martes, 27 de septiembre de 2016

Faro a Faro 2016

Tercera edición. Corrí la primera. Bueno, correr quizás no sea la palabra correcta, porque como me decía mi madre al comentarle lo que había hecho, una media de 4,5km por hora lo hacía ella con 80 años también en sus caminatas, jajaja. Ya ves como la educación de los padres afecta a sus hijos, me quedé con que soy un auténtico paquete. Pero en aquel año 2014 llegaron 29 personas de las 26 parejas hasta el faro de Buenavista, por un recorrido algo mas largo que el de este año, unos 145km. O sea, logré algo y me hizo estar intensamente feliz. El que quiere leer lo que pasó en aquel entonces, está aquí. (wuauw, acabo de leerlo de nuevo, y me sigue emocionando)
  Luego llegó la segunda edición. Participaban Ibán y Luis, triatletas, especialistas Ironman, verdaderos "cracks" y con el coche de Ibán decidí seguirles en su aventura. Al final cogí el lugar de Luis en los últimos 20km, ya que se había retirado en Portillo, para disfrutar también algo corriendo. (Eso está determinadamente prohibido pero no lo sabía, ya saben esa excusa que siempre das cuando te para la policía). Por segunda vez, el faro a faro cambió las vidas de muchos corredores, el desafío se convirtió en algo que aparece en los sueños de los corredores de trail. De nuevo, muchos tuvieron que retirarse, no tengo números. Está claro que es un desafío exigente, pero hasta los que tuvieron que parar lo disfrutaron.
  Era obvio que por estas fechas, llegaba la tercera edición. Desde El Médano, esta vez eran Juan Francisco y Miguel (reemplazando a Pedro, equipo Formatrail) que se unieron a la aventura. Les iba a asistir pero también desde la organización me pidieron "ayudar". Y como me siento un poquito parte del grupo 7Raid, tenía muchas ganas de ayudarles.
La logística de un desafío de este calibre es muy complicada, no podemos parar de felicitar a Marce y Eduardo por conseguir completar ese "puzzle". La parte mía no sería muy sencilla tampoco ya que quería combinar lo que haría para 7Raid con la asistencia a Miguel y Juan. Y como Miguel es un "tocahuevos" (es broma) y no quiere dormir la noche en el faro, pero Marce sí me quería a mi en el Faro... Al final encontramos solución. Miguel subía la furgoneta a Chamorga y yo acompañaba a los corredores en el último barco desde Las Teresitas hacía el Faro de Anaga. Vaya viaje, chocando contra las olas, se parecía a los videos de la Volvo Ocean Race cuando pasa la ola entera encima de los integrantes del barco. Llegamos empapados.
Cada uno hace lo que quiere, pero realmente, el Faro a Faro, la aventura, el desafío, empieza desde el viernes con la expedición hacía el faro, ya que sea en barco o caminando. El no dormir en el faro lo veo como quedarse un poco fuera del circo. No es una crítica, es una opinión y recomiendo a los futuros participantes no perderse esa parte, aunque vayan a dormir menos. Al final, en tu casa tampoco vas a poder dormir.
Por otro lado, hay cada vez mas participantes y para la organización, llevar todo lo necesario y volver a traerlo con la inaccesibilidad del faro, es una paliza por lo que quizás sería un alivio para ellos que se quedaran menos participantes. Pero, ya ves, ningún esfuerzo es demasiado para ese equipo de organización y si hay que llevar 300kg de comida y bebida, se llevan.
Cena, "dormir", desayuno, risas, algunas palabras de Marce (no sirven para nada pero es necesario para empezar oficialmente el desafío) y a las ocho en punto la salida.
Me quedo recogiendo cosas en el faro y luego salimos caminando a Chamorga. A mitad de camino recogemos todo el material que han dejado los corredores para dormir, ya que ellos ahí cogen otro sendero, y lo bajamos a las furgonetas en Chamorga. Y a partir de ahí, hacer kilómetros y kilómetros, curvas y mas curvas, Anaga, Teide, Garachico...
  Ya antes de Cruz del Carmen recojo a la primera pareja retirada. Dos chicas de fuera que obviamente no sabían a lo que se habían apuntado. Iban bien, pero a ritmo de senderismo para hacer la ruta de faro a faro tradicional en varios días y esa no es la idea, por lo que hubo que pararlas porque retrasaban demasiado a los corredores escoba desde los primeros kilómetros.
