lunes, 24 de febrero de 2014

Trail Arico

En el relato anterior dije que participaría menos en carreras este año. Creo que había olvidado cómo disfruto en las carreras y más aún habría olvidado que las carreras son los mejores entrenamientos. El Trail Arico me lo recordó todo y hasta me reforzó esas sensaciones. Me lo pasé GENIAL!
En parte eso vino por verlo como entrenamiento para la Transgrancanaria. Bajé un poco el ritmo, sobre todo al principio, para que la carrera fuera una preparación para el gran día y no un desgaste inútil a menos de una semana del objetivo. Eso me borraba las opciones a trofeo por categoría pero viéndolo después, creo que no las tenía de ninguna manera. Por otro lado me aportaba la posibilidad de correr con los amigos, charlar un poco, disfrutar de la carrera y no tener que salir como una bala al principio para evitar las retenciones en el tapón al salir del asfalto. En el lugar donde, por las prisas, me caí el año pasado, acabando ya la carrera después de 1km, estuve parado un buen rato esta vez. Eso sí, con Fernando de Buho Trail agarrándome el brazo por si los nervios y el miedo a ese lugar volverían a hacerme tropezar, jaja. No había visto a Fernando antes porque llegó con Pedro en el último momento y aprovechamos la pausa para contarnos algunas cosas. Si la organización, en la próxima edición, nos ofrece un cafecito mientras esperamos el turno ahí, ya sería lo máximo. Tampoco fue el peor tapón que he visto, pasa en todas las carreras y es inevitable si no hay un largo tramo de asfalto o pista primero para abrir el grupo. Además la participación en el Trail Arico este año fue todo un récord, casi 400 en la distancia larga. Pobre sendero... (aunque fue quizás la primera vez que en todo el recorrido no vi nada tirado al suelo, poco a poco vamos portándonos mejor.)
Cuando todo empezó a caminar en serio, Fernando se mantuvo a medio gas para esperar a Pedro que tardó un poco más en tomarse ese cafecito...jaja. Fui adelantando puestos, intercambiando alguna palabra con conocidos por el camino hasta que me topé con Bernardo Reina. Hablando con él bajamos al último barranco antes de la subida larga hasta el Contador, incluso estuvimos medio kilómetro en la subida juntos. En un momento dado le aconsejé no acomodarse detrás de alguien, caminando en fila, cuando es posible ir a un ritmo mas alto. Me tomó la palabra al momento y fue como cuando, en una subida en coche, vas a bajas revoluciones, atrancado, y de repente reduces una marcha y pisas el acelerador. Salimos como cohetes, adelantando sin compasión. Sin darse cuenta, me puso el motor a temperatura y terminé haciéndole a el lo que le había recomendado un momento antes. En cuanto bajó algo el ritmo, le adelanté y seguí a lo mío. No hay mejor motivación en una carrera que la sensación de ir en el carril de izquierda en la autopista, adelantando uno tras otro. Tanta motivación que se me fue olvidando (como siempre) el plan de ir tranquilito entrenando. Aunque de vez en cuando me acordaba y bajaba el ritmo para no ir asfixiado... hasta que me volvía a olvidar... Haciendo esos cambios de ritmo, me di cuenta que las subidas muy largas se hacen mucho mas llevaderas de esa manera. Cuando voy muy rápido, poco a poco me voy asfixiando. Cuando ya resulta insoportable, bajo el ritmo hasta que vuelvo estar a gusto. Aprovecho para tomar un trago de agua y sin pensar en ello, voy subiendo otra vez el ritmo, es una acción automática. (al menos para mi) Y así sucesivamente. Llegando al Contador ya me encontraba con caras conocidas, las que suelo siempre tener alrededor de mi en las carreras. Había llegado a mi lugar en carrera aunque no tenía idea de cuanta gente iba por delante. Contento con el esfuerzo me relajé bastante en esos últimos metros hacía el merendero hasta que escuché los ánimos de José Rodriguez que nos estaba sacando fotos. Quedaban 10m de subida e hice un último esfuerzo, un simulacro de carrera explosiva, con mi mayor sonrisa, saludándole. Y valió la pena porque me dejó uno de los mejores recuerdos que tengo en carrera, grabado en píxeles formato jpg.
