martes, 15 de marzo de 2016

Ocean Lava Trisantacruz

Qué chulo soy. Si, lo admito. No importa que me lo echen en cara porque no me lo tomo en serio. Y porque eso?
Pues la gente normal, cuando se apunta a una prueba del calibre de un triatlón de media distancia, o medio Ironman como nos gusta mas llamarlo, se prepara, entrena y hasta vive con ilusión hacía ese día de la prueba.
Yo... Me apunté para que nadie me pudiera convencer ir a la Transgrancanaria que era el mismo fin de semana. Si ya he tenido que retirarme en dos ocasiones estando en mejores condiciones que ahora, pues, no me apetecía una tercera retirada. Y hay que ser chulo para pensar que entonces un medio Ironman es un escape fácil, jaja.
La natación me tenía un poco preocupado. No había nadado desde verano. Bueno, mentira, me tiré un día hace dos semanas, aprovechando una calma en la temporada de vientos fuertes que llevamos en El Médano este invierno, nadé 500m hacía un lado y luego pensé "idiota, ahora hay que volver". Me costó horrores. No podía pensar en como haría 1900m. Saco el truco ultratrail: apagar el cerebro y en vez de un pie delante del otro, los brazos. Cada vez que sacaba la cabeza para mirar pensé, mejor no ver nada. No veo ni adonde hay que ir. Un par de suspiros y termino el castigo. Salí del agua vacío por completo. Pero no importa. La bici rueda sola. (a ver si van a pensar que llevo el motorcito)
La transición es larga y tomo mi tiempo, sin prisas. Luego iré a 40 por hora y recupero el tiempo perdido, jaja.
Eso intenté, ir a 40 por hora pero creo que no lo conseguí. No reservé mucho en la bici. Sabía que no iba a poder correr bien y podría al menos hacer un buen tiempo en bici. Hace dos años que no hago 80km del tirón en la bici pero no parece ser un problema hasta llegar a boxes para la segunda transición. Ufff. En la linea de bajada parecía un abuelito, casi me ayudan los oficiales de la carrera a bajarme. Pongo los pies en el suelo y noto algo raro en la pierna derecha. Pues nada, normal. Ya se quitará.
Otra transición tranquila. Mis zapatillas llevan cordones normales y no soy muy rápido en hacer nudos. Los pongo doble, así al menos no tendré que volver hacerlos luego.
Salgo de boxes, las piernas protestan como nunca y corro estilo Meringolo, o sea, hay quien me adelanta caminando. La cosa rara de la pierna derecha se pone seria y se convierte en un dolor inaguantable en el tibial delante. Me pongo a estirar, camino, tomo un ibuprofeno. Cuando estoy parado no duele, pero en cuanto empiezo a correr, vuelve el dolor. Caminando duele menos. No me rindo. Haré todo caminando si hace falta. Cada cien metros hago otro intento de correr, así al menos avanzo un poco. Después de un par de kilómetros me encuentro con Eugenia, ahora compañera del equipo 7Raid. Le pido Reflex, no tiene, pero me ofrece el physiorelax que daban en la bolsa con el dorsal. Masajito suave y seguimos. Hasta la plaza de España alternando caminar, trotar, parar a estirar.
O sea, mi ritual de siempre, montar el espectáculo. Pero en el punto de giro se suaviza el dolor, quizás por tanta gente animando. Así que sonrisa y correr como si no pasara nada... Pero luego me doy cuenta que ya no hay nadie animando y sigo corriendo igual. Qué alegría. El ibuprofeno hace milagros. O fue el masaje de Eugenia? Pasan los kilómetros y eso va cada vez mejor. En el último punto de giro alcanzo a Pepe de 7Raid que había estado caminando un rato también. Vamos juntos, pero delante va Domingo, el marido de Eugenia y quiero llegar hasta el también. Pepe no me sigue y 500m mas lejos ya estoy con Domingo. Intento explicarle que no es muy justo adelantarle después de recibir un masaje en la pierna por su mujer, cuestión de motivarle un poco, jaja. Y sigo. Aparece Jesus María de Correcaminos corriendo al lado mío leyendo el ritmo en el Garmin y me manda ordenes a mantenerlo, 4:40-4:50. Yyyosss, eso últimamente ya es muy rápido para mi. Seguro que me estaba engañando. Pero solo faltan dos kilómetros. Me tomo un último gel un poco antes del último avituallamiento para llegar con fuerza hasta los últimos metros. A 100m de la meta alcanzo otro participante, del Trimedano y de mi categoría. Me mira y lógicamente habrá pensado "me vas a hacer "esprintar" ahora??" Aceleró y me quedé detrás, creo que era lo justo. El no sabía que yo no tenía prisa ninguna en cruzar el arco. Hasta me dio pena que ya había acabado el paseo. Como es habitual en un evento Ocean Lava, nos espera Kenneth en meta para colgarnos la medalla y estrechar la mano con la pregunta mas importante: "Has disfrutado?" Contesté afirmativo y pasé un par de horas mas con los amigos disfrutando del ambiente post-carrera.
En fin, el triatlón es divertido también. Y si no se buscan resultados al límite de las posibilidades físicas de uno, no es necesario entrenar mucho para poder acabar.
El pepino vuelve a su lugar donde estuvo dos añitos tristemente parado, colgado del techo. Y quien sabe cuando volverá a salir a la calle de nuevo...
Menos mal que lo inmortalizan los fotógrafos.