Luego avituallamiento La Esperanza. Buenas caras, buen ambiente. Miguel y Juan ya casi salen de ahí cuando llego yo. Parece que van bien. Pero algunos llegan muy cerca de los tiempos de corte y deciden parar viendo que el reto es mas exigente de lo que esperaban. No necesitan mi ayuda y sigo hacía la Caldera de La Orotava.
Los primeros tardan un poco mas de lo que me esperaba en cubrir los 28km desde La Esperanza pero quizás mejor así porque el desafío realmente empieza desde ahí, 2700m de subida y empieza la noche.
Por la radio empiezo a escuchar algunos problemas. El Lechu con problemas en el tobillo y otros con problemas de estómago, varias retiradas y las parejas se van re-agrupando con los que pueden seguir. Entre ellos también Juan, el compañero de Miguel y este no quiere seguir solo en el reto, se retiran los dos en La Caldera con 68km.
Y con esto quiero hablar un momento de otro tema. Correr en pareja tiene sus complicaciones. Corredores muy individuales y buscando prestaciones no encontrarán "la gracia" en un Faro a Faro. Es muy difícil encontrar un compañero con el mismo nivel y si lo tiene, pueden pasar muchas cosas por lo que tienes que estar siempre pendiente del otro.
Y quedó mas que demostrado una vez mas, que el peor enemigo en las ultras son los problemas de estómago, absorber nutrición y líquidos. Si el sistema se bloquea, hace falta mucho tiempo para recuperar y algunas veces, si no se ha parado a tiempo, ya no es posible seguir. Y la primera razón de estos problemas, en mi opinión y con mi experiencia, es ir a un ritmo demasiado alto en momentos que tu cuerpo necesita "algo" de energía para la digestión. Unos serán mas sensibles que otros y también influyen otros factores, pero lo principal es bajar el ritmo o parar inmediatamente cuando hay problemas en el estómago. Comer mas o beber solo empeoran la situación. Probablemente, lo mejor para evitarlo es nunca comer grandes cantidades de comida, comer continuamente pero poco. Pero te suelen ofrecer platos de pasta y otras comidas en los avituallamientos. Con la idea de pasar tantas horas, más de un día completo, corriendo, en algún momento habría que comer algo consistente. Y entonces opino, que es muy importante salir caminando y no forzar nada hasta por lo menos media hora o quizás mas, después de esa comida.
El problema no es el dolor o el malestar pero el hecho de que lo que tienes en el estómago no llega a tu sangre y bajan todos los niveles importantes para rendir en una carrera. Un factor que quizás complicó la sensibilidad a ese defecto fue la aplastante humedad en Anaga que hizo sudar demasiado a los particpantes, aumentando un desgaste no solo de calorías pero también de electrolitos y volumen de sangre general. Como ya dije una vez, pienso que tenemos una capacidad limitada en velocidad de absorber estos elementos, por lo que si gastamos mas de lo que podemos rellenar, nos vaciamos si o si. Y si encima, por forzando otras partes del cuerpo, bajamos nuestra capacidad de reponer, pues ya ves... No será una explicación muy científica pero me parece que tiene lógica y coincide con todos los ejemplos que tengo en mi experiencia.
En fin, no sé exactamente a cuanta gente afectó ese problema pero Miguel admite que salió muy rápido de la Esperanza después de comer, cómodo para el, pero quizás no tanto para Juan, quizás ya venía tocado de antes. Juan no quería decepcionar a Miguel y se forzó, provocando finalmente la retirada. Esa es mi versión... Eugenia tuvo problemas  parecidas pero a ella no la tumba ni un carro de combate, no va tan rápido y probablemente consiguió un equilibrio en el límite para poder seguir. Los hermanos Dorta decidieron abortar la subida al Teide cuando Jose llevaba mucho tiempo sin poder comer ni beber y dos personas mas hubo que evacuar desde Montaña Blanca después de vomitar y con los mismo problemas. Luego, cuando se echan a descansar, en seguida se recuperan. Algo que hay que tener en cuenta, ya que si vas bien de tiempo y no quieres retirarte, está la opción de buscar un sitio abrigado, si es necesario, sacar la manta térmica y echarse un rato hasta sentirse mejor, o sobre todo, notar que puedes comer y beber sin provocar vómitos y malestar. Aprender a llevar esas situaciones es la experiencia mas importante en carreras ultra largas.
