martes, 25 de diciembre de 2012

Media maratón de Tacoronte 2012

Vamos a ver si me sale mas cortito el relato, creo que no hay demasiado que contar. Lo más importante, sin duda, es desear unas felices fiestas a todo el mundo aunque supongo que esten todos, igual que yo, sobresaturados ya de esas palabras.
Asi que cambio el tema.
La media de Tacoronte era para mí la última prueba del año. Pensaba correr la San Silvestre de El Médano, pero me visita mi hermano y me hizo entender que haciendo 35 carreras al año, quizás justo ese día podría pasarlo en familia y por una vez, no pensar en correr, nadar o salir en bici. Ya les contaré si lo consigo, pero a la San Silvestre no estoy apuntado... (quizás me escapo temprano por la mañana antes de que se levantan para hacer algo....jajaja)
Dije que Tacoronte era la última del año, pero mentalmente la K42 ya era la última. Llevo mucho tiempo sin correr casi en asfalto y me cuesta disfrutar esa monotonía que tiene. Un par de entrenos antes de la media de Santa Cruz y sinceramente, lo pasé fatal en esa carrera. Había salido con buen ritmo y no quise aflojar, siempre pensando en hacer un buen tiempo. Sufrir y sudar, qué necesidad?! Así que en un principio, decidí dejar el asfalto definitivamente. Pero reflexionando, me convencí a mi mismo que me estaba volviendo vago y que de seguir en esa linea dentro de un año, ya no haría nada. Me estaba tocando en la puerta el diablo y sus tentaciones son nefastas. Decidí buscar el camino del medio. Así que me inscribí a Tacoronte, además, como único VGRX, pero con la idea de mantener un ritmo justo por debajo del umbral de sufrimiento.
Y lo conseguí. Fué así:
Ito Hernández recogió mi chip el día anterior y el dorsal ya me lo habían dado con la inscripción. (Gracias Ito) Así que el domingo de la carrera, me levanto a las 6h30 y media hora para desayunar y prepararme. Ningún estrés ni nervios, no hay marcas que batir ni retos que superar. A las 8h llego a Tacoronte, media hora antes de la salida. Me cambio tranquilamente, pincho el dorsal a la camiseta, chip en la zapatilla, trotar un poco y unas cuantas escaleras para llegar al lugar de salida. Perfecto, caliente y listo. Además es un día estupendo, ni frio ni calor, ni una nube en el cielo.
Cuando llego a la salida, ya están todos colocados y me alegro llegar "tarde" porque así no me contagian esos nervios de carrera. Me encuentro con Ito y salgo al lado de el, en medio de la manada. La primera parte es en bajada y hasta los que no corren van rápido, así que no hay que hacer el típico slalom para adelantar gente. Después de 1500m damos la vuelta y hay que subir lo que bajamos. Es la tercera vez que hago la media de Tacoronte y en las dos anteriores he llegado a asfixiarme en la subida. Ahora olvido el ritmo y me dejo llevar por la respiración y sensación de pulso, con lo que llego al lugar de la salida mucho mas cómodo.
Cuando me faltan 20m para pasar por el arco de salida oigo un "PAF" y suena en el micro : "ha salido la prueba de 9,5km que se incorpora a la carrera". Y añadan "con cuidado corredores, todos en el carril izquierda". Uhhff, y ahora ¿QUÉ? Acaban de soltar a 150 corredores de todos los niveles en medio de un grupo de corredores que van todos a su ritmo. En un principio me quedo a la derecha de esa masa de gente adelantando desde el último de la cola pero 100m delante hay un policía con silbato loco en la boca dando señales que hay que arrimarse todos juntos en un carril. Perdí a Ito y los demás con los que estaba corriendo y me busqué un camino en zigzag como si fuera una segunda salida para nosotros, hasta encontrarme otra vez a mi ritmo y con corredores de ese mismo ritmo.
Detrás de mi oigo a alguien decir "a ver si ves a un belga peligroso..." Miro atrás y tengo a Ito y Sandro del Triteide pisándome los talones. Me adelantan muy motivados y hablamos algunas palabras. Les sigo pero empiezo a perder la comodidad con la que estaba corriendo así que decido dejarles. Pero creo que estaban chuleando porque un par de kilómetros mas lejos volví a adelantar a Ito y me puse en la estela de Sandro porque se levantó un viento de cara. Ito reaccionó y desde ese momento corrimos en equipo, aunque dejabamos a Sandro que marcara el ritmo. Creo que íbamos por 10km pero la verdad que no sé porque no me fijé en ningún momento ni en la distancia ni en el reloj. En las bajadas voy delante de Ito y en las subidas me adelanta el. Voy perfectamente dentro de mi margen de equilibrio entre disfrutar y correr y se debía  notar porque cuando nos encontramos con Julio, el ex de Patri, que sacaba fotos de la carrera, me echó una bronca porque me veía demasiado fresco, jajaja.
Los últimos kilómetros son de bajada y Sandro accelera. Ito también...Pfff. Bueno, queda menos, así que les sigo. Adelantamos probablemente unos 10 corredores. La verdad es que llegar con fuerza al final es divertido. Cuando aparece la meta delante, Sandro ha cogido unos 100m de ventaja e Ito se lanza a la 6ta marcha. Dudo un momento pero la verdad es que no estoy en modo "guerra" y sigo a mi ritmo hasta la meta. Probablemente Carlsberg es la mejor cerveza del mundo y la XXIII Media Maratón de Tacoronte la que más he disfrutado corriendo en asfalto. Corriendo con amigos como si fuera una de montaña, se ha hecho hasta corta. Lo malo es que no la hice mucho mejor que el año pasado, que fue 4 semanas después de una operación de hernia de la que supuestamente tenía que quedarme 6 semanas en reposo....jeje. Para correr rápido hay que sufrir...
Gracias a todos los amigos por la buena compañia y fotos (Gracias Samuel). Ha sido un cierre de año perfecto para mi, listo y motivado para un 2013 lleno de nuevos retos, alguna marca quizás pero sobre todo disfrutar del deporte con amigos.

