El equipo VGRX no es muy uniforme. Uno está desaparecido, otro lesionado, yo mismo en modo relax... Y después está Ibán, la bomba atómica. Después de un duro trabajo con su entrenador fue lleno de entusiasmo a dos triatlones seguidos. El primero, el Enduroman olímpico, fue un test para el segundo y lo acabó en un buen tiempo. Al segundo fue hiper-motivado pero el destino tenía otros planes... Pinchó en la bici y su chip no registró tiempos por lo que ni siquiera aparece en la clasificación. Tampoco las llamadas a la federación pudieron solucionarlo y todo terminó en una gran decepción.
Pero Ibán, en vez de desilusionarse, vuelve aún más explosivo.
Su trabajo le deja poco espacio para entrenar y aparece en mi tienda hoy al mediodía nervioso, pidiendo que me prepare, que tenemos una hora para salir en bici y que le acompañe. Yo estaba en medio de un trabajo que quería acabar, sin haber desayunado, pensando ya más en un rico almuerzo... Para colmo me dice que vamos a batir récords...
En los últimos meses apenas he sacado la bici y ya me di cuenta en la última vuelta que he perdido mucho sobre los pedales, sabía que aceptar a salir con Ibán sería una paliza. Pero no es tampoco muy difícil convencerme de dejar el trabajo para otro momento... o sea, 5 minutos después fui a su casa a buscarlo.
Salió por la puerta montado en la bici y 100m después ya estaba con el pulso en rojo intentando seguirlo.
De Los Abrigos a Las Chafiras subimos con una media de 22,5km/h. Hace 6 meses no habría sido un problema, pero ahora no estoy en forma. Ibán me esperaba. Si fuera por el solo, habría subido a 25km/h.
Empieza a llover y hace frío...
Llegamos hasta Guaza, donde ya tuvimos que dar la vuelta porque el tiempo libre de Ibán se agotaba. Un pequeño retraso también porque en los tramos de bajada, Ibán se dio cuenta que no había apretado la rueda delantera después de volver del triatlón y se movía...
La vuelta no fue otra historia. Mi cabeza mandaba los impulsos a mis piernas pero no había respuesta allí abajo. Hice lo que pude y por su puesto nada de récords.
Pero por qué ? Que he hecho yo a Ibán para que me castigue ?
Claro. Al rato de pensarlo, me acuerdo.
En una de sus primeras vueltas en bici, lo llevamos al Teide y poco después en una vueltita inocente como la de hoy lo llevé a la pendiente más dura que tenemos aquí cerca, la subida de Aldea Blanca a Los Roques. Allí repitió continuamente "¡porqué,...que te he hecho!".
Hoy me lo cobró.
Sea como sea, hemos hecho una media de 33km/h en una vuelta que nunca he conseguido hacer más rápido que a 34,5 y viendo la tranquilidad con la que fue Ibán, está claro que ya nos supera sobradamente.
El entrenamiento da resultados !!!
1 comentario:
JEJEJE!!!
ESTUVO MUY BIEN LA VUELTITA. ESTOY SEGURO QUE ESTO TE VA A SERVIR PARA DEJAR TU ESTADO RELAX Y PASAR A ESTADO MOTIVACIÓN.
SI ES ASI TE DEJO QUE ENTRENES CON MI ENTRENADOR...
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