Lunes, 21 de enero. Hace ya más de 24h desde que juré que nunca jamás correría una maratón en asfalto. Jaja, y ahora todos piensan que ya me estoy apuntando a otra... Va a ser que no, sigo pensando lo mismo pero ya estoy un poco menos cabreado. No estoy muy seguro si es cabreo o decepción, pero la verdad es que no tengo derecho a ninguna de las dos sensaciones. Soy un gandul que no hace nada en serio, no entreno de verdad, me apunto a una carrera cada fin de semana, he quedado en el puesto 79 de 421 finishers y encima me cabreo. Lo sé y lo siento. Pero no fue como quise que fuera y aunque tenga 50 años, quizás sigo teniendo la mentalidad de un niño al que cuando no le dan lo que pide, se pone a patalear... jeje
Y si he escrito bien esta introducción, ahora tendrán suficiente curiosidad para aguantar leyendo el relato...
Para muchos corredores una maratón empieza meses antes de la carrera con los entrenamientos específicos pero como no paro de hacer carreras, en mi simplicidad pienso que entrenado ya estoy todo el año. De la nocturna de Tegueste ya me he olvidado, como si fuera hace meses que la hice, aunque me dolieron las piernas hasta el miércoles. Aún así troté 1 hora el martes y 45 minutos el jueves, pero eso sí, despacito.
Y para empezar con excusas arrastro un pequeño problema desde las navidades por tanto festejar : no tengo sueño por las noches pero por las mañanas, lógicamente, no me despierto y no consigo re-ajustar mi horario. El viernes intenté acostarme un poco antes, pero aún así se hizo la una y el despertador puesto a las cinco y media para poder coger el barco desde Santa Cruz a las 7. Pensaba poder dormir algo mas en el crucero de Armas pero tiene unas butacas tán cómodas que no lo conseguí.
Cuando llegamos, al salir del barco en Las Palmas, coincido con Kenti Siverio y como los dos pensamos ir desde allí caminando, juntos charlando nos fuimos... Otra simplicidad mía. El muelle es en Las Palmas, la maratón también. En Tenerife, el Armas atraca frente a la plaza de España así que porque no lo haría allá...jajaja. Cuando ya llevamos un rato hablando y caminando empiezo a realizar que la ciudad son esos edificios que se ven ahí a lo lejos... Zombi total, casi sin dormir, con una mochila en la que llevaba hasta la comida para el fin de semana... Empezamos bien. Cuando llego por fin al Hotel Iberia donde tienen que darnos el dorsal empiezo por estirar, a ver si se me quita el dolor de espalda, mientras que el ambiente a carrera funciona de analgésico. Me dan dorsal, chip, mochila, camiseta, pantalón, toalla... Si me dan calcetines y zapatillas podía haber dejado mi mochila pesada en Tenerife...jajaja. Porque comida también nos daban en la pasta party. Pero aún no había desayunado y antes de mandarme un plato de pasta necesito mi café, además había traído un plátano y un yogur... Me senté en una terraza a desayunar y de allí al hotel que había reservado a poco mas de dos kilómetros. O sea, allí mismo. Si vamos a correr 42km, no cuentan un par de kilómetros mas o menos, aunque ya llevaba unos 7 en las piernas desde el barco.
Cuando entro en la habitación veo la cama y no tardo mas de un minuto en estar debajo de las sábanas, aahhhh, por fin, descanso. Me desperté a las 4 de la tarde, seguro que conocen esa sensación, cuando no sabes donde estás, la hora que es, si es de día o de noche. Cuando mi mente recupera sensatez me doy cuenta que la pasta party acababa a las 4. Me vestí rápidamente y caminé los 2km hasta la zona de carrera a ritmo de marcha atlética pero cuando llegué ya habían recogido todo. Pues nada, nos saltamos el almuerzo. Aproveché la feria del corredor para comprar algunos geles mas porque solo había traído 4 y me había llamado un amigo con "experiencia" que quería convencerme a tomar un gel cada 20 minutos. Me parecía exagerado pero llevaría 6 en total. Otros 2km para volver al hotel, mientras me acuerdo de un artículo que compartió Ito en su facebook sobre los
15 errores mas comunes en una maratón. Bueno, seguro que hay alguno que NO cometeré .. Así que me como mi quinoa con atún, maiz y tomate, bebo un litro de agua y a la cama hasta las 7 del día siguiente. Para quedarme dormido me puse estudiar mi "chuleta" imprimida y así memorizar los tiempos de paso en los kilómetros 5, 10, 15, media maratón, y 30 para conseguir el objetivo planificado.
Desayuno antes de la maratón: plátano, bizcocho a base de fructosa y miel ("secreto" energético francés, llamado "pan de especias" o pain d'épices) un Snickers y medio litro de agua.
Calentamiento: otra vez los 2km del hotel hasta la salida con la dichosa mochila ya menos pesada por haberme comido lo comestible mientras bebo mi bidón de bebida isotónica.