Clasificaciones media maratón





lunes, 10 de diciembre de 2012

K42 Anaga

Me pongo a escribir aunque tengo muchas otras cosas que hacer, pero ya estamos a lunes, tarde, y sino se me van a olvidar detalles importantes. El hecho de que ya han pasado mas de 24h desde que acabamos la famosa carrera K42 dejó reposar las reflexiones post-carrera. Hace falta analizarlas porque no ha salido todo como estaba previsto. A primera vista desde fuera, fue un éxito total para mi, sacando trofeo en mi categoría y un puesto en la general bueno con un tiempo respetable. Pero no es todo lo que parece...
Empecemos por hablar de la carrera:
Desde El Médano subimos en un coche Miguel, Angel y yo. Una hora de trayecto. Normalmente Miguel no para de hablar pero no decía nada. Parecía preocupado. Y con razón porque nunca había ido a una carrera con tanta presión para defender su nivel ya que el año pasado puso el listón muuuy alto. Desde que llegamos a la Plaza del Cristo en La Laguna, se ve que esta carrera tiene un nivel que no vemos en otras. Tres arcos de meta/salida, mucha alfombra roja, varias carpas y una megafonía para despertar a toda La Laguna un domingo a las 8 de la mañana. Llegamos una hora antes de la salida pero pasa rápidamente porque nos paramos a hablar con cada vez mas amigos corredores.
Unos minutos antes de las 9 nos llaman a todos dentro de la zona de salida, ni control de material obligatorio ni perder tiempo con discursos. Los 30 primeros dorsales son para la "élite", por supuesto incluyendo a Miguel, y ellos entran a la salida por delante como debe ser. Uno de esos detalles que destacan la organización. Presentan a los favoritos y su palmares da miedo, que si ganador de K42 en Brasil, K42 de Mallorca, ganador de no sé qué.... Mucho nivel.
Salimos puntuales, probablemente unos 350 participantes. Voy en medio de la masa con un grupo muy grande delante pero no tardamos en llegar hasta la subida del Bronco, en asfalto. Un filtro natural para que todos vayan en su sitio cuando luego el camino queda demasiado estrecho para grupos y se forma una inmensa fila de personas, visible desde el otro lado de La Laguna. Voy adelantando puestos y termino ese tramo hacía Jardina con Santi, que conocimos en el entreno de la carrera. En ningún momento vi a Miguel, ya lejos delante y Angel se quedó atrás aunque le dije de seguirme de cerca... me tiene miedo, jaja. Subiendo por el otro lado de Jardina, Santi me dejó escapar. Como suele ocurrir en las carreras, mucha gente sale muy rápido y después se van quedando. Pienso que no fue mi caso ya que hasta arriba en Chinamada iría adelantando gente. Llevaba una botella de agua y otra de isotónica, 8 geles y unos dulces. Con toda esa carga, los dos primeros avituallamientos, me los salté sin parar. El tercero era el mismo que el segundo al pasar otra vez por el mismo sitio después de la subida del barranco de la Goleta. Llené de agua y me comí dos trocitos de plátano antes de lanzarme en la bajada hacía Punta del Hidalgo. Por la mitad de la bajada alcancé a Angel Yuste, mi compañero de grupo de edad que supuestamente iría en primer lugar. Durante un rato fui pisándole los talones mientras me estudiaba diferentes tácticas. Una era quedarme con el, guardando fuerzas. Pero no sabía porque lo alcancé. Quizás iba mal y quedarme con el significaría que me adelantarían otra vez toda esa gente que he ido pasando en las dos horas anteriores. Su ritmo de bajada me parecía demasiado relajado y decidí ir a lo mío. Inevitablemente, cuando llegué a Punta del Hidalgo, tenía esa presión de saber que había un rival detrás, quizás muy cerca, y cometí el error mas grande de la carrera. Sabiendo que desde allí empezaba el tramo mas duro de la carrera, era el momento para alimentarse e hidratarse, mas que en cualquier otro avituallamiento. Pero solo llené agua y con un par de pasas y nueces en mano salí hacía la subida de Chinamada. Todo iba bien. En una mirada hacía atrás, vi a lo lejos, mucho mas abajo, a Santi. No vi a Angel Yuste e iba convencido de que ya aseguraba mi primer puesto en M50. Los últimos 500m hacía Chinamada se hicieron duros y el bajón vino inesperado. En el avituallamiento me eché un ratito al suelo porque me dolía la espalda, me entraban ganas de quedarme allí a dormir una siesta... No fue buena señal. Saliendo del lugar iba flojo pero pensaba que volvería a coger ritmo. Caminando pasé por Victor Teni que caminaba lentamente mirando el suelo y me di cuenta de que yo también iba mal. Me paré a estirar aunque no tenía tirones ni problemas musculares. Estaba agotado. Intentaba correr pero