Algunas imágenes de nuestra ruta Cruz del Carmen - Catalanes - Casas de la Cumbre - Taganana - Taborno - Chinamada - Cruz del Carmen, entrenando
martes, 25 de febrero de 2014
lunes, 24 de febrero de 2014
Trail Arico
En el relato anterior dije que participaría menos en carreras este año. Creo que había olvidado cómo disfruto en las carreras y más aún habría olvidado que las carreras son los mejores entrenamientos. El Trail Arico me lo recordó todo y hasta me reforzó esas sensaciones. Me lo pasé GENIAL!
En parte eso vino por verlo como entrenamiento para la Transgrancanaria. Bajé un poco el ritmo, sobre todo al principio, para que la carrera fuera una preparación para el gran día y no un desgaste inútil a menos de una semana del objetivo. Eso me borraba las opciones a trofeo por categoría pero viéndolo después, creo que no las tenía de ninguna manera. Por otro lado me aportaba la posibilidad de correr con los amigos, charlar un poco, disfrutar de la carrera y no tener que salir como una bala al principio para evitar las retenciones en el tapón al salir del asfalto. En el lugar donde, por las prisas, me caí el año pasado, acabando ya la carrera después de 1km, estuve parado un buen rato esta vez. Eso sí, con Fernando de Buho Trail agarrándome el brazo por si los nervios y el miedo a ese lugar volverían a hacerme tropezar, jaja. No había visto a Fernando antes porque llegó con Pedro en el último momento y aprovechamos la pausa para contarnos algunas cosas. Si la organización, en la próxima edición, nos ofrece un cafecito mientras esperamos el turno ahí, ya sería lo máximo. Tampoco fue el peor tapón que he visto, pasa en todas las carreras y es inevitable si no hay un largo tramo de asfalto o pista primero para abrir el grupo. Además la participación en el Trail Arico este año fue todo un récord, casi 400 en la distancia larga. Pobre sendero... (aunque fue quizás la primera vez que en todo el recorrido no vi nada tirado al suelo, poco a poco vamos portándonos mejor.)
Cuando todo empezó a caminar en serio, Fernando se mantuvo a medio gas para esperar a Pedro que tardó un poco más en tomarse ese cafecito...jaja. Fui adelantando puestos, intercambiando alguna palabra con conocidos por el camino hasta que me topé con Bernardo Reina. Hablando con él bajamos al último barranco antes de la subida larga hasta el Contador, incluso estuvimos medio kilómetro en la subida juntos. En un momento dado le aconsejé no acomodarse detrás de alguien, caminando en fila, cuando es posible ir a un ritmo mas alto. Me tomó la palabra al momento y fue como cuando, en una subida en coche, vas a bajas revoluciones, atrancado, y de repente reduces una marcha y pisas el acelerador. Salimos como cohetes, adelantando sin compasión. Sin darse cuenta, me puso el motor a temperatura y terminé haciéndole a el lo que le había recomendado un momento antes. En cuanto bajó algo el ritmo, le adelanté y seguí a lo mío. No hay mejor motivación en una carrera que la sensación de ir en el carril de izquierda en la autopista, adelantando uno tras otro. Tanta motivación que se me fue olvidando (como siempre) el plan de ir tranquilito entrenando. Aunque de vez en cuando me acordaba y bajaba el ritmo para no ir asfixiado... hasta que me volvía a olvidar... Haciendo esos cambios de ritmo, me di cuenta que las subidas muy largas se hacen mucho mas llevaderas de esa manera. Cuando voy muy rápido, poco a poco me voy asfixiando. Cuando ya resulta insoportable, bajo el ritmo hasta que vuelvo estar a gusto. Aprovecho para tomar un trago de agua y sin pensar en ello, voy subiendo otra vez el ritmo, es una acción automática. (al menos para mi) Y así sucesivamente. Llegando al Contador ya me encontraba con caras conocidas, las que suelo siempre tener alrededor de mi en las carreras. Había llegado a mi lugar en carrera aunque no tenía idea de cuanta gente iba por delante. Contento con el esfuerzo me relajé bastante en esos últimos metros hacía el merendero hasta que escuché los ánimos de José Rodriguez que nos estaba sacando fotos. Quedaban 10m de subida e hice un último esfuerzo, un simulacro de carrera explosiva, con mi mayor sonrisa, saludándole. Y valió la pena porque me dejó uno de los mejores recuerdos que tengo en carrera, grabado en píxeles formato jpg.