Un poco mas adelante estaban los hijos de Marce y Juani animando. Son ángeles, parecen tenerme cariño con lo poco que nos conocemos, animando con todas sus fuerzas, espontáneamente. Quizás es porque soy padre también, pero cuando te animan unos niños por tu nombre de esta manera, afecta mas que todas las demás ayudas que te puedan dar, mentalmente, en una carrera. Ya me lo han hecho en otras carreras como el Castañate las Patas, la media del Tanque, la Vulcan Race entre muchas. Desde aquí les mando un beso y gracias.
Bueno, me estoy desviando del tema. He perdido la concentración, emociones...jajaja. Por donde iba? Ah, por el Contador... Decidí pasar de los avituallamientos. Me di cuenta que cuando no hace demasiado calor, en 20km no hace falta mas que un poco de agua o isotónico, lo que llevo conmigo. Y mas cuando no voy a tope. Pero aún así, para ir lo mas rápido posible, lo único que tomaría sería un gel cada 40 minutos y esos los llevaría yo también. A partir de 3 horas es cuando pienso que puedo necesitar nutrición en carrera. Así que me tiré a la bajada sin pausa. La primera parte no es demasiada técnica y pude "volar" (a mi nivel, claro, además con tantas curvas en las que hay que frenar mi Garmin no bajaba la media de un kilómetro por debajo de 4'30") Me fui emocionando y vi como poco a poco me acercaba a otros corredores que al principio de la bajada no tenía ni a la vista. Llegué al famoso barranco de escalada de Arico. Hay un par de escalones "altitos" pero iba lanzado y con movimientos fuertes de los brazos al estilo pájaro intentaba suavizar los aterrizajes. Pero no fue hasta saliendo del barranco en otro avituallamiento que dejé de lado, que adelanté a algunos corredores. En lo que quedaba de bajada hasta Arico mejoré un par de puestos mas pero esos me los volvieron a quitar en el último kilómetro de asfalto. No lo entendía pero nada podía hacer. Iba a tope y para asegurarme miré el Garmin que me marcaba 3'30", ufff. Yo, físicamente, no puedo correr a mas velocidad. Me desintegro. Pero lo intentaba porque en ese mismo momento que miré el reloj, vi que estaba mejorando mi marca de hace dos años, algo que pensaba inalcanzable ya.
Crucé la meta en 2h22 en una carrera de menos a mas, con sonrisa, disfrutando. 4 minutos mas rápido que en 2012. (relato aqui)
Ese detalle es curioso porque últimamente me estoy quejando de no poder correr rápido. No aguanto ya un kilómetro en asfalto a 4minutos y mis recorridos habituales de entrenamiento no los consigo hacer en los tiempos de hace un año o dos. Pero este año he hecho solamente dos carreras, la maratón del Meridiano y Trail Arico y en las dos he mejorado mis marcas anteriores y al mismo tiempo con mejores sensaciones. O sea, tendré que dejar de quejarme. Es un sueño difícil de soñar... mejorar marcas cuando uno va a cumplir ya 52 años... :-))
Acabé en el puesto 47, 4º en categoría M50 detrás de 3 extraterrestres que realmente saben lo que es "correr" y que ya se habían duchado y cambiado cuando yo pasé por el arco de meta.
La organización nos alimentó con un buen plato de costillas con papas, mojo y gofio. Otro detalle que está convirtiendo esta carrera en un "no te la puedes perder". Recorrido espectacular y variado, ambiente agradable, trato exquisito e involucración total de la organización en su compromiso con los corredores. Felicidades a todo el equipo que nos ha ofrecido esta fiesta!
Dar las gracias a la tienda Giro O Tubo (GOT) en El Médano porque con las zapatillas de La Sportiva voy mas seguro en los tramos técnicos y con las prendas que me ofrecieron salgo mejor en las fotos!
(fotos de Jose Rodriguez y GOT)

Clasificaciones







1 comentario:

Bernardo dijo...

Magnífica crónica amigo, fue un placer correr junto a ti un ratito!

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