Un especialista en nutrición dijo a un amigo que en las ultras comemos demasiado, fue justo antes de empezar mi UTMB, la frase dio muchas vueltas en mi cabeza durante 42 horas. Al final no comí mucho y funcionó.
Bueno, todo lo dicho viene de mis experiencias, nada de libros y estudios. Lo comparto pero si me dicen que estoy equivocado o piensan otra cosa, no hay problema. A lo mejor sea una ayuda para algunos, si puedo aportar un grano, pues un placer.
Y volvemos al Faro a Faro.
Pues, ya en la Caldera de La Orotava se dispararon las retiradas y un desafío en el que parecía que venían todos muy preparados, las cosas se fueron torciendo.
También en El Portillo mas retiradas y quizás algunos no tenían que haber salido hacía el Teide, ya que la evacuación, una vez pasado El Portillo, es complicada. Al final todo se solucionó y no pude dormir mucho entre los varios viajes Portillo-Parador, Parador-Montaña Blanca, Parador-Samara. Por suerte, la mayoría de los participantes tienen un equipo de asistencia, familia y amigos, que por algún lugar de las Cañadas pasaban la noche (sobre todo en Samara) y que pudieron recoger a los retirados una vez avisados.
En Rambleta también se retiraron tres corredores mas y bajaron a las 9 con el teleférico.
  Una vez en Samara, ya no hubieron mas problemas, se hizo de día y ya quedaban menos de 40km para acabar. Complicaciones en el estado de los pies de alguno, cansancio en otro, pero todos decididos en llegar a Buenavista. Pasé de Samara a Los Partidos de Franchy y cuando pasaron las escobas Davinia y Cristina ya pude bajar hasta Buenavista, todos los que quedaban en carrera, llegaban.
 Mucho viento en Buenavista pero buen tiempo, sol, y sobre todo muchas emociones. Si entre La Caldera y Samara empecé a verlo todo gris, muchos problemas y retiradas, todo quedó olvidado en el Faro de Buenavista. Solo se respiraba felicidad. Muy buena paella, dulces, cerveza, ducha, masajes, podólogo...
 De nuevo el Faro a Faro ha sido un éxito total, creo poder decir que hasta los retirados se fueron con buen sabor de boca a pesar de los vómitos. Y a pesar de que solo llegaron 38 personas de las 38 parejas iniciales, un 50%. A ver si en futuras ediciones se puede evitar mas retiradas.
Felicidades a todos los corredores y ahora que he vivido de dentro el trabajo y dedicación que implica una carrera así para los organizadores, con aun mas respeto les felicito. Es realmente impresionante y han cogido un nivel profesional en cuestiones de organización de lo que pocos pueden presumir. Aunque los corredores quizás no se dan cuenta, se prestó una importancia vital a saber en todo momento donde y como estaban uno por uno y al no tener chip, todo había que apuntarlo y mandarlo por radio al "mando base", las evacuaciones de corredores no terminaban hasta saber que estaban en casa o con familiares.
 Haber vivido mi experiencia me ha ayudado a entender mejor que como corredor tenemos responsabilidades también y no podemos hacer lo que nos sale de los... Hay que cumplir lo que pide la organización porque están pendientes de sus participantes, no hay que salirse del recorrido porque si tienes un problema es complicado localizarte y no puedes marcharte a casa sin avisar... obviamente.

A por el siguiente Faro a Faro. Quizás corriendo?

No saqué muchas fotos, aquí está lo que tengo:













viernes, 2 de septiembre de 2016

UTMB, vivir el mito del trailrunning desde dentro

Como te preparas una carrera de 170km con 10.000 de desnivel positivo? Como planificas tu nutrición? Como gestionas el ritmo? Como llevas una carrera en la que vas a estar dos noches sin dormir (por lo menos en mi caso de aficionado)?
Pero podríamos empezar por ¿Como llegas a participar en la UTMB? Que hasta esto es un reto.
Parece claro que es una preparación muy seria.