Un poco mas adelante estaban los hijos de Marce y Juani animando. Son ángeles, parecen tenerme cariño con lo poco que nos conocemos, animando con todas sus fuerzas, espontáneamente. Quizás es porque soy padre también, pero cuando te animan unos niños por tu nombre de esta manera, afecta mas que todas las demás ayudas que te puedan dar, mentalmente, en una carrera. Ya me lo han hecho en otras carreras como el Castañate las Patas, la media del Tanque, la Vulcan Race entre muchas. Desde aquí les mando un beso y gracias.
Bueno, me estoy desviando del tema. He perdido la concentración, emociones...jajaja. Por donde iba? Ah, por el Contador... Decidí pasar de los avituallamientos. Me di cuenta que cuando no hace demasiado calor, en 20km no hace falta mas que un poco de agua o isotónico, lo que llevo conmigo. Y mas cuando no voy a tope. Pero aún así, para ir lo mas rápido posible, lo único que tomaría sería un gel cada 40 minutos y esos los llevaría yo también. A partir de 3 horas es cuando pienso que puedo necesitar nutrición en carrera. Así que me tiré a la bajada sin pausa. La primera parte no es demasiada técnica y pude "volar" (a mi nivel, claro, además con tantas curvas en las que hay que frenar mi Garmin no bajaba la media de un kilómetro por debajo de 4'30") Me fui emocionando y vi como poco a poco me acercaba a otros corredores que al principio de la bajada no tenía ni a la vista. Llegué al famoso barranco de escalada de Arico. Hay un par de escalones "altitos" pero iba lanzado y con movimientos fuertes de los brazos al estilo pájaro intentaba suavizar los aterrizajes. Pero no fue hasta saliendo del barranco en otro avituallamiento que dejé de lado, que adelanté a algunos corredores. En lo que quedaba de bajada hasta Arico mejoré un par de puestos mas pero esos me los volvieron a quitar en el último kilómetro de asfalto. No lo entendía pero nada podía hacer. Iba a tope y para asegurarme miré el Garmin que me marcaba 3'30", ufff. Yo, físicamente, no puedo correr a mas velocidad. Me desintegro. Pero lo intentaba porque en ese mismo momento que miré el reloj, vi que estaba mejorando mi marca de hace dos años, algo que pensaba inalcanzable ya.
Crucé la meta en 2h22 en una carrera de menos a mas, con sonrisa, disfrutando. 4 minutos mas rápido que en 2012. (relato aqui)
Ese detalle es curioso porque últimamente me estoy quejando de no poder correr rápido. No aguanto ya un kilómetro en asfalto a 4minutos y mis recorridos habituales de entrenamiento no los consigo hacer en los tiempos de hace un año o dos. Pero este año he hecho solamente dos carreras, la maratón del Meridiano y Trail Arico y en las dos he mejorado mis marcas anteriores y al mismo tiempo con mejores sensaciones. O sea, tendré que dejar de quejarme. Es un sueño difícil de soñar... mejorar marcas cuando uno va a cumplir ya 52 años... :-))
Acabé en el puesto 47, 4º en categoría M50 detrás de 3 extraterrestres que realmente saben lo que es "correr" y que ya se habían duchado y cambiado cuando yo pasé por el arco de meta.
La organización nos alimentó con un buen plato de costillas con papas, mojo y gofio. Otro detalle que está convirtiendo esta carrera en un "no te la puedes perder". Recorrido espectacular y variado, ambiente agradable, trato exquisito e involucración total de la organización en su compromiso con los corredores. Felicidades a todo el equipo que nos ha ofrecido esta fiesta!
Dar las gracias a la tienda Giro O Tubo (GOT) en El Médano porque con las zapatillas de La Sportiva voy mas seguro en los tramos técnicos y con las prendas que me ofrecieron salgo mejor en las fotos!
