martes, 11 de octubre de 2022

Santa Cruz Extreme 2022 60K

Mi última entrada en el blog fue la K42 2021. Desde entonces he hecho: 

 Media maratón de Las Galletas en 1h38. contento.
 Media maratón de La Laguna en 1h39. contento
 Zwintriathlon en Bélgica, distancia olímpico sin drafting. Pero por mal estado de la mar, la natación cambió a 5K a pie, o sea un duathlón. Mejor para mi. Me salió genial y gran aventura con 40km de bici en una lluvia torrencial. 2ndo M60.
 No me puedo quejar, la cadera nueva funciona perfectamente. Es un placer no tener que llevar ibuprofeno a todos lados...

 La Santa Cruz Extreme ya ha cambiado de recorrido unas cuantas veces. Esta vez tocaban tramos que no había hecho antes. Fui a entrenar parte del recorrido una semana antes, 25km, y me di cuenta que eso iba a ser muy muy duro. Muy técnico, desnivel brutal, poco correr. A eso añades la típica humedad de Anaga con un poco de calor, y el infierno queda mas cerca que el cielo.

 Esta vez salida en Igueste de San Andrés y nos llevan en guagua. Pistoletazo de salida a las 07:00 y directamente al sendero que sube al semáforo. La primera hora pasó volando y justo antes de empezar la primera bajada ya pude guardar el frontal. Está claro que las bajadas son lo mío. Siempre adelantando corredores (que me volverán a adelantar en la siguiente subida...)y disfrutando. Todo muy bien hasta la tercera gran subida, en realidad la mas corta, de Valle Brosque a Casas de la Cumbre. El ritmo va bajando, necesito dosificar bien el esfuerzo para no caer en trampas, sé que el estómago se revuelve en cuestión de minutos y la recuperación dura mas. Así también en la bajada a Afur, lento y con las piernas de plomo. Tuve que sentarme un rato en un banco en el avituallamiento de Afur. Para animarme me dijo la mujer de Kiko "corre, que aun coges a Kiko....Bueno, hace algo mas de una hora que pasó por aquí", JA JA JA. Ya que me vieron con mala cara (me imagino) y sentado, se acerca una persona de protección civil y pregunta "señor, usted se va a retirar?", y para rematar aparece por la escalera detrás un chófer de guagua y grita "aquí queda alguno que hay que llevar a Santa Cruz?" Salí por patas de ahí, jajajaja.
 Justo detrás venía una chica, pensaba que me iba a adelantar en seguida, pero la mantenía a una distancia "prudente", al final haciéndome forzar un poco mas la máquina en la subida a Taborno. Pero cuando llegamos ahí, decidí parar un minuto y dejarla pasar. Las chicas suelen ir de menos a mas y yo iba claramente a menos. La perdí de vista llegando al Pico del Inglés. Mis piernas dolían mucho pero de resto iba bastante bien, mucho mejor que llegando a Afur.
 Bajada hasta debajo de Roque Negro y para subir a hasta la plaza del pueblo necesitaba mis bastones (las suelo guardar para las bajadas) pero mis nuevos Leki fallaron. No pude bloquear la extensión y me cogí un buen cabreo. Ya me costó abrirlos en la primera subida. Mis Black Diamond nunca habían dado esos problemas. Mala puntuación para Leki. Arriba en el avituallamiento quise pedir ayuda para abrirlos pero con menos cabreo ya lo conseguí yo solo, jeje. Son las anécdotas de las carreras, porque de resto, qué vamos a contar sobre poner un pie delante del otro y avanzar hasta haber completado 60 kilómetros...
 A partir de Roque Negro, puse el piloto automático. La velocidad la marcaba un regulador mental que intentaba ignorar el dolor de piernas pero sin entrar en nivel rojo de sufrimiento. De vez en cuando me decía a mi mismo que estaba ahí para disfrutar y que aun era posible. En la subida a Catalanes ese regulador no me dejó ni darme cuenta donde estaba y así fue una alegría estar de repente en esa plaza. No sabía si había ido rápido o lento, pero sé que iba al ritmo que tenía que ir. Un poco mas de subida pero sabiendo que ya es la última, no fue una tarea complicada.
 Empecé la última bajada muy tranquilo porque pensé que mis piernas iban a reventar y prefería guardar algo para los últimos kilómetros en asfalto. Pero me fui encontrando cada vez mejor y no bajé muy mal. Y a gusto en el asfalto hasta que me mandaron al barranco...es verdad, lo sabía pero no me esperaba tener que hacer tanta distancia sobre callaos sueltos. En fin, es un trail, no una carrera de asfalto, así que no podía quejarme. Pero es que en los últimos kilómetros quité el piloto automático calculando manualmente para entrar en meta en menos de 12h y de repente vi peligrar ese objetivo. Me dí tanta prisa que al final me sobraron 8 minutos, jaja. Estaba mas que feliz con ese tiempo. Mi principal objetivo era bajar de 14h y si podía llegar antes del anochecer (13h) sería una victoria. Es verdad que hay factores que acompañaron. Uno era el tiempo. Había humedad y algo de calor abajo, pero en las cotas altas hacía mas fresquito y hasta entramos en la nube. En mi caso, sudando mucho, en un día de sol y calor, fácilmente tardo una hora mas. Y luego creo (y lo pensé varias veces por el camino) que no me he olvidado de todos esos años anteriores, la experiencia es fundamental en carreras largas y duras.
 Con eso me habré echado bastantes flores a mi mismo. O quizás añado que llegué a meta con una sonrisa y no tuve calambres, ni malestar. Solo dolían mucho las piernas...jaja. Y han dolido también el domingo y el lunes...

 Mi consejo para Anaga: llevar muchas pastillas de sales, tomarlas regularmente y beber mucho. Eso es lo principal para llegar a meta. Y la cabeza... Ir a disfrutar. Por mucho que uno quiere competir, no se podrá pedir mas al cuerpo que lo que da ese día y forzarlo con sufrimiento no sirve para carreras tan largas. Saludos a todos y hasta la K42






Bueno, la sonrisa vino justo después, jaja