Hay que conseguir los puntos exigidos haciendo carreras previas por lo que podemos pensar que cada participante tiene el nivel necesario para poder acabar la UTMB. Luego a ver si hay suerte en el sorteo y si te dicen que si, como para no prepararte...
A lo que quiero llegar es que en la UTMB hay 2300 participantes con el nivel adecuado y bien preparados pero el día de la verdad, un 40% se retira... Qué pasa???
Pues yo lo tengo claro. No depende de tu preparación. Yo mismo soy el ejemplo que lo demuestra.
Acabo de ver las entrevistas post-carrera con Miguel Heras, Zach Miller, Uxue Fraile, Chaverot, Pommeret...
Zach fue ganando hasta que no le quedaban mas fuerzas, pero llegó. Pommeret tuvo problemas pero poco a poco fue recuperando y hasta sacó casi media hora al segundo. Miguel dice que no tenía la preparación adecuada y así no se puede ir a una carrera de 100millas así que ni intentó acabarla (por lo que entiendo yo al final). Chaverot salió fuerte y tuvo la "suerte" de estar fuerte hasta el final cuando le pudo haber pasado lo mismo que a Zach. Uxue no lo tuvo fácil pero no quiso retirarse aunque se queda con la reflexión de que no es sano dar una paliza tan fuerte a su cuerpo.
Cada uno su crónica. Todos se han preparado al milímetro para esta carrera y el día después, las historias son totalmente diferentes, pero sobre todo diferentes de lo planificado.
Porqué no sale el plan? Hay demasiados factores como para poder controlarlos todos. Al final dependemos del factor suerte. Esta es mi conclusión.
Yo he acabado la UTMB por SUERTE. No volveré a hacerla porque no creo poder contar con tanta suerte mas que una vez.
Obviamente, de tu preparación puede depender el puesto en el que podrías llegar. Cuando dice Miguel Heras que sin preparación adecuada no se puede ir a una carrera de este calibre, entiendo que no está dispuesto a terminarla en cualquier puesto, sale por encima de su preparación y cuando nota que no tiene el nivel para mantener el puesto que quiere coger, se retira. Lo tengo que entender así porque sino que me expliquen que la puedo acabar yo y él no?
Pues esto, mejor hablo de como lo acabé yo.
Cómo lo hice? Ni idea.
Estaba preparado? No
Pensaba poder llegar a meta? Imposible, iba a ver hasta donde podía llegar y punto.
Entonces por qué fui? Porque me inscribí y salí en el sorteo. No iba a desaprovechar la oportunidad, aunque sea para hacer la mitad de la carrera.
Sería por esa mentalidad que el 40% se retira? Habría que ir a preguntarles uno por uno...
Por qué no me preparé bien? Porque mi cuerpo no da mas, los dolores de la cadera, golpes de calor y porque soy un perezoso sin disciplina.
De todas formas, conseguí hacer mucho mas kilómetros que el verano pasado, casi 200 al mes. Pero para hacer 170 de una vez, 200 en un mes entero parecen un poco ridículo.
Incluye bici !
 O sea, primer punto:
1. Preparación inadecuada, mas bien inexistente.
Intentando acabar todo el trabajo antes del viaje, muchas horas metido en ambiente de polvo, disolventes y resina, durmiendo demasiado poco, termino en cama con gripe. No me lo podía creer. Gripe en verano. Pero no podía ser otra cosa. Dolor de cabeza, cuello y cuerpo en general, totalmente sin fuerzas y sensación de fiebre. Me pregunto si vale la pena ir hasta ahí, dudas sobre como hacer para no contagiar a los demás ahí y viendo que en 3 días no había mejorado, serias dudas sobre si quedaba tiempo para recuperar. La carrera sale el viernes. Sábado, Domingo y Lunes anterior estaba muy muy mal. El martes tenía que viajar y tomé pastilla para reducir el sufrimiento. Miércoles casi todo el día en cama apurando la recuperación y recuperando del viaje al mismo tiempo.
O sea, segundo punto:
2. Enfermo hasta el día antes de la carrera.
Viajaba el martes, avión a Madrid al mediodía y conexión a Ginebra por la tarde, transfer a Chamonix por la noche. Pero...