(fotos de Jose Rodriguez y GOT)
Clasificaciones
En parte eso vino por verlo como entrenamiento para la Transgrancanaria. Bajé un poco el ritmo, sobre todo al principio, para que la carrera fuera una preparación para el gran día y no un desgaste inútil a menos de una semana del objetivo. Eso me borraba las opciones a trofeo por categoría pero viéndolo después, creo que no las tenía de ninguna manera. Por otro lado me aportaba la posibilidad de correr con los amigos, charlar un poco, disfrutar de la carrera y no tener que salir como una bala al principio para evitar las retenciones en el tapón al salir del asfalto. En el lugar donde, por las prisas, me caí el año pasado, acabando ya la carrera después de 1km, estuve parado un buen rato esta vez. Eso sí, con Fernando de Buho Trail agarrándome el brazo por si los nervios y el miedo a ese lugar volverían a hacerme tropezar, jaja. No había visto a Fernando antes porque llegó con Pedro en el último momento y aprovechamos la pausa para contarnos algunas cosas. Si la organización, en la próxima edición, nos ofrece un cafecito mientras esperamos el turno ahí, ya sería lo máximo. Tampoco fue el peor tapón que he visto, pasa en todas las carreras y es inevitable si no hay un largo tramo de asfalto o pista primero para abrir el grupo. Además la participación en el Trail Arico este año fue todo un récord, casi 400 en la distancia larga. Pobre sendero... (aunque fue quizás la primera vez que en todo el recorrido no vi nada tirado al suelo, poco a poco vamos portándonos mejor.)
Cuando todo empezó a caminar en serio, Fernando se mantuvo a medio gas para esperar a Pedro que tardó un poco más en tomarse ese cafecito...jaja. Fui adelantando puestos, intercambiando alguna palabra con conocidos por el camino hasta que me topé con Bernardo Reina. Hablando con él bajamos al último barranco antes de la subida larga hasta el Contador, incluso estuvimos medio kilómetro en la subida juntos. En un momento dado le aconsejé no acomodarse detrás de alguien, caminando en fila, cuando es posible ir a un ritmo mas alto. Me tomó la palabra al momento y fue como cuando, en una subida en coche, vas a bajas revoluciones, atrancado, y de repente reduces una marcha y pisas el acelerador. Salimos como cohetes, adelantando sin compasión. Sin darse cuenta, me puso el motor a temperatura y terminé haciéndole a el lo que le había recomendado un momento antes. En cuanto bajó algo el ritmo, le adelanté y seguí a lo mío. No hay mejor motivación en una carrera que la sensación de ir en el carril de izquierda en la autopista, adelantando uno tras otro. Tanta motivación que se me fue olvidando (como siempre) el plan de ir tranquilito entrenando. Aunque de vez en cuando me acordaba y bajaba el ritmo para no ir asfixiado... hasta que me volvía a olvidar... Haciendo esos cambios de ritmo, me di cuenta que las subidas muy largas se hacen mucho mas llevaderas de esa manera. Cuando voy muy rápido, poco a poco me voy asfixiando. Cuando ya resulta insoportable, bajo el ritmo hasta que vuelvo estar a gusto. Aprovecho para tomar un trago de agua y sin pensar en ello, voy subiendo otra vez el ritmo, es una acción automática. (al menos para mi) Y así sucesivamente. Llegando al Contador ya me encontraba con caras conocidas, las que suelo siempre tener alrededor de mi en las carreras. Había llegado a mi lugar en carrera aunque no tenía idea de cuanta gente iba por delante. Contento con el esfuerzo me relajé bastante en esos últimos metros hacía el merendero hasta que escuché los ánimos de José Rodriguez que nos estaba sacando fotos. Quedaban 10m de subida e hice un último esfuerzo, un simulacro de carrera explosiva, con mi mayor sonrisa, saludándole. Y valió la pena porque me dejó uno de los mejores recuerdos que tengo en carrera, grabado en píxeles formato jpg.
Un poco mas adelante estaban los hijos de Marce y Juani animando. Son ángeles, parecen tenerme cariño con lo poco que nos conocemos, animando con todas sus fuerzas, espontáneamente. Quizás es porque soy padre también, pero cuando te animan unos niños por tu nombre de esta manera, afecta mas que todas las demás ayudas que te puedan dar, mentalmente, en una carrera. Ya me lo han hecho en otras carreras como el Castañate las Patas, la media del Tanque, la Vulcan Race entre muchas. Desde aquí les mando un beso y gracias.
Bueno, me estoy desviando del tema. He perdido la concentración, emociones...jajaja. Por donde iba? Ah, por el Contador... Decidí pasar de los avituallamientos. Me di cuenta que cuando no hace demasiado calor, en 20km no hace falta mas que un poco de agua o isotónico, lo que llevo conmigo. Y mas cuando no voy a tope. Pero aún así, para ir lo mas rápido posible, lo único que tomaría sería un gel cada 40 minutos y esos los llevaría yo también. A partir de 3 horas es cuando pienso que puedo necesitar nutrición en carrera. Así que me tiré a la bajada sin pausa. La primera parte no es demasiada técnica y pude "volar" (a mi nivel, claro, además con tantas curvas en las que hay que frenar mi Garmin no bajaba la media de un kilómetro por debajo de 4'30") Me fui emocionando y vi como poco a poco me acercaba a otros corredores que al principio de la bajada no tenía ni a la vista. Llegué al famoso barranco de escalada de Arico. Hay un par de escalones "altitos" pero iba lanzado y con movimientos fuertes de los brazos al estilo pájaro intentaba suavizar los aterrizajes. Pero no fue hasta saliendo del barranco en otro avituallamiento que dejé de lado, que adelanté a algunos corredores. En lo que quedaba de bajada hasta Arico mejoré un par de puestos mas pero esos me los volvieron a quitar en el último kilómetro de asfalto. No lo entendía pero nada podía hacer. Iba a tope y para asegurarme miré el Garmin que me marcaba 3'30", ufff. Yo, físicamente, no puedo correr a mas velocidad. Me desintegro. Pero lo intentaba porque en ese mismo momento que miré el reloj, vi que estaba mejorando mi marca de hace dos años, algo que pensaba inalcanzable ya.
Crucé la meta en 2h22 en una carrera de menos a mas, con sonrisa, disfrutando. 4 minutos mas rápido que en 2012. (relato aqui)
Ese detalle es curioso porque últimamente me estoy quejando de no poder correr rápido. No aguanto ya un kilómetro en asfalto a 4minutos y mis recorridos habituales de entrenamiento no los consigo hacer en los tiempos de hace un año o dos. Pero este año he hecho solamente dos carreras, la maratón del Meridiano y Trail Arico y en las dos he mejorado mis marcas anteriores y al mismo tiempo con mejores sensaciones. O sea, tendré que dejar de quejarme. Es un sueño difícil de soñar... mejorar marcas cuando uno va a cumplir ya 52 años... :-))
Acabé en el puesto 47, 4º en categoría M50 detrás de 3 extraterrestres que realmente saben lo que es "correr" y que ya se habían duchado y cambiado cuando yo pasé por el arco de meta.
La organización nos alimentó con un buen plato de costillas con papas, mojo y gofio. Otro detalle que está convirtiendo esta carrera en un "no te la puedes perder". Recorrido espectacular y variado, ambiente agradable, trato exquisito e involucración total de la organización en su compromiso con los corredores. Felicidades a todo el equipo que nos ha ofrecido esta fiesta!
Dar las gracias a la tienda Giro O Tubo (GOT) en El Médano porque con las zapatillas de La Sportiva voy mas seguro en los tramos técnicos y con las prendas que me ofrecieron salgo mejor en las fotos!
(fotos de Jose Rodriguez y GOT)
Clasificaciones
viernes, 14 de febrero de 2014
Entrenamiento desde Santa Cruz
Es probable que este año haga menos carreras. La principal razón es que las carreras de montaña me han atraído en un principio como medio para conocer nuevos lugares y recorridos. Algunas repetiré con muchas ganas pero quedan muchos rincones por descubrir y me gusta mucho salir a entrenar en plan explorador, por lo que es posible que faltaré en algunos eventos.
Asimismo cambiarán los relatos en este blog porque algunos entrenamientos se merecen una buena crónica también. Además es posible que le sirven a alguno para organizar su propio entreno.
Este fin de semana pasado podría haber participado en el triatlón de Santa Cruz, pero tengo suficientes excusas para justificar mi ausencia. Quizás vuelvo a hacerlo el año que viene. Pero, junto con Miguel, planificamos un entrenamiento desde Las Teresitas y así aprovechar para respirar el ambiente del triatlón y animar a los amigos en la salida.