mis piernas no querían. Me adelantó uno, luego otro, y otro... en un principio los iba contando pero rápidamente perdí la cuenta. Cuando quedaban 10km iba calculando los tiempos. Los primeros 10km los hice en 57 minutos, jaja, tardaría el doble en los últimos ? Pues seguramente que sí porque no podía dar ni un paso mas. Me daba meta en 5h45 si mantenía la cabeza con mentalidad de seguir, al ritmo que sea. Y por supuesto, no me sorprendió cuando apareció Angel Yuste. No hubo batalla, la mía ya estaba perdida. En el avituallamiento de Cruz del Carmen me tomé un poco mas de tiempo para comer fruta y un vaso de coca cola, a ver si me animaba, pero era tarde. Una vez en el bajón, es difícil recuperar. No paraban de adelantarme corredores y me sentía como el típico cadáver en las carreras, arrastrándome. Graciosamente en el mismo sitio donde me escapé de Santi volvió a aparecer el. Subimos juntos la última subida pero en cuanto la pendiente dejaba correr en vez de caminar, se fue y me quedé imitando los movimientos de correr sin avanzar. De los últimos kilómetros me acuerdo poco, ya no funcionaba mi cabeza pero no quise decepcionar en la meta e hice todo lo posible para entrar con sonrisa y cara de contento. Contento de que se acabó el sufrimiento, eso si.
Y bueno, quedan dos cosas opuestas. La carrera fue estupenda, muy buena organización, increíble ambiente, buen tiempo, seco, ni frío ni calor y la disfruté mucho hasta el km 30. Mi resultado es muy bueno con un puesto 53 de la general en 5h40 y segundo en M50. Pero lo que mas me importa son las sensaciones y algo ha fallado gravemente. En una carrera de resistencia hay muchas cosas que pueden ir mal e intentamos prepararlas con detalle para evitarlas. Primero está el entrenamiento. Después está la alimentación en los días anteriores a la carrera y después está la carrera en sí con sus claves: ritmo, alimentación e hidratación. Parece mentira que después de 3 años haciendo carreras casi cada fin de semana, aún no lo controlo. Lo primero, el entreno y las comidas anteriores, estaban controladas. No problem. Durante la carrera, la hidratación tampoco fue un problema. Quedaba el ritmo y la alimentación. He descartado el exceso de ritmo al principio porque tendría los músculos sobrecargados y ahora mismo no tengo ni agujetas. O sea, el fallo tenía que estar en la alimentación. No me lo había planteado antes, pero Ibán mi hizo calcular las calorías que he ingerido durante la carrera y a través de un calculador de una página web saqué una aproximación de las que gasté... 500 ingeridas contra 3000 gastadas... Quizás si hubiera tomado sobredosis de desayuno, pero no existió... Miguel dirá que son todo tonterías y que con un donut se puede correr una maratón pero la verdad es que no sé con que tipo de combustible funciona su cuerpo... O nos miente o es capaz de quedar en 7º lugar entre tanto nivel con 4 gotas de agua, sin entrenar y sin comer. Todo con unos parches milagrosos pegados en su cuerpo. Y mira que yo me pegué dos enormes en el pecho (compeed) para no sangrar, pero les faltaba la magia...
El consuelo es que a muchos corredores les han pasado cosas parecidas en esta carrera y sin buscar mas lejos, a nuestro amigo Angel. Con capacidad sobrada para entrar en 6 horas, el hombre del mazo también le tomó como víctima de preferencia y necesitó 20 minutos más para arrastrase hasta la meta, entrando en el puesto 136.
Estoy cada vez mas sorprendido con los resultados de Fernando y Pedro del equipo Buho, me tienen asustado. Sé que Fernando puede correr mucho mas pero va motivando a Pedro en las carreras y juntos son un ejemplo del trabajo en equipo. No sé cuanto sufren por el camino, pero siempre llegan con una alegría que da envidia. Podría hablar de mas amigos que tenemos ya dentro del mundillo de trail pero no terminaría nunca... Lo siento.
Y para terminar el relato hay que dedicar un par de palabras a Miguel porque no sé si el publicará un relato de lo que vivió. Ha vuelto a demostrar su nivel en las carreras. En la media maratón de Santa Cruz la semana pasada habría mejorado su marca personal si estuviera medida debidamente, el jueves hizo un carrerón impresionante, aunque fueron solamente 6,5km, pegado a la élite del atletismo tinerfeño y en la K42 no ha fallado. No pudo mejorar el tiempo del año pasado pero está muy cerca y terminó delante de rivales que hace poco le habían ganado en otras carreras. Y además, lo mas importante, según cuenta, ha disfrutado mucho de las últimas carreras. Acabó primero de su categoría M40 y séptimo de la general en 4h42, impresionante !

