domingo, 30 de octubre de 2011
Castañate las Patas, La Victoria
Apenas puedo escribir, estoy destrozado. Para nada he notado que el cambio de horario nos regaló una hora más y el madrugón a las 6 fue duro. Llegamos a las 7h30 en La Victoria y el frío es impactante. Nos dan dorsales y una guagua nos sube por unas calles con pendientes de un 25% o más al barrio Los Arroyos donde se va a dar la salida. Alrededor, por un lado, vistas hacía el mar y el Puerto de La Cruz y por el otro unos viñedos y detrás impresionantes montañas. Salimos a correr un poco, a ver si el cuerpo entra en calor, y se sueltan las piernas congeladas. Salida a las 9h08 minutos y nos quedan por delante 22,5km de montaña. No me acuerdo cuanto tiempo estuvimos corriendo, pero muy poco. Aún en carretera hormigonada ya la pendiente obligaba a caminar. Una vez en tierra, peor. En algunos tramos tuvimos que aguantarnos a unas cuerdas para no caer barranco abajo, meternos debajo de troncos de arboles caídos y correr en equilibrio sobre un tubo redondo de hormigón en medio de un bosque de castaños. Primera bajada en tierra suelta que nos dejó pintado de color marrón y los zapatos llenos y se vuelve a subir, caminando. Después de 5km enlazamos con pistas anchas, senderos de montaña con menos pendiente y el resto de la subida la podemos hacer corriendo "cómodamente" mientras los castaños se reemplazan por pinos. Llegamos hasta una altitud de 1500m (la salida era a 570) La bajada por el bosque va muy bien también, mucho meneo de un lado al otro hasta que llegamos otra vez a calle de hormigón con terrible pendiente para rematar bien lo que queda en las piernas. Me duele un poco la espalda, pero sobre todo las uñas de los dedos gordos ya que mis zapatillas las compré en oferta y no quedaba mi talla. Las compré pequeñas. Tortura bajando esas calles pero en fin, llegamos vivos y enteros. Buen ambiente en la llegada y después. Actuación de las "Esponjas del Norte", ... sin comentarios. Nos dan de comer, castañas asadas, papas arrugadas con mojo, pescado salado y vino del país y entregan los trofeos. Nuestro team se está repartiendo bien los trofeos y esta vez le tocaba a Miguel que hizo una prueba espectacular terminando en 6º lugar, 2º en su categoría. La carrera fue un éxito, con casi 300 participantes (eso sí, divididos en carrera de 10km y 22,5km) y hay que destacar la buena organización, algo a lo que nos acostumbramos ya en los trail. No sólo organizan la carrera en sí, pero hay comida y eso lo convierte después en un buen rollo social. De eso pueden aprender los que organizan triatlones, donde nada más terminar nos mandan con una patadita en el culo a casa.
Lo malo de la prueba ha sido que la intención era hacerla suavemente, solo ir a disfrutar para no fastidiar la media maratón de Santa Cruz el próximo sábado y creo que nos hemos pasado un poco. No sé Miguel, pero yo estaré un para de días tocado, me siento machacado.
Lo malo de la prueba ha sido que la intención era hacerla suavemente, solo ir a disfrutar para no fastidiar la media maratón de Santa Cruz el próximo sábado y creo que nos hemos pasado un poco. No sé Miguel, pero yo estaré un para de días tocado, me siento machacado.
domingo, 23 de octubre de 2011
Ya tenemos fotos de Buenavista
Gracias a Ibán (Laura) y Running-Tenerife. Intentaré esconder el sufrimiento y fingir alegría en las próximas, pero no sé si puedo...
Carrera Popular Los Remedios, Buenavista
Después de un fin de semana de "descanso", ya echábamos de menos una carrerita. Nos inscribimos en esta de Buenavista y allí fuimos, cada uno por su lado, porque Miguel estaba ya en Santa Cruz con Patricia, Ibán se quedaba el fin de semana en Icod y yo, pobre d'Jo, solito con el coche a darme la paliza de ir y volver a Buenavista por Santiago del Teide. No sé si me cansó más la carrera o el coche. Llegué tarde porque calculé el tiempo recordando las veces que he ido con el Mini a surfear en La Caleta de Interián, y que hacía el trayecto en una hora. Con mi Fiat Punto 1,2 se tarda media hora mas...Tuve suerte de encontrar un sitio donde dejar el coche muy cerca y mientras veía a todos calentando, me puse el dorsal y me tomé una barrita energética, porque tampoco había almorzado.Vaya idea de hacer carreras a la hora de la siesta (17h), me rompen los esquemas. En fin, pude calentar unos 500 metros y estirar un poco.