Problemas en Iberia y mi vuelo a Madrid no sale. Cuando al final nos dicen que hay retraso de 7 horas, casi me muero. Estaba fatal de la gripe. No podía irme a casa porque en cualquier momento pueden avisar de un cambio. Conexión y transfer perdido. Después de una interminable cola en el mostrador de Iberia (lógico) me explican que recibo un bono para comer, transfer y hotel en Madrid, y nueva conexión a Ginebra. Llamada a Ginebra a los del transfer a Chamonix, me dicen que lo tienen complicado para cogerme al día siguiente pero que lo intentarían.
Maldito dolor de cabeza, aguantando las horas de espera, tirado en el suelo del aeropuerto, comiendo hamburguesa del Burger King porque no quedaba otra cosa después de que los demás pasajeros de tres vuelos de Iberia retrasados atracaran todos los restaurantes del aeropuerto, termino llegando a un hotel en Barajas a la una de la madrugada y me dicen que a las 8 tengo que estar de nuevo en el aeropuerto para el vuelo a Ginebra. Entre ducharme y desayunar, 5 horas para dormir. Llegué a Chamonix el miércoles a las dos de la tarde destrozado.
O sea, tercer punto:
3. Llegar descansado, sin estrés y bien alimentado a la carrera? Suspendido.
El jueves intento descansar y al mediodía, después de comer, me siento un poco mejor.
Pero hace ya mas de una semana que no he hecho nada y me conozco. En mi primera vuelta después de un tiempo sin correr siempre lo paso fatal. Es necesario que salga a soltar las piernas. Sé que hay unas vistas impresionantes desde las cumbres del otro lado del valle, frente al Mont Blanc y quiero subir. Me dicen que estoy loco, que el día antes de la carrera no puedo subir una montaña... No me conocen. Les prometo ir lento... Al final me salieron 4 horas de entreno, 19km y 1500m de subida. Quedaban 24horas para recuperar y estar en la salida, pero por lo menos sabía que hasta el km20 o 30 podría llegar...


Lac Cornu
O sea, cuarto punto:
4. Suma los puntos anteriores a machacar el cuerpo 24horas antes de la salida.

En resumen, estaba en condiciones para apostar todo el dinero disponible a NO acabar la UTMB, lo sabía y lo aceptaba. Estaba ahí para disfrutar del ambiente, vivir la carrera de dentro y sin objetivo a meta.
De verdad, me da mucha pena por toda la gente que ha salido bien preparada, disciplinada e ilusionada con verdaderas ganas de llegar a meta y que ha tenido que retirarse. La suerte no conoce justicia y a veces cae al que menos se lo merece. Me tocó el gordo.
Bueno, y ahora toca contar la carrera.

Viernes 17h30. Aproximación a linea de salida. No pude ni llegar a la calle de la salida, no caben 2300 personas ahí. Estaba detrás de la esquina pero teníamos una gran pantalla de la linea de salida a la vista y así nos enteramos de lo que pasaba ahí delante. En mis condiciones no tenía ningún sentido forzarme mas hacía delante y además los primeros 8km serían casi llanos, lo peor para mi. Mejor no forzar nada y empezar atrás.
18h. Láalalaaa lalaláalala, láalalaaa la la laaaaa. Conquest of Paradise de Vangelis. Música ideal para una procesión, un funeral. 2300 personas caminando en procesión pero no llegué a ver el féretro delante. Después de 5 minutos ya había llegado hasta el arco de salida. Doce minutos después ya había hecho el primer kilómetro dentro de Chamonix y la marcha cambiaba poco a poco a trote. Tampoco me esperaba otra cosa. Pelos de punta de todas formas. Mucho público, helicóptero arriba, drones como mosquitos, banderas de todos los países del planeta. Sin duda, algo grande estaba empezando.
Sobrevivo los primeros 8km llanos hasta Les Houches y empieza la primera subida, una pequeña de unos 800m de desnivel.
Bajada al otro lado y al llegar a Saint Gervais se hace de noche y nos ponemos el frontal.
20km en 3 horas, ritmo bueno pero no tengo claro que así se puede seguir otros 150km.
