miércoles, 8 de febrero de 2012

Maratón del Meridiano, El Hierro, capítulo 3

Ya han pasado 3 días. Las piernas vuelven a responder y el cuerpo parece ya haber olvidado la paliza que recibió. Un buen momento, antes de olvidarlo ya todo, para dejar un resumen de las experiencias que vivimos en el Hierro antes, durante y después de la Maratón del Meridiano.

EL VIAJE


Nuestro equipo tenía dos valientes para los 42km, Miguel y d'Jo mientras Kike, Diego, Patricia y Montse se apuntaron a la de 27km. 6 corredores para los que hicimos una camiseta y así parecer un verdadero equipo. (Aunque solo conseguimos 5 verdes, y vestimos a Diego de rojo por ser el novato del equipo)
El viaje de ida fue bastante sencillo. Nos reunimos en El Médano, nos subimos todos a nuestra "guagua" fletada expresamente y gratuitamente (gracias Montse) con conductor, reportero fotográfico y buena compañia (gracias Ramón) y desde Los Cristianos el ferry nos llevó a El Hierro. Allí, después de recoger llaves del alojamiento, fuimos a la entrega de dorsales y nos quedamos un poco decepcionados porque la "pasta party" que ofreció la organización era exclusivamente para participantes. Ramón no podía acompañar ni pagando. Así que le den por... a la pasta y nos perdimos la charla sobre la carrera en la que hablaron de la alerta meteorológica y un eventual cambio en el recorrido. Buscamos pasta en otro lugar pero ya era tarde y sin saber a donde ir, terminamos comiendo una pizza que finalmente no sería lo más fácil de digerir y con poco aporte energético. De eso se encargaron las cervezas...

PREPARADOS...


Dormimos cada uno como podía, pero en mi caso demasiado bien. Primeros comentarios al levantarse sobre terremoto sentido. Yo no me había enterado de nada y pensaba: "ya está, las imaginaciones de esos con lo del volcán, los nervios de la carrera..." Pero resultó ser verdad y me dió mucha rabia. Ya que estaba allí, por lo menos haberlo vivido, aunque sea a las 4 de la mañana.
Desayuné un Snickers, una galleta de almendras y un plátano, y con eso iba a empezar la carrera. Para ella, llevaba 6 geles energéticos, dos biscochitos ricos en carbohidratos, un bidón de agua y otro con bebida energética Powerbar. Hacía bastante frío y con la previsión de fuertes vientos, fui bien preparado de ropa, llevaba hasta guantes. No quería pasar frío.

...YA, MI CARRERA


En la calle principal de Tigaday, frente a la pequeña plaza, se dió la salida a las 8h38 aunque hicimos un kilómetro y algo neutralizado hasta llegar a un camino de tierra donde realmente empezó la prueba. Un primer tramo llano hasta llegar al tapón de corredores, donde el camino se convertió en una subida de uno en uno. Mucho tapón porque salí con tranquilidad, bastante atrás en el grupo. Era mi primer trail de esa distancia y de nada sirve agotar las energías en los primeros kilómetros. Pero ya rápidamente me encontré en un grupito de corredores que vería una y otra vez, unas veces adelantándome, otras pasando yo a ellos, casi hasta el final.
La bajada a Sabinosa era bastante espectacular, viendo el pueblo allí lejos. No era demasiado difícil y se podía ir muy rápido, pero yo quería conservar mis cuádriceps para la última bajada.  Llegué cómodamente a Sabinosa donde se agregó mucha gente animándonos, aunque la salida de los 27km ya se había dado allí un buen rato antes. Desde Sabinosa nos metieron directamente en una subida por el bosque y al rato ya iba adelantando los últimos de la carrera de 27km. Casi arriba me encontré con Patricia. Un "hola, como lo llevas?" y seguimos. Bajamos por paisajes abiertos rocosos entrando el parque del Sabinar con sus característicos árboles tumbados por el viento. Y efectivamente, a nosotros también nos tumbó allí el viento. Un paso en concreto se acuerda todo aquel que hizo la prueba. Pusieron a la Cruz Roja (o protección civíl, no me acuerdo) y por algo era... Poner un paso hacía delante, empujando contra un muro de viento para luego girar y bajar una ladera intentando frenar el empuje brutal del viento en la espalda.
Justo después de ese lugar tuve mi bajón. No podía más. Estaba vacío, me dolía todo el cuerpo, no podía correr más. Fui caminando y me adelantó muchísima gente. De vez en cuando intentaba volver a correr pero me costaba. Vi a Montse delante y hice un esfuerzo para llegar hasta ella. Montse iba llena de energía, saltando feliz como una perdiz, no sé qué droga se había tomado...jajaja. "Corrimos" un rato juntos, nos encontramos con Ramón sacando fotos y me fui animando un poco. De repente me encuentro con Kike en dirección contraria diciendo que no podía. Yo pensé "yo tampoco pero dar la vuelta, NUNCA". Subiendo a la Ermita fui dejando atrás a Montse y poco a poco empecé a disfrutar otra vez de la carrera, aunque la subida era larga, larga, larga y nos llevó dentro de la niebla donde un frío polar nos paralizaba. Protegido con mis guantes y bufanda, seguí, adelantando muchos de los que me adelantaron durante mi bajón.
Arriba del todo volví a encontrarme con Ramón y Kike ahora convertido en fotógrafo. Solo quedaban 6 o 7 km pero les tenía un poco de miedo porque estabamos a 1500m y la meta se encontraba a 240m. Un desnivel de 1260m en un solo tramo. Me sentía bien, pero bajé tranquilo para evitar sufrir calambres. Al final no fue tan duro y llegué muy contento a la meta con un crono de 5h54. No fue un gran resultado, pero ya habrán otras ocasiones para afinar los tiempos. El gracioso del Miguel, al verme llegar me pregunta "¿Que te ha pasado?, ¿Porque tardaste tánto?" Jajaja. Si intento ir rápido me pregunta que porque llego con tan mala cara y ahora que llegué sonriendo me pregunta que ha pasado, jajaja.