El recorrido que haríamos, lo había preparado el día anterior en la página http://www.trackprofiler.com/, descargué el archivo .gpx y lo instalé en la aplicación Everytrail que llevo corriendo en mi teléfono.
Pero la historia del entrenamiento empieza unos días antes. El jueves salí a correr 15km por Montaña Pelada en El Médano. Al principio despacito pero me fui animando y terminé dando todo lo que podía. Al día siguiente vino a buscarme Miguel para correr. Mi idea era hacer un poco mas de kilómetros pero mas lento... Ya desde el principio, Miguel marcó su ritmo y yo colgaba detrás como podía. Terminamos haciendo 22km al mismo ritmo que los 15 que había hecho el día anterior, y con mas desnivel. Estaba temblando sobre mis piernas. Suelo tomarme un bidón de recuperador después de una tal machacada pero no me quedaba agua... El sábado trabajé y descansé para la vuelta del domingo. El triatlón empezaba a las 8h30 por lo que tuvimos que madrugar bastante. Un kiwi, un plátano y un café, me parecía demasiado temprano para comer más... Me di cuenta al levantarme que no tenía "buenas piernas" pero bueno, serían "solamente" 30km "tranquilos"...
Vimos la salida del Half Triatlón de Santa Cruz, animamos un poco (o quizás no) a Ibán y Riccardo, los Vigorexicus presentes en la competición, y cuando desaparecieron entre otros 260 brazos en las aguas de Las Teresitas empezamos la aventura nuestra.
Cuando salimos a correr intentamos siempre respetar nuestras reglas básicas: salimos y llegamos al mismo punto. No volvemos por el mismo camino de ida (recorridos circulares) Hay excepciones, pero para este domingo nos comíamos 6km de asfalto al principio para cumplirlo, que sería la carretera hasta Igueste de San Andrés. El Garmin iba marcando 4:30, buen ritmo para empezar... Llegué a Igueste calentito... Ahí cruzamos el barranco por los paseos dentro del pueblo y empezamos la subida en frente hacía El Semáforo y Antequera. Por el camino nos encontramos con varios grupos de senderistas que sin realmente quererlo, nos animaban a subir el ritmo. (Al estilo de los típicos chistes sobre corredores que cuando pasan al lado de alguien, van ligeritos, dos veces mas rápido que lo habitual, con respiración silenciosa y una sonrisa de oreja a oreja, saludando con un totalmente natural "hola, buenos días, como van?") Total que cuando llegamos arriba, las gotas de mi sudor formaban un riachuelo cuesta abajo. Ahí nos encontramos con una casa en ruinas y Miguel utilizó la buena excusa para descansar : "voy a mirar lo que hay dentro de esa casa..." Menos mal, yo no podía ni contestar. De ahí a la playa de Antequera nos perdimos un par de veces y tuvimos que recurrir a nuestros teléfonos con el recorrido marcado con gps. Ahí llegamos, incluyendo los 6km de asfalto, desde Las Teresitas en 1h40. La marea estaba llena por lo que no había "playa" pero tampoco iba dejarme Miguel que me echara a coger sol... Seguimos sin parar hacía Las Casillas, todo subida por un barranco en el cual corría un buen chorro de agua. El ruido de las pequeñas cascadas era muy agradable pero mis piernas empezaron a pesar mas y mas, quitando tonalidad al sonido. Miguel iba delante y si no miraba atrás en 5 minutos ya ni me veía. Pero tuvo mucha paciencia y en el aburrimiento aprovechó para grabarme en video. Cuando por fin llegamos a Las Casillas, que son unas chabolas abandonadas (o así parecen) en la cima de un risco impresionante, únicamente accesibles por sendero, estoy mas muerto que vivo. Sin decir nada intento retrasar lo mas posible el comienzo del descenso. Y qué descenso... Elegí un trazado que aparece en mi mapa del Everytrail pero, mirando por donde había que bajar, parecía casi imposible, en una pared casi vertical del risco. Qué bueno, aventureros que somos, a disfrutarlo. Pero mis rodillas a duras penas soportan el peso de mi cuerpo y sufro. El famoso trazado nos lleva a una huerta privada y tuvimos que "saltar" la verja. Ya pisando una terraza recién sembrada, aparece el dueño. Pero Miguel, que iba delante (que raro) le soltó la excusa de que nos perdimos y el hombre hasta nos explica por donde seguir. El truco funcionó tán bien que recurriríamos a él mas adelante otra vez...jejeje. Aun así, Miguel se pierde un poco y así conseguí adelantarle, jajaja. De ahí en adelante, decidió quedarse detrás de mi. No exactamente para no perderse pero para no tener que esperar cada 200m... Cuando el terreno dejaba correr, no iba tan mal. Pero no podía bajar escalones y no podía fiar de mis piernas en los tramos técnicos.
