II Castañate Las Patas

Menos mal que tengo poco tiempo ahora porque sino escribiría un libro sobre la carrera de ayer. He oído cosas malas, he visto confusión pero yo solo he vivido cosas buenas (quitando sufrimiento...jaja)
Quedó demostrado que organizar una carrera no es fácil y quizás hay que dedicar mas tiempo en imaginarse todos los posibles imprevistos para estar preparado ante ellos que lo que es la prueba en sí. Estoy seguro que algunas personas de la organización necesitan un par de días para recuperarse del estrés. Yo diría que tiene bastante mérito lo que han hecho. Una gran carrera "entre colegas" con mucha voluntad de parte de los que la hicieron posible, y a destacar la apuesta y el trabajo del Sr. alcalde y el Ayuntamiento de La Victoria !
Si consideramos que ninguno de nosotros es un "profesional" del deporte de trailrunning y que estamos todos allí para combinar la competición con un alto grado de disfrute, hemos vivido un día memorable, yo diría, impresionante.
Del equipo VGRX ya es habitual que solo acuden Miguel y yo a las pruebas. Es lo que hay, no pretendemos ser un gran equipo, solo un par de amigos disfrutando del deporte dentro de sus posibilidades y responsabilidades. Intentamos motivar a Ibán y Kike, pero su rendimiento es menos fiable que el alternador del coche de Vettel.
Y así nos marchamos los dos de madrugón a las 6h30, un domingo por la mañana, a La Victoria, dispuestos a mojarnos y enfangarnos con la previsión de tormenta. Según esas previsiones, la lluvia no llegaría antes de las 12... Nuestro amigo Samuel ya había recogido nuestros dorsales el día anterior y nos esperaba arriba en Los Arroyos. Para llegar hasta allí la organización puso, igual que en la primera edición, unas guaguas desde el pabellon de La Victoria, ya que allí arriba no hay donde dejar 200 coches. Una de las dos guaguas se averió y tuvimos que esperar bastante para llegar arriba pero mientras estábamos en la buena compañía de Pedro y Fernando del Buho Trail (jaja, mas Buho que trail diría yo...jaja) con las típicas conversaciones que  suben los nervios antes de la salida de una competición.
Muy justito a las 9h de la mañana estabamos todos preparados para la salida. Faltó el calentamiento, pero más bien por pereza a cansarse ya antes de empezar.
Miguel se puso en primera fila (por fin) con los favoritos, a Samuel lo perdí de vista, los Buhos estaban relajados cerrando filas detrás y yo me puse en el medio con algún compañero de grupo de edad. Supongo que Miguel habrá salido a 200 por hora pero para mi fue la salida mas lenta de mi vida. El primer kilómetro a 10min seguro. Fue muy complicado adelantar a la gente y me sorprendió que allí, nadie tenía prisa. Jaja, vaya contraste de mentalidad de competición. No importa, pero en la próxima salgo mas adelante, eso seguro. A las pruebas voy para competir aunque me da igual quedar bien o mal, pero yo quiero darlo todo lo que puedo.
Después del tramo inicial ya empieza una brutal subida, larga. Mientras podía, seguía trotando aunque era el único y adelantaba la "peña" de 10 en 10 hasta llegar con los que iban a mi ritmo. Ya habían pasado un par de kilómetros y llegamos al divertido tramo de subida con cuerdas. Antes de llegar a una primera bajada alcancé a Samuel, no me acuerdo exactamente donde. En un principio pensaba que no lo iba a ver mas, pero en la bajada ya lo tenía pisándome los talones. Me volvió a adelantar y llegó justo delante al primer avituallamiento. Allí se dividían las dos distancias de carrera. 10km a la izquierda y nosotros, 21km, a la derecha. Corriendo por un sendero ancho iba cogiendo poco a poco a Samuel otra vez y conversamos algunas palabras. Cuando lo adelanto, me dice: "ya te cogo en el cortafuegos". Pero no pude escaparme y llegamos juntos a el. El cortafuegos es un tramo en vertical en la montaña donde quitaron los pinos y vegetación para poder parar un frente de fuego en caso de incendio. Pues eso, vertical...
Empezamos juntos, Samuel y yo, bastante tranquilo para no quemarnos en 100m, yo tomándome un gel (Samu ya lo tomó antes) y con paso firme y fuerte subimos. Al final Samu no pudo cogerme, jaja, pero estaba allí cerca y así, otra vez pisándome los talones hasta el avituallamiento de arriba. Sin el me habría relajado un poco pero como él decía que yo estaba como un toro, tenía que demostrarlo, jajajajaa. Total que nos sirvió para los dos sin duda.
En el avituallamiento no paré en un intento de ataque táctico para escaparme... No funcionó. Iba volando hacía abajo pero después de unos minutos ya oía los pasos de alguien pegado detrás... Otra vez Samuel. Bueno, el bajaba claramente más rápido así que me quité del medio y le dejé pasar. Intenté durante un rato seguirle pero me desintegraba por exceso de velocidad... Los años no perdonan (excusas...) Poco a poco se separaba y lo perdí de vista. Toda la bajada era muy rápida y divertida. Algunos tramos donde iba adelantando ya participantes de la prueba corta que bajaba por el mismo sitio, eran bastante técnicos con roca resbaladiza muy irregular y mis tobillos sufrieron. Pero sin signos de la lesión que tenía.
Cuando ya quedaba poco para llegar, viendo el pueblo delante, de repente me quedé sin gasolina... una sensación de fatiga general, hambre, sueño, sin ganas ni de caminar. Solo había llevado dos geles y llevaba más de 2h30 en carrera. La verdad es que no entiendo como hace la gente que no lleva nada y apenas cogen un trocito de naranja en los avituallamientos. Mi mente no paraba de forzar con la idea de que quedaba menos de un kilómetro pero la sensación fue terrible. Además empezó a llover en ese momento. Lo único que pensé al llegar a meta fue encontrar algo de comer. Me aplaudió Samuel, Marce y familia pero ni caso. Primero comer. Conseguí dos manos llenos de pasas que comí como si hubiera sobrevivido una semana sin alimentación y ya dentro del pabellón me encontré con Miguel que había conseguido un bocadillo (un premio para los 5 primeros de la carrera larga??) y me lo dio.
En un principio no tenía idea ni de mi puesto ni del tiempo de carrera. Me metí en la ducha, a disposición de los corredores, con todo puesto y mientras me cambiaba a ropa seca y calentita llegaron los Buhos Fernando y Pedro, apenas 10min detrás. Mucho bacilón pero, igual que en El Tanque, han corrido !
Fuera cayó todo el agua que tenía que caer y no quiero imaginarme el tramo de camino embarrado en bajada para los que venían detrás.
Por culpa del mal tiempo tuvieron que re-ubicar la castañada y entrega de trofeos al pabellon de deportes de La Victoria, abajo donde teníamos los coches. Comimos, bebimos, música y buen ambiente. Como buenos Vigorexicus, nos llevamos un par de trofeos aunque no voy a entrar en detalles sobre la entrega de ellos. Miguel quedó 4º de la general y segundo de M40, yo 21 en la general, 1º de M50. Y aparte del trofeo, nos llevamos una buena bolsa de castañas frescas, hhmmm, qué rico!
Especial agradecimiento a Marce, su mujer e hijos que estuvieron por todo el recorrido sacando fotos, a pesar de la lluvia al final. Seguro que se quedaron con unos remordimientos por no haber podido participar...
El año que viene volveremos !
Las fotos de Marce