Salida muy puntual, desde la plaza de Buenavista. Explicaron el recorrido pero no presté mucha atención ya que no conozco de nada esa zona. Lo único que oí era que subir, bajar, volver a subir, volver a bajar, más subir y más bajar. Una especie de W. Ví a todos los super-maquinas presentes, esa vez hasta el ultra-maquina Miguel Angel Vaquero. También los viejos como yo que siempre me adelantan como si tuvieran 20 años. En los primeros kilómetros no se abrió demasiado el grupo, podía ver (a lo lejos, eso sí) a los primeros pero después de la primera subida eso ya cambió. Miguel Angel iba solito delante y un rato después iba el conocido grupo de los que ganan cuando no está el Vaquero. Detrás de estos otro hueco y el tercer grupo con Miguel y Ibán incluido. Nos cruzamos porque el recorrido hacía las patas de la "W" por la misma carretera. (espero que entiendan mi explicación) Intenté saludarles pero en la segunda "pata" ya no me salía voz porque nos hicieron correr 10km con un solo puesto de agua en un recorrido bastante caluroso y soleado. Aparte de que iba afixiado, por su puesto. Ibán y Miguel llegaron juntos a meta en unos 37 y algo minutos. Felicidades. Es fruto de sus intensos entrenamientos últimamente, pensados en marcar un reto en la media maratón de Santa Cruz. Yo llegué después de 42 y algo, lo de siempre, ni mejor, ni peor que otras. Y en 53 (creo recordarme) llegó en meta nuestra ya media Vigorexica Patricia, en realidad única (otra vez) representante de club Triteide. Por categorías estaba la cosa difícil, cincuentones en 38 minutos, cuarentones en 33, y nos encontramos entre 5 y 7 lugar. Pero Patricia consiguió podio con un segundo puesto en su categoría del que nunca veremos la foto porque la sacó, como en ocasiones anteriores, Ibán con el teléfono de su mujer...
Bonito detalle del ayuntamiento de Buenavista, que nos ofreció unas bebidas y comida plan picoteo, tortilla, pizza, dulces y bocadillos (llegué tarde para pillar uno de esos) mientras hablamos nuestras experiencias.
Y la verdad es que, para la gente que no entiende porque corremos esas carreras, el ambiente, el buen rollo, el estar entre amigos, volver a ver cada fin de semana esa gente que apenas conocemos, pero que vemos como amigos ya, lo convierte en una sana reunión social. Parecido a los que se van el domingo a un asadero comer carne quemada en el fuego y emborracharse con vino y cervezas. Son sensaciones parecidas, pero el cuerpo, a la larga, agradece la manera nuestra de disfrutar de un fin de semana...
Salida muy puntual, desde la plaza de Buenavista. Explicaron el recorrido pero no presté mucha atención ya que no conozco de nada esa zona. Lo único que oí era que subir, bajar, volver a subir, volver a bajar, más subir y más bajar. Una especie de W. Ví a todos los super-maquinas presentes, esa vez hasta el ultra-maquina Miguel Angel Vaquero. También los viejos como yo que siempre me adelantan como si tuvieran 20 años. En los primeros kilómetros no se abrió demasiado el grupo, podía ver (a lo lejos, eso sí) a los primeros pero después de la primera subida eso ya cambió. Miguel Angel iba solito delante y un rato después iba el conocido grupo de los que ganan cuando no está el Vaquero. Detrás de estos otro hueco y el tercer grupo con Miguel y Ibán incluido. Nos cruzamos porque el recorrido hacía las patas de la "W" por la misma carretera. (espero que entiendan mi explicación) Intenté saludarles pero en la segunda "pata" ya no me salía voz porque nos hicieron correr 10km con un solo puesto de agua en un recorrido bastante caluroso y soleado. Aparte de que iba afixiado, por su puesto. Ibán y Miguel llegaron juntos a meta en unos 37 y algo minutos. Felicidades. Es fruto de sus intensos entrenamientos últimamente, pensados en marcar un reto en la media maratón de Santa Cruz. Yo llegué después de 42 y algo, lo de siempre, ni mejor, ni peor que otras. Y en 53 (creo recordarme) llegó en meta nuestra ya media Vigorexica Patricia, en realidad única (otra vez) representante de club Triteide. Por categorías estaba la cosa difícil, cincuentones en 38 minutos, cuarentones en 33, y nos encontramos entre 5 y 7 lugar. Pero Patricia consiguió podio con un segundo puesto en su categoría del que nunca veremos la foto porque la sacó, como en ocasiones anteriores, Ibán con el teléfono de su mujer...
Bonito detalle del ayuntamiento de Buenavista, que nos ofreció unas bebidas y comida plan picoteo, tortilla, pizza, dulces y bocadillos (llegué tarde para pillar uno de esos) mientras hablamos nuestras experiencias.
Y la verdad es que, para la gente que no entiende porque corremos esas carreras, el ambiente, el buen rollo, el estar entre amigos, volver a ver cada fin de semana esa gente que apenas conocemos, pero que vemos como amigos ya, lo convierte en una sana reunión social. Parecido a los que se van el domingo a un asadero comer carne quemada en el fuego y emborracharse con vino y cervezas. Son sensaciones parecidas, pero el cuerpo, a la larga, agradece la manera nuestra de disfrutar de un fin de semana...
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| Perfil de la carrera...acumulando 300m de desnivel |
viernes, 21 de octubre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
Travesía a nado Puerto Galera, Candelaria
No han pasado más de 4 días desde nuestro medio ironman en Lanzarote, pero hoy es festivo y lo aprovecharon para organizar la primera travesía a nado Puerto Galera y el team VGRX no podía faltar. Ibán es un hombre con responsabilidades, o bueno, todos lo somos, pero él los cumple y se pasó el día pintando en su casa. Se notó su ausencia. El estrés que nos transmite nos hace más competitivos, jajaja. De Kike ya hace un tiempito que no sabemos nada. Seguramente está entrenando en secreto para meternos una paliza cuando vuelva a aparecer. Así que fuimos Miguel y yo. (Y Patricia, pero eso es Triteide, la competencia...jeje)
El día se presentó con bastante calor desde por la mañana y mucho viento aquí en El Médano. En Candelaria no soplaba viento, pero el mar estaba movido.
Primero nadaron los niños y luego infantiles dentro del puerto, en distancias de aprox. 100 y 200m respectivamente. Mientras, nosotros calentamos en un canal entre el último pantalán y las rocas del espigón del muelle en aguas super transparentes y tranquilas, nadando un par de largos.
Se organizó luego un calentamiento general en plan clases de aerobic que aproveché para descansar. Nos explicaron el recorrido, que ya había intentado ver por las boyas que pusieron. Viéndolo desde el muelle, daba miedo, las distancias parecían exageradas, y eso en un mar picado. Pero bueno, decidí no pensar en nada, absolutamente nada (algo que solo los hombres son capaces) y disfrutar.
Salimos desde el mar en lo que se supone que sería una linea imaginaria pero que más bien era una zona con nadadores dispersas por todos lados. Al ver que los más adelantados movían mucha agua y salpicaban espuma, supuse que habían dado la salida y me puse a nadar también. Nos desviamos un poco antes de llegar a la primera boya, pero como no pensaba en nada, tampoco me importó. En medio camino hacía la segunda boya nos encontramos nadando en un pozo negro entre compresas, papel, cosas marrones flotando y quién sabe que más, y tuve que abandonar mi táctica de no pensar en nada. Estuve bien concentrado en no tragar NADA. Sabía que de la segunda a la tercera boya, la distancia era tremenda así que me puse a nadar en la dirección que estimaba correcta y no me preocupó no ver nada delante. Iba bien acompañado, chocándome continuamente con dos chicas, pero como no pensaba en nada, pues, no pasó nada...jajaja. Tuve suerte cuando, por fin, pude ver la tercera boya casi recto en frente. De la tercera a la cuarta boya era muy corto, dirección tierra y último giro de vuelta al puerto. En el último tramo, el mar estaba más tranquilo, protegido por el puerto y pude nadar con más fuerza, sacar la energía que me quedaba hasta la meta. Como en todas las competiciones, allí estaba Miguel esperándome a mi, y por supuesto a Patricia.
Bebidas, duchita y paella con unas cuantas cervezas. No nos llevamos ningún trofeo, nuestro nivel de natación deja mucho que desear, pero yo por mi parte he disfrutado mucho de la prueba, estuve muy cómodo en el mar y Miguel también estaba contento con el resultado. Miguel algo más de 40 minutos, yo 46 para cubrir unos 2000m. Y bién, otra prueba más en el listado. Parece que tendremos un pequeño descanso ahora, no tenemos otra prueba a la vista este mes, pero seguro que encontraremos algo...
El día se presentó con bastante calor desde por la mañana y mucho viento aquí en El Médano. En Candelaria no soplaba viento, pero el mar estaba movido.
Primero nadaron los niños y luego infantiles dentro del puerto, en distancias de aprox. 100 y 200m respectivamente. Mientras, nosotros calentamos en un canal entre el último pantalán y las rocas del espigón del muelle en aguas super transparentes y tranquilas, nadando un par de largos.
Se organizó luego un calentamiento general en plan clases de aerobic que aproveché para descansar. Nos explicaron el recorrido, que ya había intentado ver por las boyas que pusieron. Viéndolo desde el muelle, daba miedo, las distancias parecían exageradas, y eso en un mar picado. Pero bueno, decidí no pensar en nada, absolutamente nada (algo que solo los hombres son capaces) y disfrutar.
