ha funcionado ! Me seguían doliendo las piernas, pero estaba tan contento que en cuestión de media horita me había mandado ya 6 cervezas. Y eso que la fiesta de la cerveza no había empezado. Bueno, luego decidiría cambiarla por una buena cena ya que bastante borracho ya estaba.
Jon hizo un carrerón, 7h20min. en el puesto 14. Pero impresionante también el ganador que quitó media hora a su tiempo del triunfo del año pasado cruzando la meta en 6 horas y media. Y Ana Belen de Clator que pulverizó el mejor tiempo de chicas con 8 horas y media. (realmente el tiempo que yo quería haber hecho... el año que viene será) Y Helena entró como segunda fémina, 3 minutos antes que yo, felicidades también!






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