lunes, 19 de mayo de 2014

El Reto

Esto es un vuelo de larga distancia. Siéntense y abrochen los cinturones de seguridad. Manténganse sentados durante todo el vuelo con los móviles apagados...


Ganas de superarse? Quizás. Locura? Quizás. Otros motivos? No sabría decir. Me lleva mi instinto, no me lo pienso mucho. Si no lo consigo, no pasa nada. Lo habré intentado. Al final veo que poco a poco uno consigue conocerse mejor a si mismo. Quizás esto ayude a tener mas claro las cosas en la vida, aparte de estar feliz, sentirse en forma y en buena salud. En algún momento puede ser demasiado? Probablemente. Pero cuando? Cada cuerpo es un mundo. Y como defines el límite? Por tiempo, por kilómetros, por intensidad? Demasiadas variables. Voy por sensaciones e intento que la palabra locura sale de la boca de los que lo miran desde fuera pero nunca desde mi cerebro.
En una semana he hecho la Transvulcania y el Ironman de Lanzarote, igual que Miguel, cada uno a su ritmo y nivel. Son dos carreras largas que exigen bastante preparación y vacían el cuerpo casi por completo. Pero ya el año pasado me di cuenta que una semana después de la Transvulcania estaba muy en forma y con chispa para competir haciendo mi mejor marca en el Cross María Auxiliadora en La Orotava. Luego se hicieron mas ultra maratones y cada vez me sorprendió que recuperaba mas o menos en el mismo tiempo que una carrera de 20km. La diferencia está en la intensidad. En las carreras cortas, los músculos necesitan mas recuperación y en las largas es la química del cuerpo completo que necesita volver a estabilizarse.
Y todo es relativo. Me gustaría volver a repetirlo después de cada frase. Todo es relativo. Los ciclistas profesionales pueden competir durante un mes seguido todos los días, recuperar unos días y ganar el campeonato del mundo. Hay corredores que pueden correr una maratón todos los días sin problema. Todo es relativo.
Llevo 5 años practicando y entrenando en bici, corriendo, nadando. Poco a poco, los retos son mayores, pero en mi caso, nunca rozando límites. Luego, los amigos me felicitan cada vez mas, pero sinceramente, yo no veo mas duro lo que hice esta semana que participar en mi primer triatlón Sprint en El Médano en 2009.
Pero tampoco ha sido todo demasiado fácil. Hay obstáculos en el camino. Y uno muy grande me queda por superar. Quedará mas claro si cuento mis experiencias en estas dos últimas carreras.

10 de Mayo  TRANSVULCANIA La Palma.