El sendero termina en la parte alta de Igueste de San Andrés donde cogimos otra vez hacía arriba por el último tramo de asfalto que termina sin salida en el barranco de Igueste. Miguel llegó a proponer bajar el asfalto en vez de subir y abandonar el recorrido planificado. No creo que le decía en serio, era para quedar bien y sabía que iba decir que no. Si quiero acabar la Transgrancanaria, hay que aprender a sufrir, jaja.
El barranco de Igueste tenía mucha agua. Nos encontramos con bastante gente en la primera parte, disfrutando de unos jardines "zen" totalmente naturales, impresionantes. Era imposible no disfrutar. Olvidé las piernas y el sufrimiento. Si no podía correr, pues caminar y seguir. Tampoco íbamos taaaan lentos. Bastante rápido para volver a equivocarnos con lo que llegamos de repente a unas casas y cultivos con gente trabajando. Precioso, valió la pena perderse. Increíble lo que hace la gente ahí. Nosotros parecíamos unos turistas idiotas con pinta de deportistas al lado de estos auténticos campesinos Canarios con bolsas de papas y calabazas al hombro, alejados al menos 4 km de cualquier pista accesible con un vehículo y que conocen su monte mejor que nosotros los "smileys" del whatsapp... Así que les soltamos otra vez que probablemente nos habíamos perdido (aunque ya habíamos verificado en nuestros teléfonos que teníamos salida por ahí) y con todo detalle (la casa de madera allá, el pino aquel, el risco que ves ahí...) nos explican como llegar otra vez al camino "oficial"
Cruzamos el barranco en la casa de madera, pasamos por el famoso pino y nos metemos en la subida mas bonita de todo el recorrido, en un denso bosque. Menos mal que nos perdimos. Después del risco enlazamos otra vez con el camino que entre ladear y un poco mas de subida nos lleva muy cerca a la carretera de Las Bodegas o carretera de la Cumbre. Ya no me quejaba mucho pero íbamos lentos, lo admito. Tan lento que Miguel vuelve a aburrirse y busca su canción preferida en youtube (había cobertura) "because I'm happy" y se pone a bailar detrás de mi... Lo que hay que aguantar, jajajaja.
Luego la bajada nos lleva directo hacía San Andrés. Nada. De 700m a 0m derecho de una vez. La primera parte es una auténtica gozada para correr aunque lo que hacía se parecía poco a ese gesto deportivo. Arrastrándome al final, llegamos abajo y me tiro al suelo con un suspiro enorme. HECHO. Nos cambiamos (tardé un poco en poder desatarme las zapatillas) y fuimos a animar a los triatletas en la llegada.
UY... Ya han llegado, jajaja. Claro, tardamos 5h30min en hacer esos 31km... Ibán ya había vaciado un cubo de cervezas pero pedimos un par de ellos mas y recuperamos animando a los Olímpicos que estaban en la parte de bici. Ibán nos contó su carrerón, empezando a correr después de la transición de bici en segundo lugar. Y finalmente quedando 6º ! Felicidades, porque eso ha sido realmente sin entrenar, sin preparación. Muy fuerte. Bastante mas fuerte que mis piernitas...
Gracias por su atención y tiempo perdido, y hasta la próxima...
San Andres-Antequera-Las Casillas at EveryTrail
EveryTrail
Asimismo cambiarán los relatos en este blog porque algunos entrenamientos se merecen una buena crónica también. Además es posible que le sirven a alguno para organizar su propio entreno.