miércoles, 9 de marzo de 2016

Un latido mas del corazón Vigorexicus

Vigorexicus no se ha muerto. Solo entró en un coma inducido para actualizarse a un nuevo estilo de vida. El "Game Over" no entra en el vocabulario del vigorexico, y se buscan otras soluciones. Visitas médicas, opiniones de varios especialistas y poner todas las posibles opciones sobre la mesa.
Después de probar la opción de "inactividad" durante el mes de diciembre que llevó a un empeoramiento en todos los aspectos, quedó claro que el vigorexico seguirá vigorexico. Pero con otra visión y otros resultados. Lo primero: vivir con el mínimo dolor posible. Se acaban las locuras, ya que simplemente seguir corriendo es una locura por sí mismo.
Una carrera cada fin de semana no es posible.
El ritmo de carrera está limitado y controlado por el nivel de dolor.
A ritmo bajo, mejor carreras largas.

Empieza el 2016, una vueltita por aquí, otra por allá... Algún día de malas sensaciones y mucho dolor, otro con buenas sensaciones y haciendo buenos ritmos. Imprevisible.
Veo que por una confusión estoy invitado al Trail Nocturno de Tegueste. Solo 15km, lo peor que puedo hacer, pero ya que me dan un dorsal, pues vamos. Al salir del coche en Tegueste, un movimiento inoportuno me provoca un dolor fuerte en la cadera. No puedo caminar, ni hablar de correr. Intento estirar de varias maneras, pero no se quita. No es la primera vez que me pasa. En una ocasión se me quitó solo después de 15minutos de descanso. En otra, entrenando con Miguel, y al no poder descansar, no se quitó hasta horas después del entreno, el cual salió rana obviamente.
Ya está. Ya estoy montando una vez mas una película de las mías, cojeando por Tegueste. Intento esconderme, pero es difícil... Me pongo detrás de todos en la salida, aun dudando si salgo o no.
La gente sale como si fuera una carrera 800m. Pero no soy el único que va detrás en plan vacilón (vacilón en definición de juerga para unos, definición de inestabilidad para mi). Llego al "inexistente" tapón según el organizador, donde la parada de unos cuantos minutos fue suficiente para casi quitarme la molestia que tenía. Recuperando puestos en la primrera subida, y luego en el estrecho sendero hacía la Goleta, pelea con los "colistas" que no quieren dejar adelantar a unos ancianos (iba con otro señor que ganó la categoría de M60) porque decían que luego en la subida les taponaríamos.... ¡Cuidado con los ancianos si se enfadan! Primera vez en una carrera de montaña que termino discutiendo y enfadado. Muy disgustado del ambiente que crearon algunos ahí detrás. Gente que salió a 3 minutos el kilómetro en el pueblo de Tegueste para no tener que esperar en el tapón y que luego te dicen "haber corrido a 3' también" y que en el primer tramo técnico ya no son capaz de seguir al que tienen delante pero no quieren dejar pasar a nadie. No lo había visto antes.
En fin. Recuperando mas puestos en la subida de La Goleta pero sabiendo que en la pista de Los Dornajos volvería a perder muchos de ellos por no poder correr rápido. Ahí ya cambia el ambiente. Los conocidos que me adelantan me animan y les digo "nos vemos en meta". Cuando termina la pista, bajada técnica donde vuelvo de nuevo a recuperar algunos puestos y aguanto lo que puedo en el asfalto hasta meta que termino cruzando junto con Diego de 4emes trail. He tardado media hora mas que el año pasado y quizás no fue buena idea ir, pero no pasa nada. Otra pa'l saco como dicen.

Mientras, buenos entrenamientos solo y con Miguel que se prepara para la Advanced de la Transgrancanaria.

En el grupo de Whatsapp de 7Raid dice Eduardo que no podrá hacer el trail de Arico y que quizás se puede cambiar su dorsal para otra persona. Lo aceptan y yo no sé decir no. Es cerca de casa y ese día iba a correr de todas formas. Un entreno con dorsal.
Vuelve a coincidir con un día de malas sensaciones. Empiezo otra vez detrás de todos y no recupero puestos hasta el principio de la gran subida desde La Sabinita. En el punto mas alto llego hasta los talones de Tomás Padrón pero en la bajada se vuelve a escapar, me siento sin piernas, como si fueran paralizadas y no soportan el peso de mi cuerpo. Bajo tranquilo pero cada vez peor y al final decido hacer lo que queda caminando. Una hora mas que la última vez que fui ahí, claro, lógico. No problem. Me hubiera gustado poder hacerlo con mejores sensaciones pero bueno, a ver si lo consigo en otra carrera.

Empiezo a planificar mi año, teniendo en cuenta la situación. Decido apuntarme a unas pocas carreras que realmente quiero hacer. Y esta es la lista:
- Trisantacruz Half Distance Ocean Lava
- Media Maratón Las Galletas (un clásico que he hecho cada año desde 2010, si es necesario, caminando)
- Santa Cruz Extreme Anaga Maratón
- Transvulcania Ultra
- Triatlón El Médano (otro clásico desde el 2009 para mi)
- uffff.... UTMB. Y punto...

Un para de fotos y luego empiezo otra entrada para relatar el Ocean Lava Trisantacruz que ya se celebró.