Sí, soy un rajao! Me pudo el frío, el viento, esa subida al Malpaso y las pocas fuerzas con que me dejó la gastroenteritis de pocos días antes. No valen excusas, otro vigorexico en mi estado la hubiese acabado. Pero para mí fue demasida la tentación de ver a Ramón en su coche en la Ermita de la Virgen. Así que cambié las zapatillas por la cámara de fotos y subimos a Malpaso a animar.
Muchos se alegrarán de que tomase esa decisión y ahora poder llevarse un recuerdo en forma de foto de la carrera. Enhorabuena a todos, desde fuera fue impresionante ver el tesón y la fuerza de voluntad de tantos corredores por completar una prueba tan dura.
Espero que os guste
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