10km mas lejos en ligera subida toco fondo. No puedo mas. Me lo imaginaba. 30km, para eso estaba preparado. Pero no tengo otro problema que cansancio general y decido ponerme los auriculares con música de marcha apropiada para un viernes noche, saco los bastones y a caminar. En solo dos kilómetros ya voy mejor y entro en piloto automático. Laaaarga subida, pienso en Basilio Bravo, clic, clac, clic, clac, con los bastones y en algún momento tenemos que llegar arriba. No tengo ni idea cuando fue eso. Pero según el seguimiento online fue a las 3 de la madrugada, ya 9 horas en carrera para 45km. Pero 3000 positivo también ! No me acuerdo nada de la bajada después, ni del avituallamiento en Chapieux. Solo sé que en cada avituallamiento tomaba un plato de caldo, uno o dos trozos de pan, agua con gas y café.
Y con esto ya estaba en la tercera subida, hacía el Col de la Seigne. Se me hizo largo y era cada vez mas empinado, el sueño de la noche hizo todo lo posible para invadir la mente. Y como en las películas americanas, el sol se levantó en el momento justo de hacer cumbre, además caminábamos en esa dirección, hacía la luz. Cuando se desvela el paisaje del otro lado, el espectáculo mata cualquier cansancio, un mar de nubes en el valle y las montañas que van cogiendo color con el sol. No saqué foto, pero se la robo a una amiga en facebook...
Pero el recorrido tiene trampa y después de una demasiada corta bajada toca otra subida, lo mas comparable al tramo de pico viejo hasta Rambleta. Entre placas de nieve, bloques de piedra y piedra suelta, una buena lucha para avanzar. Cuando llego por fin y definitivamente arriba, me tiro al suelo, el sol ya calienta, como algo y descanso porque lo necesito. La primera parte de la bajada es del mismo estilo que la subida pero poco a poco va mejorando y aliviado llego a Lac Combal. Intento no quedarme demasiado tiempo porque sé que he perdido mucho tiempo y muchos puestos en las últimas horas de la noche y ya descansé arriba antes. Ya tengo claro que puedo llegar hasta Courmayeur en Italia. Queda una corta pero dura subida y luego larga bajada de mas de 1000m de desnivel.
En Courmayeur tengo bolsa con ropa y comida. Solo cambio de calcetines. Me ducho con toda la ropa puesta, así le quito el sudor y mientras como pan y caldo se va secando. Nueva capa de vaselina en todo el cuerpo para evitar las rozaduras y una buena sesión de "social media" con los amigos que me están siguiendo. Pierdo una hora y de nuevo unos cuantos puesto pero por undécima vez volveré a adelantar a los mismos corredores que ya están mosqueados de verme pasar una y otra vez después de mis descansos.
Mi gran amigo John me anima mandándome un mensaje "ya solo te queda la CCC". Le contesté con un par de palabrotas y eso le hizo añadir, como él había hecho la CCC el año pasado y conoce la zona, que si sobrevivía la primera subida después de Courmayeur, la UTMB estaba hecha. Volví a mandarle mas palabrotas. De todas formas, estaba equivocado. Me quedaba menos km que la CCC porque la UTMB sube directamente al refugio Bertone sin subir a los 2500m del "Tête de la Tronche" en la CCC.
Ya quería llegar a Suiza. De todas formas era de día, no tenía ningún problema físico y el piloto automático hacía un trabajo impecable. En las subidas iba asfixiado, pero mantenía mas o menos mi puesto y en las bajadas adelantaba siempre a mucha gente. Y a esas alturas, hasta en los llanos, mantenía el ritmo de los demás. Es que iba con los paquetes, y no soy mas que otro de ellos.
Al Gran col Ferret le tenía miedo y respeto. Sería el punto mas alto en toda la carrera, a pleno sol de la tarde pero la base ya estaba a mas altura por lo que tampoco había que superar un desnivel muy brutal. Además, el calor mas fuerte ya había pasado y me sentía bastante bien. (Ni me llegué a preguntar como era posible, había llegado al km100 y no me preocupaba que quedaban "solo" 70...)