Clasificación K42
























lunes, 3 de diciembre de 2012

XXII Media Maratón de Santa Cruz

Si el lunes pasado publiqué en mi facebook una foto de una rana descansando, diciendo que el fin de semana había sido muy duro, a ver donde busco algo mejor para este lunes...
El fin de semana son dos días y esta vez serían dos relatos pero al final, a nuestros lectores, no les va a dar la semana ni siquiera para leer lo que hacemos en dos días, jajajajaa. Así que un dos por uno...
Estamos a una semana de la K42, y como nosotros no tenemos un preparador físico, somos totalmente irresponsables y hacemos lo que nos sale de los ...... hacemos la preparación en plan brutos. Aunque convencidos de que lo hacemos bien ! Quién sabe, quizás hasta tenemos razón...
Bueno, no es para tanto. El sábado entreno haciendo la K21, el domingo media maratón de Santa Cruz. Lo mas duro ha sido levantarme a horas que ni entre semana me levanto.
Nuestro querido grupito de amigos "Carreritas trail", Marce, Juani, Samu, Juan y Miguel habían quedado a las 8 de la mañana en la Plaza del Cristo, La Laguna para hacer la K21. Conseguí convencer a Miguel (nuestro Miguel VGRX) acompañarme en la aventura. Cuando llegamos ahí, está lloviendo tanto que no podemos ni salir del coche. Nos preparamos y esperamos a los demás en la cafetería de la Plaza. Una vez todos allí, viendo el agua caer, empiezan las dudas sobre si salimos a correr o no. Bueno, no lo entiendo, porque sabíamos que iba a llover, nosotros vinimos del sur para eso, y yo iba a correr si o si. (aunque Miguel dudó en esperarme en el coche...jaja)
Al final, salimos y nos mojamos. Subida del Bronco y en la montaña detrás de Jardina, un viento que nos aplasta las gotas de agua contra la cara, encima congelándonos  Jejeje. Todo va bien. De repente se retira la nube fea y vemos las cosas mas claras. Extra motivación porque vemos otro grupo de corredores delante, no estamos solos. Subiendo por el otro lado nos alcanza otro grupo mas por detrás y eso parece ya la carrera de verdad, corredores por todos lados. El ritmo no era alto pero tampoco paramos mucho. Alguna duda en el recorrido en algún sitio, un par de fotos y el tramo por la pista de Las Hiedras a todo gas detrás de Samuel. En la subida a Cruz del Carmen hicimos un poco de trampa siguiendo la pista directa porque no sabíamos que no era por allí y no quisimos hacer caso al gps de Marce, jaja. Divertida bajada hacía Jardina y cuando empieza la subida hacía el Bronco en la vuelta empieza a llover otra vez. Miguel ya no para. Marce, que iba con el, lo deja y lo alcanzo. Nos mezclamos con el otro grupo y como son los últimos kilómetros, pica el gusanito y a correr de verdad. Cuando alcanzo también a Miguel, veo en su cara : "ah, por fin vas a correr" y suelta el freno a mano. Bueno, no cuento más. Hice todo lo que pude para seguir mas o menos cerca y llegué bien cansado a La Laguna. Nos cambiamos mientras llegaban los demás y vino lo mejor del entreno: churros con chocolate en la cafetería de la Plaza del Cristo. Muchísimas gracias a los amigos por el buen rato juntos. Toca recoger dorsales de la media de Santa Cruz y a descansar.
RRRRIIIINNNNNNN, 6 de la mañana, domingo.