Ya ven. Todo controlado como un profesional.
Para entrar en los cajones de salida espero a Ito porque hemos quedado en correr juntos hacía nuestro objetivo común: 3h20. Entramos un poco tarde y terminamos detrás de unos 800 corredores. Dan la salida a las 9 pero tardamos 40 segundos en cubrir los 100m hasta el arco de salida... 5minutos20 el primer kilómetro. Nunca he salido tán lento en una carrera, completamente entaponado pero a partir del km2 ya vamos a nuestro ritmo que sería 4:35-4:40 para tener un par de minutos de reserva al final cuando no podremos mantener esa velocidad ya por cansancio.
km 10 en 46:30. Vamos 30 segundos adelantado, bien.
km15 en 1h09. 1 minuto de ventaja sobre el objetivo
media maratón en 1h37. Dos minutos de ventaja. Ito va muy rápido y cuando pasamos los arcos de meta para empezar la segunda vuelta se me ha escapado unos 150m.
En el km 22 alcanzo otra vez a Ito y le comento que va un poco rápido, que nos estamos adelantando al tiempo previsto. Me pongo delante a marcar el ritmo pero cuando quiero darme cuenta, mirando atrás, no está Ito. Ha bajado el ritmo de repente. Decido seguir pero hasta el km30 no tengo referencias de mi ritmo. Bajón en el 26 pero después de un gel y bajar un poco de ritmo recupero mas o menos. En el 30 que tenía previsto en 2h20 con dos minutos de margen, llego en 2h21. Me queda un minuto de margen. Va a ser difícil aguantar ese ritmo hasta el final, ya sin margen casi.
km 35. Cansado pero corro. Intento no bajar demasiado el ritmo.
km 37. No puedo mas. Abandono el ritmo, el objetivo y corro para acabar
km 39. El más allá de "no puedo mas" pero no quiero parar. Si levanto los pies mas de 10cm del suelo me entra calambre en el femoral, me arrastro, me cabreo, sufro, oigo gente animando pero el ruido molesta, no les veo, solo miro el suelo para no caerme y para no meterme por calles equivocadas en la cuidad...
km 40. Avituallamiento. Me paro. Estoy ya en la Triana. No queda nada. Mientras bebo miro atrás por si veo a Ito en algún lado y camino un poco. Estiro la espalda, estoy destrozado. Me he tomado todos los geles. Solo me queda un trozo del pan de especias y empiezo a correr masticando con la boca llena. Me siento algo mejor.
km 41. Ya me da todo igual y decido no correr mas para ver si me alcanza Ito para llegar juntos a meta. Entro en la recta final hacía la meta pero Ito no aparece así que me pongo otra vez a correr para acabar como "corredor".
Cruzo la meta en 3h27, a siete minutos del objetivo, cabreado, decepcionado, con la mente hecho un lío. ¿Que ha pasado? ¿Que he hecho mal? ¿Porque tengo que sufrir TANTO?
Espero a Ito en la meta pero llega antes Santi y le pregunto por el. Me dice que se ha parado a estirar. Me da pena todo, hemos venido con la ilusión de correr juntos en 3h20 y parecía alcanzable.
Cuando llega Ito, en 3h33 no parece tan decepcionado como yo. Parece asimilar mejor las cosas como son. Hablamos un poco pero no sé ni de qué. Recogemos nuestra medalla y camiseta de finisher y voy al pabellón deportivo para ducharme y cambiarme.
Voy perdido entre la gran masa de gente que celebra su carrera y me siento un rato en las gradas para ver los demás participantes llegar. Ya van por 4h30. Uno llega con una camera grabándose a si mismo, el reloj de la meta y la gente aplaudiendo, y otro llega como un niño con una banderita de Noruega chiquitita de plástico, manos arriba. Uno llega con el típico salto debajo del arco, otro con un grito de gorilla. Alegría y éxito se respiran por el aire mientras estoy sentado cabizbajo, lentamente dándome cuenta de que soy un imbécil. Acabo de hacer una tremenda carrera, un tiempazo para el gandul que soy. Vale, lo acepto. Pero mi objetivo principal era correr la maratón como hay que hacerla, controlando y sin sufrir el hombre del mazo. No solo no lo conseguí pero fue la peor de las tres que hice hasta ahora.
Hago 30 carreras al año porque disfruto de las sensaciones mientras que los resultados me dan relativamente igual y de la maratón de Gran Canaria me quedo con unos números muy buenos sin sensaciones, sin significado. De lo único que he disfrutado es de la compañía de Ito en la carrera, otros amigos (Kenty, Alvaro, el equipo Triabona, la "tropa" que acompaña a Ito, Kike y sus chicas (muak) y todos los que olvido), la gente nueva que he podido conocer...mas que suficiente para equilibrar la balanza.
¿Volveré el año que viene?.... No lo sé.
Clasificación
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