Por el camino y arriba me iba encontrando con "cadáveres" y pensaba "pobrecitos" sin darle mas importancia. Bajando hacía La Fouly, un chico italiano justo delante de mi se cayó partiéndose la mano y abriendo hasta el hueso el dedo meñique.  Mientras otro llamaba a la organización, yo saqué la venda elástica que era parte del material obligatorio y le di un par de vueltas al dedo y la mano para por lo menos parar la perdida de sangre. El chico se sentía mareado y no podía seguir. Alguien tenía que quedarse con el y ya me veía no llegar al siguiente corte de horario en La Fouly. Un momento de nervios. Pero después de un rato apareció un turista italiano que se ofreció quedarse con el chico y pude seguir. Bajé a fuego intentando recuperar un poco de tiempo perdido y llegar antes de tener que sacar el frontal porque ya se acabó el día del sábado. Ya 27 horas en carrera, 115km.
De La Fouly hasta Champex Lac sería uno de los peores tramos para mi. Primero muchos kilómetros en calles, falso llano subiendo y al final una subida que se me hizo eterna entre relámpagos y lluvia.
Llegué a Champex a las doce de la noche clavado y no hacía falta reloj para saberlo. Tomé un café nada mas entrar en el avituallamiento, otro después del pan y el caldo. Luego me fui a dormir un rato. La idea era solo echarme 15' pero me quedé dormido y no había despertador. Menos mal que me desperté por el dolor de cadera una hora mas tarde. Congelado y con otro café salí de ahí, aun medio dormido. Un par de kilómetros caminando en las calles y luego la peor subida de toda la carrera. Larga, empinada, piedra suelta, escalones, en medio de la segunda noche pero las tormentas se habían calmadas. El suelo estaba mojado y la bajada resbalaba un poco pero me motivaba adelantar a gente, todos los que me adelantaron mientras estuve durmiendo... Pensando en esto, cuando llegué a Trient, decidí ni siquiera sentarme en el avituallamiento. Tomé un caldo en pie y puse pan en mi mochila para ir comiendo por el camino. No quería perder mas tiempo.
Subida a Catogne pero se me hizo mas llevadera que la anterior y en las bajadas cada vez mas rápido. PERO... Me dolían exageradamente los pies y notaba como zonas de piel en la suela estaban moviéndose. Sabía que ahí dentro de las zapatillas había un campo de batalla con heridos y sangre. Mientras volvió a hacerse de día. Sobreviví las dos noches, increíble. Fue el momento en el que pensé realmente que era posible llegar hasta el final aunque aún quedaban 20km, nada comparado con lo hecho, pero suficiente para fastidiarlo. Solo quedaba una subida. Dura. Pero por muy dura que fuera, sería la última.
Pregunté por un podólogo cuando llegué a Vallorcine aunque no estaba seguro si era buena idea quitarme las zapatillas tan cerca de la meta. Sabía que sería complicado volver a ponérmelas. Pero el podólogo me dijo que era mejor esperar a que lo mirara y le hice caso. Estaba ocupado y tenía otra persona esperando. Realmente tenía ganas de abandonar la espera pero ya me había quitado la zapatilla por lo que no había marcha atrás. Mi pie derecho estaba destrozado, el dolor era insoportable. Las Xodus son muy anchas y blandas. No sujetan suficientemente el pie. Añade sudor, barro, algo de lluvia y 35 horas corriendo... La uña del dedo gordo ya estaba negra, el dedo en rojo vivo con los latidos del corazón dentro golpeando... Después de 30 minutos de espera, el podólogo me desinfectó las bolsas de piel despegadas por diferentes zonas del pie y me llenó el pie de vaselina. Luego me puse el calcetín que apestaba (fuerte asco) y me puso otro medio bote de vaselina sobre el exterior del calcetín y así volví a meter el pie dentro de la zapatilla. Me tomé un ibuprofeno para aguantar el dolor y salí a por el último tramo.
Primero un largo tramo llano en el que intenté trotar todo lo que pude (poco, mientras no hacía efecto el ibuprofeno) para por fin llegar a la última subida. Ya hacía calor y había que dosificar el esfuerzo pero conseguí adelantar otra vez a muchos corredores que había visto antes de mi espera por el podólogo. De Tête au Vents a Flégère es un sendero en bajada pero complicado y me adelantaron algunos. Hice lo que pude pero no iba muy rápido la verdad. Pero en Flégère se me encendió el último cartucho de combustible.