Salimos desde el mar en lo que se supone que sería una linea imaginaria pero que más bien era una zona con nadadores dispersas por todos lados. Al ver que los más adelantados movían mucha agua y salpicaban espuma, supuse que habían dado la salida y me puse a nadar también. Nos desviamos un poco antes de llegar a la primera boya, pero como no pensaba en nada, tampoco me importó. En medio camino hacía la segunda boya nos encontramos nadando en un pozo negro entre compresas, papel, cosas marrones flotando y quién sabe que más, y tuve que abandonar mi táctica de no pensar en nada. Estuve bien concentrado en no tragar NADA. Sabía que de la segunda a la tercera boya, la distancia era tremenda así que me puse a nadar en la dirección que estimaba correcta y no me preocupó no ver nada delante. Iba bien acompañado, chocándome continuamente con dos chicas, pero como no pensaba en nada, pues, no pasó nada...jajaja. Tuve suerte cuando, por fin, pude ver la tercera boya casi recto en frente. De la tercera a la cuarta boya era muy corto, dirección tierra y último giro de vuelta al puerto. En el último tramo, el mar estaba más tranquilo, protegido por el puerto y pude nadar con más fuerza, sacar la energía que me quedaba hasta la meta. Como en todas las competiciones, allí estaba Miguel esperándome a mi, y por supuesto a Patricia.
Bebidas, duchita y paella con unas cuantas cervezas. No nos llevamos ningún trofeo, nuestro nivel de natación deja mucho que desear, pero yo por mi parte he disfrutado mucho de la prueba, estuve muy cómodo en el mar y Miguel también estaba contento con el resultado. Miguel algo más de 40 minutos, yo 46 para cubrir unos 2000m. Y bién, otra prueba más en el listado. Parece que tendremos un pequeño descanso ahora, no tenemos otra prueba a la vista este mes, pero seguro que encontraremos algo...
El futuro que nos espera
Chicos, quizá dentro de unos años nos veamos así... (está en gallego pero se entiende)
lunes, 10 de octubre de 2011
OCEAN LAVA 2011
Este es el video del Ocean Lava 2011.
Pronto escribiré algo, lo que no se si en el blog o empezar un libro porque me traigo muy buenas sensaciones de mi tierra.
Gracias Adrián por apoyarnos durante toda la carrera, ese ánimo hizo que mi bicicleta rodara y mis piernas corriesen (si eso que se ve en el video se puede llamar correr). Gracias tambien por las imágenes.
Gracias Laura por tu apoyo (me acabo de ahorrar tres frases; mi madre, prima y mujer se llaman asi)
Gracias a mis padres por su tiempo, hospitalidad y por ser como son; Mamá, si quisieras tendrías fuerza para hacer esto y mas.
Vale la pena ver el final del video...
OCEAN LAVA 2011 from vigorexicus on Vimeo.
domingo, 9 de octubre de 2011
Resultados Ocean Lava, Lanzarote
Aqui estan los resultados del Ocean Lava.
Ya sé, escribo demasiadas tonterías, así que ponganse cómodo delante de la pantalla si quieren leer todo esto:
Ayer fuimos Miguel, Iban y yo al Ocean Lava triathlon en Lanzarote, distancia medio Ironman, 1,9-90-21,1.
Hoy tenemos más adrenaline en la sangre que ayer antes de la salida, estamos emocionados. No hemos hecho ninguna cosa extraña, no hemos batido records, quizás no hemos llegado a las marcas que nos habíamos propuesto, pero hemos participado en un gran evento, lo hemos terminado con buenas sensaciones en el cuerpo y todo esto en una distancia que a cualquier triatleta provoca un cierto nerviosismo. Y otra cosa buena es que hemos dejado un buen margen de mejora para los siguientes... Y es que nadar casi 2km no supone un gran reto, tampoco asustan demasiado los 90km en bici pero correr media maratón después de las dos cosas anteriores ya es otro tema. En el tramo de carrera a pie vi mucha gente caminando medio cojo, otros estirándose parados en un lado, algunos vomitando, otros pegando gritos de enfado y dolor por los calambres... Un verdadero campo de batalla que nosotros hemos sobrevivido, lentos como tortugas, pero con buenas caras.
Pero empecemos por el principio.
El team se desplazó a Lanzarote, dividido en dos vuelos. Primero fue Iban y con la ayuda de su familia organizó la recogida de Miguel y yo, unas horas después. Ibamos de invitados a casa de los padres de Iban. Nada mas llegar montamos las bicis y en ese tiempo estaba el almuerzo servido. Pasta. Pequeño disgusto para la madre de Ibán porque yo me había llevado mi propio "tuper" de quinoa y no quise aprovechar su generosidad, cosa que probablemente no me perdonará nunca porque qué puede tener esa quinoa que no tiene su pasta con rica salsa de tomate... Y como colmo saqué de mi bolsa de plástico los dos plátanos que me traje de Tenerife de postre... De milagro pude quedarme en la casa el resto del fin de semana y lo intenté arreglar comprando una lata de bonbones antes de marcharnos. En fin.
La casa de los padres de Ibán está en Playa Honda, a unos 7km del sitio en Puerto del Carmen donde se celebraba el Ocean Lava así que fuimos en bici hasta allí después del almuerzo para recoger los dorsales y dejar la bici en boxes. A las 7 de la tarde asistimos al "briefing" de la competición donde explicaron algunos detalles de los recorridos y las reglas generales: Nº1: NO ACCIDENTES. Las demás me he olvidado ya...
La cena: pasta. Y yo: quinoa. Nos acostamos sobre las 10 de la noche para madrugar a las 5h30.
Desayuno: pasta y mi quinoa. Y yo: bizcocho belga "peperkoek", una bomba de glucosa y fructosa con miel. Y café.
Sobre las 7 estamos por la zona de boxes, entramos a inflar las ruedas de la bici, dejar las botellas de agua, geles, zapatos y últimos preparativos. No hubo tiempo para calentar sino un pequeño chapuzón en el mar con un par de brazadas para soltar los hombros y preparados en la linea de salida. Recorrido de natación: dos vueltas con salida del agua y punto de giro debajo del arco de salida, y en el mar dos embarcaciones como boyas.
Voy en un buen grupo en la primera vuelta pero llegando a la segunda embarcación se monta un follón. Yo, y muchos, habían entendido bien que el recorrido lo marcaban los barcos. Pero 20m delante del segundo barco hay una boya donde todos dan la vuelta. Yo sigo un poco confuso hasta el barco, parándome hasta que ya al lado del barco, los tripulantes me enseñan con los dedos hacia delante gritando "en la boya, giro en la boya".
Pues nada. Nadé 50m más, me paré y perdí el buen grupo para incorporarme en otro grupo desastre que en vez de nadar juntos intentaban eliminarse entre ellos dando hostias. En la segunda vuelta ya iba más tranquilo y salí bastante satisfecho del agua, olvidando ya los metros extra y el tiempo perdido. Rápida transición, quitando el traje y segundo lío. Mi bolsa para el traje había desaparecido de su lugar. Sin perder más tiempo saqué casco y dorsal de la bolsa de bici y metí allí el traje y gafas. Y ahora empieza... la bici...
Sabía que al principio había que subir y bien. No parecía demasiado duro. Hasta que, después de 15 minutos, me doy cuenta de que ya voy en el piñon más grande y que se supone que eso todavía no es la subida dura... Después de 30minutos, al final de la primera subida, en no sé que pueblo, ya voy atrancado a 10km/h. Menos mal que van gritando desde los lados que ahora viene cuesta abajo. Recupero y todo bien. Paso por los preciosos paisajes del Golfo, agresiva masa volcánica cayendo al mar con salinas turquesas y allí se acaba el placer otra vez. Otra subida en el piñon mas grande, piernas ya quemadas y en la corta bajada antes del plato con más sabor en el recorrido, la famosa subida a Femés, recupero fuerzas otra vez. Y bueno, de esa manera lo de Femés no pareció más duro que las otras subidas que tuvimos que hacer. Mas pendiente si, pero corto. De allí otra vez a Yaiza, segundo avituallamiento en los que me reponía el bidón de agua, y hups, dirección Timanfaya. La larga subida recta que se mueve en el calor del sol sobre tanta lava y asfalto, con un vientito en contra. "No problem" Mirando al suelo para no ver la distancia delante y darle a los pedales. Llegué más rápido de lo esperado arriba. De allí ya fue todo aún mas rápido. Tán rápido que ni me acuerdo. En los 90km me tomé 4 bidones de agua, medio de bebida energética, dos geles grandes (de 60ml) y dos barritas energeticas. Fui bastante rápido y adelanté a Iban por el camino. Ni rastro de Miguel.
En boxes se ponían las bicis al fondo en orden de llegada, ahorrándose tiempo en buscar tu sitio. Sacar zapatillas de correr de la bolsa, meter el casco, girar dorsal para delante y a correr.
Al principio iba muy cómodo y aunque podía ir mucho más rápido, busqué un ritmo para no hundirme a medio camino. Eran 3 vueltas a un circuito de unos 7km. Cuando termino la primera, cruzandome con Miguel ya le comento "no me puedo creer que hay que dar 2 vueltas más". Me parecían eternas. Por el camino nos animaba muchísima gente, entre otros David, Carolina, la mujer de Susi y la de Carlos del equipo Triteide. David me gritaba: "tienes a Miguel a 2 minutos, a por el" jajaja. Voy a correr yo más rápido que Miguel ahora, jajaja. Pero detrás tenía a Iban ya recuperando puestos y tiempo rápidamente. Acabando ya la segunda vuelta me pilla y vamos juntos casi una vuelta. Le pedí varias veces que fuera a su ritmo, que no hacía falta acompañarme y que yo iba a llegar bien a mi ritmo de tortuga. Pero no hizo caso, dando excusas de que tampoco podía dar más hasta que se oía a lo lejos la música en la meta. Me dió la mano y un adiós y salió volando el último kilometro, sacándome un minuto y medio. ¡Que animal!
Al final, llegamos muy bien los 3. Iban tenía más en sus piernas pero no lo sacó, y en realidad los tres hicimos una media maratón terrible, pero ¿¡que importa!? Miguel fue el primero en arrastrarse por la meta, 3 minutos después Ibán y otro minuto y medio detrás, yo. Muy cerca los tres, después de más de 5 horas en carrera.
Ibán tuvo que salir "corriendo" para coger su vuelo a Tenerife y llegar a tiempo a la fiesta de la boda de Sandro, mientras Miguel y yo, nos quedamos para la cena-fiesta-entrega de trofeos en el Chill out bar La Ola. Tuvimos que pagar 20euros por persona más, pero la comida buenísima, cervezas gratis hasta la medianoche (lo que aprovechamos al máximo, no entraba más liquido en el cuerpo) y el Ironman de Hawaii en vivo en pantalla grande. Nos quedamos mirando las piernas de las triatletas femininas del Ocean Lava y sobre todo la victoria de Craig Alexander y Chrissie Wellington en el Ironman hasta las 2 y pico de la madrugada...
Colorín colorado....
Ya sé, escribo demasiadas tonterías, así que ponganse cómodo delante de la pantalla si quieren leer todo esto:
Ayer fuimos Miguel, Iban y yo al Ocean Lava triathlon en Lanzarote, distancia medio Ironman, 1,9-90-21,1.
Hoy tenemos más adrenaline en la sangre que ayer antes de la salida, estamos emocionados. No hemos hecho ninguna cosa extraña, no hemos batido records, quizás no hemos llegado a las marcas que nos habíamos propuesto, pero hemos participado en un gran evento, lo hemos terminado con buenas sensaciones en el cuerpo y todo esto en una distancia que a cualquier triatleta provoca un cierto nerviosismo. Y otra cosa buena es que hemos dejado un buen margen de mejora para los siguientes... Y es que nadar casi 2km no supone un gran reto, tampoco asustan demasiado los 90km en bici pero correr media maratón después de las dos cosas anteriores ya es otro tema. En el tramo de carrera a pie vi mucha gente caminando medio cojo, otros estirándose parados en un lado, algunos vomitando, otros pegando gritos de enfado y dolor por los calambres... Un verdadero campo de batalla que nosotros hemos sobrevivido, lentos como tortugas, pero con buenas caras.
Pero empecemos por el principio.
El team se desplazó a Lanzarote, dividido en dos vuelos. Primero fue Iban y con la ayuda de su familia organizó la recogida de Miguel y yo, unas horas después. Ibamos de invitados a casa de los padres de Iban. Nada mas llegar montamos las bicis y en ese tiempo estaba el almuerzo servido. Pasta. Pequeño disgusto para la madre de Ibán porque yo me había llevado mi propio "tuper" de quinoa y no quise aprovechar su generosidad, cosa que probablemente no me perdonará nunca porque qué puede tener esa quinoa que no tiene su pasta con rica salsa de tomate... Y como colmo saqué de mi bolsa de plástico los dos plátanos que me traje de Tenerife de postre... De milagro pude quedarme en la casa el resto del fin de semana y lo intenté arreglar comprando una lata de bonbones antes de marcharnos. En fin.
La casa de los padres de Ibán está en Playa Honda, a unos 7km del sitio en Puerto del Carmen donde se celebraba el Ocean Lava así que fuimos en bici hasta allí después del almuerzo para recoger los dorsales y dejar la bici en boxes. A las 7 de la tarde asistimos al "briefing" de la competición donde explicaron algunos detalles de los recorridos y las reglas generales: Nº1: NO ACCIDENTES. Las demás me he olvidado ya...
La cena: pasta. Y yo: quinoa. Nos acostamos sobre las 10 de la noche para madrugar a las 5h30.
Desayuno: pasta y mi quinoa. Y yo: bizcocho belga "peperkoek", una bomba de glucosa y fructosa con miel. Y café.
Sobre las 7 estamos por la zona de boxes, entramos a inflar las ruedas de la bici, dejar las botellas de agua, geles, zapatos y últimos preparativos. No hubo tiempo para calentar sino un pequeño chapuzón en el mar con un par de brazadas para soltar los hombros y preparados en la linea de salida. Recorrido de natación: dos vueltas con salida del agua y punto de giro debajo del arco de salida, y en el mar dos embarcaciones como boyas.
Voy en un buen grupo en la primera vuelta pero llegando a la segunda embarcación se monta un follón. Yo, y muchos, habían entendido bien que el recorrido lo marcaban los barcos. Pero 20m delante del segundo barco hay una boya donde todos dan la vuelta. Yo sigo un poco confuso hasta el barco, parándome hasta que ya al lado del barco, los tripulantes me enseñan con los dedos hacia delante gritando "en la boya, giro en la boya".