Este fin de semana pasado podría haber participado en el triatlón de Santa Cruz, pero tengo suficientes excusas para justificar mi ausencia. Quizás vuelvo a hacerlo el año que viene. Pero, junto con Miguel, planificamos un entrenamiento desde Las Teresitas y así aprovechar para respirar el ambiente del triatlón y animar a los amigos en la salida.
El recorrido que haríamos, lo había preparado el día anterior en la página http://www.trackprofiler.com/, descargué el archivo .gpx y lo instalé en la aplicación Everytrail que llevo corriendo en mi teléfono.
Pero la historia del entrenamiento empieza unos días antes. El jueves salí a correr 15km por Montaña Pelada en El Médano. Al principio despacito pero me fui animando y terminé dando todo lo que podía. Al día siguiente vino a buscarme Miguel para correr. Mi idea era hacer un poco mas de kilómetros pero mas lento... Ya desde el principio, Miguel marcó su ritmo y yo colgaba detrás como podía. Terminamos haciendo 22km al mismo ritmo que los 15 que había hecho el día anterior, y con mas desnivel. Estaba temblando sobre mis piernas. Suelo tomarme un bidón de recuperador después de una tal machacada pero no me quedaba agua... El sábado trabajé y descansé para la vuelta del domingo. El triatlón empezaba a las 8h30 por lo que tuvimos que madrugar bastante. Un kiwi, un plátano y un café, me parecía demasiado temprano para comer más... Me di cuenta al levantarme que no tenía "buenas piernas" pero bueno, serían "solamente" 30km "tranquilos"...
Vimos la salida del Half Triatlón de Santa Cruz, animamos un poco (o quizás no) a Ibán y Riccardo, los Vigorexicus presentes en la competición, y cuando desaparecieron entre otros 260 brazos en las aguas de Las Teresitas empezamos la aventura nuestra.
Cuando salimos a correr intentamos siempre respetar nuestras reglas básicas: salimos y llegamos al mismo punto. No volvemos por el mismo camino de ida (recorridos circulares) Hay excepciones, pero para este domingo nos comíamos 6km de asfalto al principio para cumplirlo, que sería la carretera hasta Igueste de San Andrés. El Garmin iba marcando 4:30, buen ritmo para empezar... Llegué a Igueste calentito... Ahí cruzamos el barranco por los paseos dentro del pueblo y empezamos la subida en frente hacía El Semáforo y Antequera. Por el camino nos encontramos con varios grupos de senderistas que sin realmente quererlo, nos animaban a subir el ritmo. (Al estilo de los típicos chistes sobre corredores que cuando pasan al lado de alguien, van ligeritos, dos veces mas rápido que lo habitual, con respiración silenciosa y una sonrisa de oreja a oreja, saludando con un totalmente natural "hola, buenos días, como van?") Total que cuando llegamos arriba, las gotas de mi sudor formaban un riachuelo cuesta abajo. Ahí nos encontramos con una casa en ruinas y Miguel utilizó la buena excusa para descansar : "voy a mirar lo que hay dentro de esa casa..." Menos mal, yo no podía ni contestar. De ahí a la playa de Antequera nos perdimos un par de veces y tuvimos que recurrir a nuestros teléfonos con el recorrido marcado con gps. Ahí llegamos, incluyendo los 6km de asfalto, desde Las Teresitas en 1h40. La marea estaba llena por lo que no había "playa" pero tampoco iba dejarme Miguel que me echara a coger sol... Seguimos sin parar hacía Las Casillas, todo subida por un barranco en el cual corría un buen chorro de agua. El ruido de las pequeñas cascadas era muy agradable pero mis piernas empezaron a pesar mas y mas, quitando tonalidad al sonido. Miguel iba delante y si no miraba atrás en 5 minutos ya ni me veía. Pero tuvo mucha paciencia y en el aburrimiento aprovechó para grabarme en video. Cuando por fin llegamos a Las Casillas, que son unas chabolas abandonadas (o así parecen) en la cima de un risco impresionante, únicamente accesibles por sendero, estoy mas muerto que vivo. Sin decir nada intento retrasar lo mas posible el comienzo del descenso. Y qué descenso... Elegí un trazado que aparece en mi mapa del Everytrail pero, mirando por donde había que bajar, parecía casi imposible, en una pared casi vertical del risco. Qué bueno, aventureros que somos, a disfrutarlo. Pero mis rodillas a duras penas soportan el peso de mi cuerpo y sufro. El famoso trazado nos lleva a una huerta privada y tuvimos que "saltar" la verja. Ya pisando una terraza recién sembrada, aparece el dueño. Pero Miguel, que iba delante (que raro) le soltó la excusa de que nos perdimos y el hombre hasta nos explica por donde seguir. El truco funcionó tán bien que recurriríamos a él mas adelante otra vez...jejeje. Aun así, Miguel se pierde un poco y así conseguí adelantarle, jajaja. De ahí en adelante, decidió quedarse detrás de mi. No exactamente para no perderse pero para no tener que esperar cada 200m... Cuando el terreno dejaba correr, no iba tan mal. Pero no podía bajar escalones y no podía fiar de mis piernas en los tramos técnicos.