Ya solo quedaban 7km de bajada hasta Chamonix. No me lo podía creer, temblaba sobre mis piernas de la emoción. Esto no era real, yo no podía estar ahí. No controlaba mis sensaciones, algo muy extraño en mi. Empecé a bajar como un loco y claro... 4 curvas y en la quinta, pal suelo. Buen golpe en el muslo pero menos mal que el terreno no era muy agresivo. Me levanté, noté que podía correr y en cuestión de segundos iba aun mas loco si posible, con el subidón de adrenalina que provocó la caída. El sendero se convirtió en pista y ya había gente animando por los lados. Tenía que quedar poco y a unos que me animaban en español les pregunté cuanto faltaba. Kilómetro y medio decían. Mis piernas querían bajar el ritmo pero mi cabeza tenía el látigo en posición para darle a cualquier parte que no colaboraba con volar hasta la meta sin mas perdidas de tiempo. Escuchaba aplausos y ánimos durante todo el último kilómetro dentro de Chamonix, las emociones fueron aumentando pero me concentraba en mantener el ritmo hasta el final. Miré el Garmin y vi que me estaba acercando a 42h30. De ningún caso quería ver 42h31. Parece idiota, pero así somos. Al final 42h 30' y 42". Levanto las manos con un grito interno al pisar la linea de meta.


Nada es imposible. Corrí los últimos 4km por debajo de 6'/km, después de 42 horas... ¿como es posible? Vale, en bajada, pero muchos decían que bajar era peor...
No tenía un plan concreto de nutrición. Llevaba galletitas con miel, dátiles, una bolsa de gominolas y un par de geles. Al final, metí en toda la carrera dos geles en un bidón de agua, comí dos dátiles y tres galletitas. Me sobra comida para otros 5 UTMB. Siempre llenaba los dos bidones de agua (2x600ml) pero nunca llegué a beber todo. Durante el día siempre llevaba la gorra y siempre que podía la mojaba en el agua fresca de los riachuelos. La bolsa de gominolas me la comí entera, y creo que si hubiera llevado dos, me como dos, energía para las subidas. 3 pastillas de sales en toda la carrera.
De resto en los avituallamientos: muy fácil. Nada de fruta. Nada dulce. Plato de caldo, mojaba pan en el, otro trocito de pan con embutidos (lo que tenían), agua con gas y café. Nada mas, pero cada 10km. O sea, me puedo haber tomado 15 platos de caldo...a
No tuve ningún problema de estómago, ningún calambre, ningún bajón fuerte. En fin, pura suerte !
No voy a pretender que esto sea un ejemplo a seguir. Mejor preparar bien las cosas y depender un poquito menos de la suerte !!!
Pero mientras, a mi me sabe aun mas a gloria y no sé ni a quien agradecer.
Quizás al equipo Trakks de Bélgica, con quien pude quedarme ahí y con los que compartí la experiencia.
Christophe, el dueño de Trakks (tiendas de running en Bruselas), que había acabado la Transvulcania de mano en mano con John hace unos meses acabó en 35 horas, tiempazo ! Y Caroline, con la que compartí momentos también en la Transvulcania, la volví a ver mas o menos de la misma manera. Sale muy rápida, luego la adelanto y compartimos tramos pero esta vez salí yo mas fuerte al final. Ella acabó en 45 horas.
Otros compañeros en el Chalet hicieron la TDS y la OCC, todos finisher.

Gracias por todas las felicitaciones y los ánimos, muchas gracias a los que me siguieron desde lejos en el Livetrail.

Gracias a la organización, un montaje impresionante, impecable. Avituallamientos y servicios al nivel de la carrera y sobre todo los puntos de control, videos y seguimiento impresionante para que todo el mundo pueda seguir a sus ídolos.
Si hay que hablar algo negativo, aunque sea inevitable, es que correr una carrera con 2300 participantes es agobiante. Durante 150km he ido pisando talones del de delante y pidiendo paso, en los avituallamientos había que luchar, empujar y hacerse un hueco.
Pero sin tanta participación, no sería posible hacer un tal montaje, es el precio que se paga por estar en la carrera de mas prestigio que hay en este momento.
Hay quien decía que prefiere hacer un 100millas en Andorra con 150 participantes y no tener ese agobio. Vale, luego puedes decir que has corrido 100millas... No es lo mismo ! Al final ya no me importa cuanto he corrido, he vivido una experiencia que cada corredor de montaña quiere poder vivir, no hay que engañarse !
Y valió la pena, CADA SEGUNDO !!!!