Pues nada. Nadé 50m más, me paré y perdí el buen grupo para incorporarme en otro grupo desastre que en vez de nadar juntos intentaban eliminarse entre ellos dando hostias. En la segunda vuelta ya iba más tranquilo y salí bastante satisfecho del agua, olvidando ya los metros extra y el tiempo perdido. Rápida transición, quitando el traje y segundo lío. Mi bolsa para el traje había desaparecido de su lugar. Sin perder más tiempo saqué casco y dorsal de la bolsa de bici y metí allí el traje y gafas. Y ahora empieza... la bici...
Sabía que al principio había que subir y bien. No parecía demasiado duro. Hasta que, después de 15 minutos, me doy cuenta de que ya voy en el piñon más grande y que se supone que eso todavía no es la subida dura... Después de 30minutos, al final de la primera subida, en no sé que pueblo, ya voy atrancado a 10km/h. Menos mal que van gritando desde los lados que ahora viene cuesta abajo. Recupero y todo bien. Paso por los preciosos paisajes del Golfo, agresiva masa volcánica cayendo al mar con salinas turquesas y allí se acaba el placer otra vez. Otra subida en el piñon mas grande, piernas ya quemadas y en la corta bajada antes del plato con más sabor en el recorrido, la famosa subida a Femés, recupero fuerzas otra vez. Y bueno, de esa manera lo de Femés no pareció más duro que las otras subidas que tuvimos que hacer. Mas pendiente si, pero corto. De allí otra vez a Yaiza, segundo avituallamiento en los que me reponía el bidón de agua, y hups, dirección Timanfaya. La larga subida recta que se mueve en el calor del sol sobre tanta lava y asfalto, con un vientito en contra. "No problem" Mirando al suelo para no ver la distancia delante y darle a los pedales. Llegué más rápido de lo esperado arriba. De allí ya fue todo aún mas rápido. Tán rápido que ni me acuerdo. En los 90km me tomé 4 bidones de agua, medio de bebida energética, dos geles grandes (de 60ml) y dos barritas energeticas. Fui bastante rápido y adelanté a Iban por el camino. Ni rastro de Miguel.
En boxes se ponían las bicis al fondo en orden de llegada, ahorrándose tiempo en buscar tu sitio. Sacar zapatillas de correr de la bolsa, meter el casco, girar dorsal para delante y a correr.
Al principio iba muy cómodo y aunque podía ir mucho más rápido, busqué un ritmo para no hundirme a medio camino. Eran 3 vueltas a un circuito de unos 7km. Cuando termino la primera, cruzandome con Miguel ya le comento "no me puedo creer que hay que dar 2 vueltas más". Me parecían eternas. Por el camino nos animaba muchísima gente, entre otros David, Carolina, la mujer de Susi y la de Carlos del equipo Triteide. David me gritaba: "tienes a Miguel a 2 minutos, a por el" jajaja. Voy a correr yo más rápido que Miguel ahora, jajaja. Pero detrás tenía a Iban ya recuperando puestos y tiempo rápidamente. Acabando ya la segunda vuelta me pilla y vamos juntos casi una vuelta. Le pedí varias veces que fuera a su ritmo, que no hacía falta acompañarme y que yo iba a llegar bien a mi ritmo de tortuga. Pero no hizo caso, dando excusas de que tampoco podía dar más hasta que se oía a lo lejos la música en la meta. Me dió la mano y un adiós y salió volando el último kilometro, sacándome un minuto y medio. ¡Que animal!
Al final, llegamos muy bien los 3. Iban tenía más en sus piernas pero no lo sacó, y en realidad los tres hicimos una media maratón terrible, pero ¿¡que importa!? Miguel fue el primero en arrastrarse por la meta, 3 minutos después Ibán y otro minuto y medio detrás, yo. Muy cerca los tres, después de más de 5 horas en carrera.
Ibán tuvo que salir "corriendo" para coger su vuelo a Tenerife y llegar a tiempo a la fiesta de la boda de Sandro, mientras Miguel y yo, nos quedamos para la cena-fiesta-entrega de trofeos en el Chill out bar La Ola. Tuvimos que pagar 20euros por persona más, pero la comida buenísima, cervezas gratis hasta la medianoche (lo que aprovechamos al máximo, no entraba más liquido en el cuerpo) y el Ironman de Hawaii en vivo en pantalla grande. Nos quedamos mirando las piernas de las triatletas femininas del Ocean Lava y sobre todo la victoria de Craig Alexander y Chrissie Wellington en el Ironman hasta las 2 y pico de la madrugada...