A levantarse otra vez. Desayuno (donut y café) a las 7 en la gasolinera de San Isidro y pa' Santa Cruz. Pero ahí habrá que correr de verdad desde el principio, y aguantar...
Llevaba días diciendo que iba a correr tranquilo, a disfrutar. Nada más llegar y simplemente por el hecho de ponerme a calentar, correr, estirar, correr, acelerar, mucha gente, ambiente de competición... esa idea se esfumó. Otra vez con Miguel porque los demás VGRX tienen sus excusas. Salimos y Miguel desaparece con un grupo de correcaminos delante. Voy a gusto e intento mantener ese ritmo que marca el límite entre correr para conseguir una marca y disfrutar de la carrera, justo en el margen. No llevo reloj pero llegando al km10 paso frente al crono de la meta y marca 41 y algo. Me doy cuenta de que no voy mal. Mis marcas de media maratón son 1h30, poco mas, poco menos y veo que a eso voy. Ya no hay marcha atrás. Km14 me duele el tobillo mucho y me hundo mentalmente. Ese no era el plan para el día, iba a disfrutar. Voy demasiado rápido y estoy machacando mi tobillo que lo necesito la semana que viene en Anaga... Pero ya que he llegado hasta allí, cuesta dejarlo. Me adelanta Santi del Triabona e intenta animarme. No funciona pero me pica que va delante y me quedo a su ritmo, 50m detrás. Me tomo un gel para buscar energía, ánimo, algo... 4km después me tomo otro gel, porque no me hizo nada el primero.... A 2km de la meta me tomo el tercer gel que llevaba, yo que sé porque, nunca sabes... Creo que buscaba el efecto de un buen trago de humo de hierba. Me adelantaron muchos, pero en esos últimos 2km me puse a pensar que cuanto más rápido corría, antes terminaba e iba otra vez a 4min/km. Volví a adelantar unos cuantos (perdona por desanimarles en el último tramo...) y acabé con el castigo. 1h31:52. No es mi mejor marca, pero no hay discusión sobre el hecho de que era más que 21,097km... Al final hice un buen crono, el de siempre. Hace tiempo que no corremos por asfalto (o poco) y no me esperaba capaz de mantener ese ritmo tanto tiempo, pero se hizo. Lo pasé mal, pero eso es la cabeza. No había venido dispuesto a mantener un esfuerzo continuo y se me hizo muy duro mentalmente. Las piernas iban "sobradas", jejem. Volver a tener dolor en el tobillo también influyó. En primer lugar porque quiero recuperar de las molestias ya y en segundo porque me hundía más con la preguntá "que estás haciendo?"
Al rato de hablar con Miguel, que se lo pasó pipa, aparte de cruzar meta en 1h22 con 500m extra y disfrutando de las sensaciones, se me fueron quitando los malos rollos y terminé contento.
Hielo al tobillo y hablar con todos nuestros amigos, cada vez mas. Sacan las clasificaciones y me veo 5º de M50. Me acerco al enorme escenario de trofeos y me enseñan la copa que me toca de quinto lugar. Pienso que los trofeos siempre son para los 3 primeros, pero no me escapo. La espera a la entrega de trofeos se hace casi igual de dura que la carrera, pero por nada nos perdemos esto, como buenos vigorexicus, coleccionando copas... Gracias a todos los amigos por los ánimos y las fotos.
El jueves corremos el cross popular Llano del Camello, creo que son 6km, y con eso estamos mas que preparados para la K42 del próximo domingo en La Laguna. Algún día descansaremos...en el cielo...jajaja

Entreno K21:



Media maratón Santa Cruz: