Nuestro equipo va dividido. Ibán va con el hijo de su jefe, Pedro, que estrena triatlón, en furgo, en el Armas y lleva las bicis de todos. Yo voy por la mañana en Fred Olsen y a las dos viene Miguel con Patricia. Luego, Miguel y Patri se quedan en hotel, yo en la residencia e Ibán con Pedro en su furgo. Jaja, eso de equipo tiene poco... Eso parece.
El Fred Olsen se puso a rueda del Armas y en la transición pude adelantar a Ibán porque le hicieron un control rutinario a sospechosos, buscando drogas y armas, al salir del barco. Al final el doping que llevaba era cosa floja para ellos y le dejaron ir a desayunar conmigo en la plaza de San Sebastián. Hicimos tiempo hasta la hora de recoger dorsales y de ahí al campo base, el aparcamiento de la furgo. Nos cambiamos y hicimos una vuelta al recorrido de bici para reconocer el terreno. Era sencillo, subida por un lado, bajada, subida por otro lado y otra bajada. Y eso dos veces, aunque para reconocerlo una sola vuelta era suficiente. Ya estaba sudando... Así que el siguiente paso era nadar. Fui hasta la primera boya y volver, suficiente, hasta largo me pareció. Mientras Ibán y Pedro hacían todo tipo de preparativos hice un paseo en bici hasta la residencia para averiguar donde y con quién iba a pasar un par de horas de una corta noche luego. La mayoría de los participantes estaban ya ahí descansando en sus camas. Fuerte pandilla de atletas, todos acostados al mediodía...jaja. Memorizando el número de habitación volví y en seguida fuimos al centro, a la pizzería donde van todos (tuvimos suerte y llegamos antes de los demás) a comer un plato de pasta.
En eso llegaba también Miguel pero fue a su hotel primero. Luego quedamos en campo base para poner las pegatinas a las bicis y casco, el dorsal a la cinta y llevarlo todo a boxes. Antes nos dió tiempo para descansar media hora watsapeando tonterías.
Pero con eso ya se hacía la hora de las cosas serias. Salen las chicas y detrás los demás. Debajo del arco no hay sitio para todos. Yo salí por un lado en undécima fila para evitar morados y daños mayores. (al acabar el triatlón me encontré con una persona con bolsa de hielo en la cara y dos que perdieron su Garmin en la natación) Fue brutal. 170 nadadores con un giro de 90º después de 150m en una boya. Yo pasé a unos 10m de la boya y con un par de golpes de menor importancia me libré de la batalla principal. El resto de la natación no era mas de lo de siempre. Nadé como Phelps pero salí del agua en el puesto 131 de 171... No era difícil encontrar mi bici, una de las pocas que quedaban colgando.
Después de salir del pueblo, en la recta subiendo veo una gran masa de ciclistas delante. Me impresiona. Empiezo a pedalear y voy adelantando. No tenía pensado competir fuerte pero al ritmo que iba dejando otros como si estuvieron parados, me fui animando y a media subida ya iba jaleando dándolo todo. Ahí, uno de los primeros conocidos que me encuentro es Sandro del Triteide. Con cara de mucha maldad le sonrío y doy un par de vatios mas para desmoralizarlo...jajaja. La subida al otro lado la hago en el mismo plan. Paso de poner plato pequeño, me pongo de pie donde haga falta y sigo recuperando puestos. Segunda vuelta, igual. Termino el segmento de bici un 25 puesto parcial, a un miserable segundo del parcial de Ibán y a 20 de Miguel que aprovechó bien un recorrido que le favorece. Considerando que apenas entreno en bici (entre 100 y 200km al mes) me doy por mas que satisfecho y empiezo a correr muy motivado. Me vuelven a adelantar algunos pero intento defender lo mejor posible mi posición. Flato en la segunda vuelta pero aflojo un poco y en la tercera vuelvo a recuperar un poco. Finalmente llego contento pero asfixiado.
Siempre digo lo mismo pero juro que no pensaba ir a tope, sino a disfrutar. Pero no puedo decir otra cosa que lo dí todo, absolutamente todo. No tenía idea de mi puesto general ni por categoría pero suponía que podía haber quedado primero en veteranos 2. Y así fue.
Ibán nadó bien pero a el no le favorecen las subidas en bici y en la transición de bici a correr tuvo problemas en los gemelos por lo que tampoco pudo correr a su ritmo habitual. Aún así quedó en el puesto 17. Sabiendo que es capaz de quedar entre los 10 primeros, deja sabor agridulce pero así es Ibán. Si no están alineados todos los planetas puede pasar de todo.
Y Miguel hizo una muy buena carrera pero otro sabor agridulce ya que empezó la carrera a pie junto al ganador de su categoría veteranos 1 para acabar finalmente 4º y fallar por segundos un puesto en el podium. Y eso corriendo bastante bien, pero es que los cuarentones corren como galgos mientras que el segundo, Andrea Dimaestri sale 4º del agua con un amplio margen, difícil de perder en una distancia sprint.
La tradición en el triatlón de La Gomera es la comida que ofrecen al acabar y en la que acabamos entre todos un par de barriles de cerveza. Luego me acoplo al equipo Triteide porque con ellos está asegurado el 4º segmento de carrera. Quizás se podría escribir un relato aparte sobre ese segmento pero me acuerdo muy poco. Lo dejo en que dormí muy poco y al día siguiente tenía unas sensaciones raras en la cabeza que no me dejaron hacer nada en todo el día...
Edición post-data: Agradecer a todos los que estuvieron animando pero sobre todo a Patricia que aparte de animar, nos dejó estos recuerdos que están aquí debajo.
CLASIFICACIÓN