Colorín colorado....
miércoles, 5 de octubre de 2011
Reportaje televisión Trail Macizo de Anaga
Un amigo me dijo que me había visto en la televisión, "corriendo" una prueba de montaña. Lo encontré en Youtube:
Patrocinadores interesados pueden pedir entrevista por mail al info@dlight.net, jajaja
Y así queda el Lagothlón en palabras
Miguel y yo repetimos esa prueba que nos dejó un buen sabor de boca el año pasado. Kike estuvo en el podio pero no fue este año por no querer quedar peor, jajaja, y se arrepentió cuando ya era tarde para inscribirse.
Pero fue Iban para hacer con ese su tercer acuatlón.
La salida era prevista a las ocho y con 250 inscritos, la organización pidió no llegar a último momento. Pero al tener que venir del sur dejé ese consejo para los que viven cerca y llegué un poco antes de las 7. Gran multitud de gente, participantes y acompañantes, pero en seguida el team Vigorexicus se encontró junto para las últimas preparaciones, cambiarse, colocar dorsal en la cinta y calentar. Dimos una vueltita al recorrido en pie con un par de accelerones para activar el corazón y listos para salir. Ya en la oscuridad de la noche (se nos fue el verano...), con un calor y humedad algo molesto, salió la prueba puntual. Delante vi a Iban y Miguel lanzados en el primer grupo. Yo cogí un ritmito cómodo pensando en "de que sirve matarme, si me van a pasar todos nadando después". Y así terminé la primera parte corriendo en medio de un gran peletón que una vez en el agua montó un chaos terrible. No hubo ritmo ni dirección, imposible dar cuatro brazadas sin dar con alguno que iba cruzado u algún que otro que me pasaba por encima por ir tan lento yo. Pero aún así, fue divertido. Bonitos efectos de luz en la piscina. Y bueno, una vez fuera del agua, solo quedaba correr otros 2,5km. El chapuzón me despertó y decidí correr para recuperar puestos perdidos. Mejoré el tiempo de mis primeros 2,5km con más de 30 segundos y llegué exhausto a la meta donde me estaban esperando Ibán y Miguel. Vaya carrera la de Ibán. Es capaz de aguantar el ritmo de los primeros corriendo y si sigue tan dedicado en las clases de natación podrá mejorar ese segmento también. Quien sabe hasta donde es capaz de llegar...??? Miguel hizo un muy buena carrera también y está pensando ya en los podios que se llevará el año que viene al entrar en veteranos1. Espero competir con el en ese aspecto ya que yo también cambio de categoría, jejeje. Antes de final de año hay que ir a Ikea a por el mueble de los trofeos, jajajajaja
Pero fue Iban para hacer con ese su tercer acuatlón.
La salida era prevista a las ocho y con 250 inscritos, la organización pidió no llegar a último momento. Pero al tener que venir del sur dejé ese consejo para los que viven cerca y llegué un poco antes de las 7. Gran multitud de gente, participantes y acompañantes, pero en seguida el team Vigorexicus se encontró junto para las últimas preparaciones, cambiarse, colocar dorsal en la cinta y calentar. Dimos una vueltita al recorrido en pie con un par de accelerones para activar el corazón y listos para salir. Ya en la oscuridad de la noche (se nos fue el verano...), con un calor y humedad algo molesto, salió la prueba puntual. Delante vi a Iban y Miguel lanzados en el primer grupo. Yo cogí un ritmito cómodo pensando en "de que sirve matarme, si me van a pasar todos nadando después". Y así terminé la primera parte corriendo en medio de un gran peletón que una vez en el agua montó un chaos terrible. No hubo ritmo ni dirección, imposible dar cuatro brazadas sin dar con alguno que iba cruzado u algún que otro que me pasaba por encima por ir tan lento yo. Pero aún así, fue divertido. Bonitos efectos de luz en la piscina. Y bueno, una vez fuera del agua, solo quedaba correr otros 2,5km. El chapuzón me despertó y decidí correr para recuperar puestos perdidos. Mejoré el tiempo de mis primeros 2,5km con más de 30 segundos y llegué exhausto a la meta donde me estaban esperando Ibán y Miguel. Vaya carrera la de Ibán. Es capaz de aguantar el ritmo de los primeros corriendo y si sigue tan dedicado en las clases de natación podrá mejorar ese segmento también. Quien sabe hasta donde es capaz de llegar...??? Miguel hizo un muy buena carrera también y está pensando ya en los podios que se llevará el año que viene al entrar en veteranos1. Espero competir con el en ese aspecto ya que yo también cambio de categoría, jejeje. Antes de final de año hay que ir a Ikea a por el mueble de los trofeos, jajajajaja
lunes, 3 de octubre de 2011
domingo, 2 de octubre de 2011
II Lagotlon, Puerto de la Cruz
Con presencia de los Vigorexicus Iban, Miguel y d'Jo... En breve con relato y fotos
Resultados:
Clasificación general
Resultados:
Clasificación general