Uyuy, se me ha olvidado que tengo un blog donde suelo escribir relatos de mis carreras. Acabo de leer unos cuantos de la Transvulcania y Anaga K42 y me doy cuenta que es interesante seguir escribiendo mis experiencias. Quizá para otros pero sobre todo para mi mismo. Los vuelvo a leer, me motivan, aprendo de los errores y sobre todo, son buenos recuerdos.
Como estoy volviendo poco a poco a mis retos, intentaré volver a escribir también. No sé si aun se me da tan bien como antes, crítico, toques de humor, entretenido...ya se verá.
Pero he dejado pasar demasiado tiempo y de muchos detalles ya me he olvidado, espero que vuelva algo a la memoria mientras escribo.
No tengo intenciones de volver a hacer tantas carreras como antes, ni de entrenar mucho. Cuando hay condiciones salgo también a hacer wingfoil y no queda tanto tiempo ni la motivación para tanto correr, bici, y mucho menos nadar...
Con esas propuestas, apuntarse a una maratón o medio ironman podría ser un poco arriesgado pero lo intento.
Pensé que iba a ir al Ocean Lava triathlon con Ibán pero no le vi entrenar mucho y no me sorprendió cuando la semana anterior me dijo que no podía ir. Una pena.
Ya no estoy muy metido en ese mundillo, fui solo a Lanzarote, me quedé ahí solo, hice la carrera solo y volví solo. Un poco triste pero por otro lado, no soy una persona que necesita a otra gente para hacer mis cosas y disfrutar. Si realmente quisiera, hubiera conocido ahí a gente nueva y de todas formas, había un grupito de triatletas de El Médano, incluido el Tejo (de entrenador supongo, no lo sé) pero me limité a solamente saludarles. Estaba centrado en lo mío, jeje.
Llegué a Lanzarote el día anterior, decidí quedarme en el hotel Beatriz playa y tomarlo como unas mini vacaciones. Super amables en la recepción, muy agradable. Mientras me preparaban la habitación fui montando la bici. Por la tarde fui a recoger el dorsal y probar la bici un ratito. Todo perfecto.
Había que madrugar un poco para comer algo y llegar al check-in con la bici a tiempo. La podía haber dejado la noche anterior pero la necesitaba para llegar al hotel.
Y otra vez, super amables en el Beatriz Playa, me dicen que han avisado al cocinero y que puedo ir a desayunar antes de que abren el comedor. Me dejan entrar y el cocinero me dice que pida lo que quiera, que me lo prepara. Pero con un croissant, un café y un plátano debe ser suficiente para hacer medio ironman, jaja, no necesito mas.
Además, me dicen que estaré muy cansado después del triatlón así que me invitan a una sesión de spa después.
La preparación de un triatlón es complicada comparado con las carreras de correr, pegatinas en la bici, pegatina en las bolsas, cinto con dorsal, mono de triatlón, neopreno, gafas de nadar, gorro de natación, zapatillas de la bici, la bici, inflar las ruedas, zapatillas de correr, gafas para la bici, geles, sales... Pero me sorprendo a mi mismo. No se me ha olvidado la rutina. Bien organizado y ni me pongo nervioso.
Meto todo en una bolsa y me presento en el check-in. Hasta me acordé que hay que llevar el DNI.
Todo eso aun de noche porque la natación sale con la primera luz del día. Intento visualizar bien el lugar donde está mi bici para no ir perdido por los boxes al salir del agua y me alejo un poco del todo el jaleo, busco un baño (habían bastantes, buen punto de la organización) y unos 15' antes de la salida me pongo el neopreno y me doy un chapuzón hasta el típico momento que los jueces de carrera empiezan a pedir a todos los triatletas de salir del agua y presentarse en el cajón de salida.
No hay nada nuevo, no soy buen nadador, además, solo he nadado 3 veces 1000m en el último año, ni idea como será nadar 1900...así que me pongo a la cola. No sé en qué momento se dio la salida pero cuando vi que los que tenía delante se pusieron a correr, apreté el botón en el reloj y les seguí.