Esa carrera es mágica. No hay muchas cosas que me emocionan de verdad pero ahí vivo muy intensamente.
Empezando por la salida, a las 6 de la mañana, de noche, 2000 corredores con frontal encendido dando la vuelta al faro de Fuencaliente y el tremendo tapón al entrar en el sendero: impresionante.
 Luego, después de subir 2km giramos y vemos la estela de frontales detrás, los que menos prisa tienen, casi abajo aún: impresionante.
 Unos 7km creo, y pasamos por el pueblo de Los Canarios, 7 de la mañana y miles de personas en la calle aplaudiendo y gritando ánimos: impresionante.
 Subiendo un rato mas, empieza a salir el sol al lado de las siluetas negras de Tenerife con su majestuoso Teide y La Gomera un poco mas a la derecha sobre un fondo espectacular de colores difuminados de naranja a azul marino: impresionante.
 Pasamos el avituallamiento de Las Deseadas y se nos abre una vista sobre la isla de La Palma (lado oeste) y el recorrido completo. Tazacorte parece estar a dos pasos y el roque de Los Muchachos a dos pasos mas: impresionante.
 Bajamos y llegamos al área recreativa El Pilar donde nos esperan miles de personas y un mega-avituallamiento, mejor llamarlo un bufet: impresionante.
 Después de unos cuantos kilómetros para correr de verdad subimos a Las Nieves y después de alguna bonita vista por el lado este tenemos al otro lado la Caldera de Taburiente, paredes verticales, profundos barrancos y muy verde: impresionante.
Quizás, para cambiar un poco, ahora toca la parte menos divertida... Llegar al pico de la Cruz y esas cúpulas del observatorio que parecen no querer acercarse nunca. Ahí en el Roque de Los Muchachos ya se ven los signos claros de sufrimiento. Todos intentamos comer todo lo que entra y en la bajada unos recuperan y otros van a peor. Pero cuando se llega a la torre del Time, las quejas y malas caras son generalizadas. Queda otro tramo horroroso de pista y se remata con 2km de asfalto en bajada. Pocos llegan hasta ahí con cuerpo y ánimos enteros pero aparece la playa de Tazacorte debajo del acantilado que tenemos que bajar, una vista inolvidable: impresionante.
 En toda la bajada en S's hasta Tazacorte se escucha la megafonía del evento porque ahí también termina la distancia maratón. Y hasta el más muerto llega al avituallamiento con sonrisa: impresionante.
 Ya son 68km, faltan unos 5 y algo. Pasando por la playa, nos meten en el barranco y aunque no es lo más cómodo para correr, es muy llevadero hasta llegar a la subida final, mortal. La subida que marca la carrera. Acabar en Tazacorte sería demasiado fácil. Probablemente es poco mas de un kilómetro pero se pueden contar tantas historias de ese tramito que de la carrera entera. A mi se me cayó el mundo encima. El año pasado me clavaron al suelo los calambres pero este año fue corte de digestión, bloqueo total por la razón que sea. El calor es impactante y nada mas sentarme vomité todo lo que tenía dentro. Las sensaciones no se pueden transformar en palabras aquí. Desde las casas intentan refrescarnos con mangueras de agua, cubos, botellas... Queda kilómetro y medio y retirarse no es una opción. Mejor descansar 15 minutos y recuperar algo para seguir caminando y así se llega a la recta final. Vaya recta, interminable caminando pero si aún se puede correr, se guarda esa energía para los últimos 200m. La gente va animando, los niños chocando manos. El cuerpo está destrozado pero la cabeza es todo alegría. Los últimos 200m uno se siente ganador de la carrera. Por ambos lados de las vallas la gente se aprieta para estar cerca y aplaudir, tocar, gritar. Todas las caras llenas de admiración, imposible no sentirse héroe. Cruzar la meta es una inyección de químicos corporales que te hacen flotar por encima de lo humano.
Poco después viene el bajón final. Calambres, escalofríos, mareo, perdida de equilibrio y camilla dirección carpa Cruz Roja. Con un suero el cuerpo recupera poco a poco sus sensaciones "normales" y empiezan las preguntas en la cabeza. Que ha pasado? Porque? Otra vez? Ya son cuatro hostias iguales. Primero en el Paradise Trail en La Gomera 2013. Eché la culpa al calor. Segundo en la Bluetrail pero después de un descanso y tomando caldo en Vilaflor se superó. Tercero en la Transgrancanaria hasta punto de no retorno, retirada. Y ahora a 2km de la meta otra vez...
Seguimos pensando que son problemas de alimentación, hay que comer mas. Pero no me entra. Decido probar otra vez cosas diferentes para el Ironman.
En un par de días estoy recuperado y hago algún entreno suave, correr poco, una vueltita en bici y algo de natación. Las sensaciones para el Ironman son buenas.

17 de Mayo, IRONMAN LANZAROTE.