El sendero termina en la parte alta de Igueste de San Andrés donde cogimos otra vez hacía arriba por el último tramo de asfalto que termina sin salida en el barranco de Igueste. Miguel llegó a proponer bajar el asfalto en vez de subir y abandonar el recorrido planificado. No creo que le decía en serio, era para quedar bien y sabía que iba decir que no. Si quiero acabar la Transgrancanaria, hay que aprender a sufrir, jaja.
El barranco de Igueste tenía mucha agua. Nos encontramos con bastante gente en la primera parte, disfrutando de unos jardines "zen" totalmente naturales, impresionantes. Era imposible no disfrutar. Olvidé las piernas y el sufrimiento. Si no podía correr, pues caminar y seguir. Tampoco íbamos taaaan lentos. Bastante rápido para volver a equivocarnos con lo que llegamos de repente a unas casas y cultivos con gente trabajando. Precioso, valió la pena perderse. Increíble lo que hace la gente ahí. Nosotros parecíamos unos turistas idiotas con pinta de deportistas al lado de estos auténticos campesinos Canarios con bolsas de papas y calabazas al hombro, alejados al menos 4 km de cualquier pista accesible con un vehículo y que conocen su monte mejor que nosotros los "smileys" del whatsapp... Así que les soltamos otra vez que probablemente nos habíamos perdido (aunque ya habíamos verificado en nuestros teléfonos que teníamos salida por ahí) y con todo detalle (la casa de madera allá, el pino aquel, el risco que ves ahí...) nos explican como llegar otra vez al camino "oficial"
Cruzamos el barranco en la casa de madera, pasamos por el famoso pino y nos metemos en la subida mas bonita de todo el recorrido, en un denso bosque. Menos mal que nos perdimos. Después del risco enlazamos otra vez con el camino que entre ladear y un poco mas de subida nos lleva muy cerca a la carretera de Las Bodegas o carretera de la Cumbre. Ya no me quejaba mucho pero íbamos lentos, lo admito. Tan lento que Miguel vuelve a aburrirse y busca su canción preferida en youtube (había cobertura) "because I'm happy" y se pone a bailar detrás de mi... Lo que hay que aguantar, jajajaja.
Luego la bajada nos lleva directo hacía San Andrés. Nada. De 700m a 0m derecho de una vez. La primera parte es una auténtica gozada para correr aunque lo que hacía se parecía poco a ese gesto deportivo. Arrastrándome al final, llegamos abajo y me tiro al suelo con un suspiro enorme. HECHO. Nos cambiamos (tardé un poco en poder desatarme las zapatillas) y fuimos a animar a los triatletas en la llegada.
UY... Ya han llegado, jajaja. Claro, tardamos 5h30min en hacer esos 31km... Ibán ya había vaciado un cubo de cervezas pero pedimos un par de ellos mas y recuperamos animando a los Olímpicos que estaban en la parte de bici. Ibán nos contó su carrerón, empezando a correr después de la transición de bici en segundo lugar. Y finalmente quedando 6º ! Felicidades, porque eso ha sido realmente sin entrenar, sin preparación. Muy fuerte. Bastante mas fuerte que mis piernitas...
Gracias por su atención y tiempo perdido, y hasta la próxima...
San Andres-Antequera-Las Casillas at EveryTrail
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