Y LOS OTROS


No creo que Miguel escribirá su relato, le cuesta y con todo lo que escribo yo... Así que hablo de el. Está lesionado pero se moriría de angustia viendo a los demás haciendo la carrera así que decidió hacerla "tranquilo". Salió atrás del todo. A mi me adelantó después de 2km... Finalmente hizo una muy buena carrera para un lesionado.
Diego es el héroe de nuestro equipo ahora. Fue su primer trail y lo dió TODO. Tanto, que bajando, en los últimos kilómetros se cayó y no pudo levantarse. Sufrió un desmayo... Compañeros lo rescataron con una sobredosis de geles y poco a poco pudo reunir fuerzas para acabar la bajada y entrar en meta. UN GRAN APLAUSO !!!
Las chicas también hay que llamarlas heroínas porque hacer una prueba de tal calibre sin entrenar, es duro. Se hace con la cabeza diría Ibán y definitivamente, cabeza tienen ! Felicidades.

EL FINAL


Como esto se alarga demasiado, dos palabras sobre el resto:
Domingo visita a La Restinga. Vimos la mancha en el mar, vimos Restingolitas en exposición y dejamos algunos eurillos en bocadillo y cerveza para reactivar la economía del pueblo. La vuelta a Tenerife en el ferry fue una aventura por si sola. Pocos son los que no se han mareado, el barco parecía desintegrarse contra las olas. Podían haber cambiado el uniforme de los azafatos del barco por el de enfermeros...
Pero el año que viene volvemos !







3 comentarios:

Patricia dijo...

Vaya d'jo! yo no hubiera podido describirlo mejor!! muy buena redacción, sí señor, no se te escapa detalle aunque sí algún acentillo de más...jaja!
Felicidades a todos por la carrera y gracias por la experiencia de un fin de semana tan bonito.
Besitos!

djodlight dijo...

A ver si los de blogger añaden un "me gusta" para ponerlo a tu comentario, Patri. Lo de los acentos es para resaltar, jaja. Somos un buen equipo y esos viajes siempre son buenas experiencias con tan buena compañia !

Anónimo dijo...

Por primera vez disfruté cien por cien de toda la carrera.Cuando estabamos a tres grados,cuando el viento empujaba tan fuerte que creía caer,cuando tenía las manos tan congeladas que no podía coger la botella de agua,cuando bajé los últimos kilómetros con los pies llenos de picón.La rodilla izquierda me dolía y pensé que perdía las uñas de los pies.Pero me encantó soportar toda la situación de la carrera y más pensando en que a lo mejor no volvería a vivir algo así.Les aseguro,que todavía tengo subidón!!Gracias a todos chicos! me encantó la compañía. MONTSE

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