En Puerto del Carmen el mar está planchada así que cómodo para nadar. Veo que en todo momento me mantengo en un grupito e intento no separarme mucho para ir de chuparuedas.
Ya antes de la salida me llamó la atención un punto extraño que no había visto nunca antes. Vi a las boyas moverse solas hasta su lugar y me fijé al rodearlas en lo que tenían debajo, una especie de drone con hélices y supongo que lo manejaban desde la orilla y que el gps los mantenía en su sitio automáticamente. Gracioso.
Me salió mejor de lo que me esperaba de la natación, no me acuerdo ahora exactamente, pero unos 30 minutos, o sea, lo mismo que hace 10 años cuando entrenaba mas en serio...
Y tampoco me había olvidado de la rutina de la transición, creo que adelanté unos cuantos puestos, aunque eso es irrelevante en una carrera de mas de 5 horas.
Y hablando de esto, creo que en el Ocean Lava 2011 había hecho 5h20 mas o menos. Mejorar mis tiempos de hace mas de 10 años sería un poco fuerte, ya he cumplido los 60...mi objetivo era 5h40 si todo salía bien pero en realidad, llegar mas o menos bien a la meta ya iba a tenerme contento.
El recorrido de bici eran dos vueltas a una especie de tridente, tres tramos de ida y vuelta en tres direcciones diferentes. Muy poco llano, pero tampoco grandes desniveles, asfalto perfecto y un día fabuloso nos tocó, un poco nublado y sin viento. Me gustó mucho el recorrido porque vas viendo continuamente a los demás participantes. El único punto negativo fue (y menos mal que fue a pocos kilómetros de terminar) que los controles de chip estaban puestos en unos badenes como los que ponen delante de los pasos de peatones y aunque una chica iba pidiendo reducir la velocidad (en bajada) el golpe fue tal que se partió el portabidones que tenía detrás del sillín y lo perdí, con el bidón de agua llena que iba a aprovechar para poder beber todo lo que podía en la transición a la carrera a pie.
Segunda transición sin problemas y salí corriendo, los primeros kilómetros por debajo de 5' el kilómetro. Iba muy cómodo y pensaba que si eso seguía así, pues quizá hasta mejoraba mi tiempo de 2011... Hmmm, quedaba mucho y algo tenía que pasar... Los primeros 10km en 50', ya queda menos y no me importaba tener que bajar un poco el ritmo si hiciera falta, ya lo difícil estaba hecho, llegar a meta ya estaba casi asegurado. Y de repente....algo nuevo. Nunca me había pasado y carreras he hecho...calambres. Primero en una pierna, luego en la otra y al final en las dos a la vez. Imposible moverme. No sé como ponerme para estirar o intentar relajar el músculo, lo intento sobre todo mentalmente y con la respiración, relajar el cuerpo. En cuanto se me quitan un poco empiezo a caminar pero cuando intento correr, en seguida vuelven. Vaya desastre. Ya no estaba nublado y hacía un calor impresionante. Pero había tomado mis pastillas de sales, geles, agua...no me había pasado nunca así que no sabía muy bien qué hacer. Seguir caminando y confiar en que con paciencia se me iría quitando. Ademas, un "espectador" que me vio intentar arrancar a correr de nuevo, me dijo que tranquilo, que no servía de nada forzar. Además el dolor de los calambres es tan intenso que uno hace los que sea para que no vuelvan. Lanzarote es así, yo no era el único que iba caminando...
Y como se podía prever, poco a poco se me fue quitando y pude trotar hasta la meta. No me atrevía meter ritmo porque no tenía ganas de tener que pararme de nuevo y caminar, pero el objetivo se cumplía: llegar bien a la meta y encima por debajo de 5h40, si, si, exactamente 5h39:55.
La verdad es que estoy muy contento. De momento la cadera funciona perfectamente, no tengo dolores ni lesiones, y consigo acabar mis objetivos que no son nada fáciles. Tengo 60 años pero aun no noto que haya perdido mucho físicamente, por lo menos comparando con cuando tenía 50 años, porque antes de eso, no hacía ese tipo de deportes. Ya llegará el momento en que el cuerpo no me deja hacer lo que hago ahora pero espero que no sea pronto, toco madera...