Preparativos sin incidencias, listos para salir.
La salida de la natación es espectacular....para el que lo vea. Estar dentro es el caos mas grande que uno puede imaginarse. Queda un día entero de deporte por delante y pensé que eran tres disciplinas: natación, bici y carrera a pie. Pero resulta que los triatletas añaden una cuarta: boxeo. Cuando metes demasiada gente en demasiado poco espacio, el comportamiento es incontrolable. No hay escapatoria. Mi solución: cada vez que me encontraba encajonado por los cuatro lados entre boxeadores intentaba captar una vista por encima de la superficie en busqueda de un lugar despejado cercano para luego gatear por encima de los peleones hasta ese hueco donde aprovechaba una natación mas o menos normal hasta volver a encajonarme. Así los primeros 1500m. El resto fue algo mejor. Hice lo que pude pero no soy buen nadador. Nunca había nadado esa distancia pero al final, no fue muy diferente que nadar 1000m, solamente tardaba mas. 1h15.
La transición la hice a mi ritmo. Soy increíblemente lento en esa especialidad. 10 minutos.
Salgo en bici y ya veo las primeras caídas. A los 500m una persona en el suelo, mucha sangre, ambulancia. 1km y uno que voy adelantando, se sale de la calzada, derecho contra un palo y me vuelve a adelantar por el aire, sin bici. Miré hacía atrás pero venían varias personas pegadas. No pude ni frenar. Me quedo flipando. Veo a todos los demás, después del boxeo en el agua y los dos accidentados en bici, como asesinos y no quiero estar cerca de nadie. Voy a mi ritmo, quizás un poco por encima y adelanto multitudes de aspirantes a Ironman. La vuelta al Golfo, Timanfaya y por Tinajo me encuentro con el primer conocido: Kenty. Le adelanto. En el avituallamiento me vuelve a adelantar (tomo mi tiempo para comer un plátano y beber bebida energética a ritmo reducido) y bajando a La Santa vuelvo a adelantarle. Después del avituallamiento de Famara tengo que parar a mear y vuelve a pasar Kenty. Le veo en la subida hacía la rotonda para luego ir a Teguise, pero subo mal y no vuelvo a cogerle. La subida de Teguise a Las Nieves se me hace muy muy dura, voy levantado en pie cada vez mas despacio y casi arriba paro un momento a mear otra vez, comer algo y estirar. Me cuesta demasiado subir, pero ya sabía que me iba a pasar esto en la cabra. Me han vuelta a adelantar decenas de personas, aunque en la bajada a Haría vuelvo a recuperar bastante. La subida al mirador del Río es mas llevadera. Buenas vistas, quizás menos pendiente o menos larga y sabiendo que llegamos al final de las subidas duras. Empiezo la bajada alegremente. El asfalto está fatal y la bici vibra y salta, las ruedas suenan a mucha velocidad y...de repente ppsshshhhhhhhhrakatakatakarakaclufpumtum. Frenado de emergencia. Tubular reventado. Pienso que se ha metido una piedra entre el cuadro y el neumático porque está reventado totalmente sobre unos 20cm. Quitar la rueda trasera no es muy fácil pero tengo claro que con nervios y prisa, no lo voy a solucionar mejor. Nunca he cambiado un tubular pero es un buen momento para aprender, llevo uno de repuesto. Por suerte no me lo han pegado demasiado y consigo quitar el reventado en poco tiempo. La llanta trasera es de perfil muy ancho y la válvula lleva varias extensiones enroscadas. Tengo una herramienta mini de plástico para quitarlas y ponerlas en el otro tubular. Pero para evitar que pierdan aire en las uniones, se habían apretado con alicates a la fuerza. Imposible recuperar las extensiones. Llevo de todo y tengo otra extensión aunque esa tiene otro problema. No tiene rosca al final, por lo que no puedo enroscar el cartucho de aire para inflar. (No llevo bomba) Además no tiene ni siquiera válvula al final y hay que dejar la válvula abajo abierta. Inflo la rueda con un spray de espuma pero no es suficiente presión. Monto la rueda e intento seguir así. Pero es una bajada larga y rápida y en la primera curva me doy cuenta de que eso es demasiado peligroso. Hay que intentar inflar mas. Decido probar con el cartucho, aguantándolo con todo mi peso encima, ya que no lo puedo enroscar, y consigo meter mas presión. He perdido mucho tiempo pero estoy feliz. He conseguido arreglar el problema. Varios kilómetros de tramo muy rápido y subimos a Nazareth, la parte mas dura de la carrera según Ibán. Efectivamente, la subida contra el viento me mata y en el avituallamiento decido bajarme de la bici. Bebo, como snickers y plátano, descanso un minuto. Toco la rueda trasera y uffff, muy poca presión. Pierdo aire. Pregunto por una bomba para inflar pero no hay. Seguimos por un tramo de carretera muy malo, asfalto destrozado pero mi rueda media desinflada pasa suave como mantequilla, jaja. Los siguientes kilómetros voy rezando. Pasa de todo por mi cabeza. Tengo que llegar como sea a boxes. Quedan 30km. Voy con cuidado. Intento mirar la rueda pero no veo si está bien o no. Me imagino en los baches sentir la llanta pero no consigo saber si es verdad o pura imaginación. Pero también veo la realidad... Delante hay un coche mitad en la calzada, mitad en tierra y el conductor suicida sentado en medio de la carretera intentando cambiar la rueda. Delante de mi va otro y cuando yo ya me había puesto mas a la izquierda, veo que ese sigue en linea recta hacía el hombre en la carretera. Grito "cuidaaadooooooo". El conductor salta encima del coche y el ciclista choca con el pero consigue no caerse. Al pasarles le oigo gritar "gilipollas que haces ahí cambiando la rueda..." y pienso lo mío. Hoy están todos "zumbaos". Llego a la última pequeña subida y nada más empezar a bajar hacía Conil ya noto con total seguridad que estoy tocando suelo con la llanta. Me paro y efectivamente. Un poco mas adelante hay un chico con una bmx en el suelo sentado mirando. Voy caminando hacía el y le pregunto por si tiene una bomba para inflar. Me dice que en la bici no, pero que vive cerca y que la va a buscar. Sale volando a por ella. Cuando vuelve veo que es únicamente para válvula gorda. Lo intentamos pero no sirve. Le doy las gracias y decido seguir caminando. Quedan 10km... Van pasando multitud de triatletas a 60 por hora. Obviamente nadie se para. Vaya mierda de deporte. Impensable en un trail. Pienso que quizás alguien parará en esos 10km por lo menos... Después de un rato aparece un coche de protección civil. Me dicen que mas atrás viene un furgón de asistencia. Otro "atleta" ve el coche y para al lado para pedir algo, en medio de la carretera, en una bajada donde pasan los demás a mas de 60km/h. El primero que viene detrás empieza a gritar pero el tío se queda tan tranquilo en medio de la carretera y exclama "vaya, ese quiere ganar la carrera". Le grito "tío, quítate de ahí, ponte a un lado" pero ni caso. Veo en cualquier momento otro accidente grave y alterado le grito "coño, quítateee!!!" El idiota termina por subirse a los pedales con total tranquilidad mientras oigo los chillidos de los frenos detrás. Que pasa con los triatletas? Pandilla de zumbaoooossss? No he visto nunca nada igual. Encima, claro, no le pregunté al chiflado si tenía bomba para inflar mi rueda ni se fijó en que yo estaba ahí con un problema. Sinceramente, no tenía mas ganas de Ironman. Me daba vergüenza ser parte de esto. Sigo caminando y finalmente aparece el furgón de asistencia. Eso sí, no tuve casi ni que parar de caminar. En 15 segundos estaba encima de mi bici con 10kg en la rueda, suficiente para llegar a meta. Parecía un pitstop. Un poco gracioso después de caminar media hora, pero se agradeció. Y por finnnnnnn. Llegamos a la última parte. Casi nada. Correr una maratón. Veo como acaba de salir nuestro compañero VGRX Ricardo de la transición. Me habrá adelantado mientras iba caminando pero no me vio. Me cambio y salgo corriendo a por el porque tengo ganas de correr juntos. Un poco antes de lo previsto lo alcanzo y empiezo a contarle mi historia. Va muy lento. Como soy muy malo, se lo digo y me dice que no quiere correr mas rápido. Me pongo a caminar al lado y soy aún mas malo porque le digo que a esa velocidad se puede caminar. "no quiero caminar" me dice, jaajaj. Bueno, le digo que quiero acompañarle pero creo que ya le había agobiado bastante y me dice que le deje solo, que no quiere ir conmigo...pfff. Están todos zumbaos... Sigo tranquilito y acabo la primera vuelta. El calor es terrible. No había tomado geles por consejo de un amigo que dijo "hasta 10km en la maratón, nada de geles". Iba por 16 así que me meto el gel. Llego al avituallamiento, 17km, bebo... 500m más y plaf. Mareo, dolor de cabeza, no puedo respirar, imposible correr. Me refresco todo lo posible en el siguiente avituallamiento pero cada vez que intento correr vuelve el mareo. Ya después de todo lo que pasó en la bici, me da igual todo. Estoy dispuesto a caminar 5 horas mas... A la mitad de la segunda vuelta, por Playa Honda, intento tomarme otro gel diferente. Tomo la mitad y plaf. Me siento fatal. De milagro no vomito. Cojo hielo en las manos e intento refrescarme. Camino lento. Estoy mentalmente desilusionado y realmente me da igual TODO. Pero sé que seguiré hasta la meta. Llegando otra vez a Puerto del Carmen me animan los amigos del TXTM, Leo, Mikael y un señor belga. Me dicen que voy bien, jajaja. Me quedan 11km... Intento correr y poco a poco me siento algo mejor. Cuando quedan 8km paso por un avituallamiento "extra" y me ofrecen "sopa". Un caldito caliente. Me lo tomo como si hubiera estado un mes en Etiopía sin comida. Creo que tenía que haberme pillado unos 10 vasos... Al mismo tiempo empezó también a hacer mas bien frío que calor. Mi cuerpo vuelve a funcionar y me pongo a correr. Tengo la impresión de correr bien pero obviamente, ya no iba a 4min el kilómetro, ni 5... En la vuelta hay una pequeña subida que pensaba hacer caminando pero no tuve malas sensaciones y seguí corriendo. Cogí otro vaso de "sopa" y ya solamente quedaban 3km a meta. Que alegría. Fin del calvario. Y no me puedo quejar porque acabé con buenas sensaciones, contento como si no hubiera pasado nada por el camino... Vale, 14 horas, un poco lento...jaja. Pero tiene una ventaja muy grande. Estoy como nuevo. Hoy, lunes, a dos días del Ironman, salí en bici y tenía piernas para hacer otro intento y mas, haciendo nuevo record Los Abrigos-Las Chafiras.

Ahora toca analizar los problemas y buscar soluciones. No puedo seguir así. Iré al Gomera Paradise con otro plan, otra alternativa, pero primero consultar especialista...

En definitiva, quizás un poco también por los problemas en la maratón, no me ha gustado mucho el Ironman. No lo disfruté. En mis condiciones físicas, acabarlo en 14 horas tampoco es un mérito a aplaudir. Si Miguel hubiera tenido que ir conmigo en todo momento, se habría aburrido como nunca. Todo es relativo.
En una siguiente publicación pongo fotos.

Gracias por su atención y por volar con nosotros. Esperamos saludarles pronto a bordo de nuevo.