martes, 21 de febrero de 2017

Ciclismo de altura

Ya era hora que publicara una nueva entrada en este blog. Pero para escribir algo, hace falta un tema, algo que contar. Y lo que hacen los Vigorexicus últimamente no merece una publicación. Hemos dejado las competiciones por varias razones, lesiones, falta de motivación, otras prioridades... pero el deporte lo llevamos en la sangre y no lo dejaremos.
Hemos estado muy activo sobre los pedales como ya dejaba ver la última entrada sobre la cicloturista Reto Iberostar.
Mientras hemos mantenido las llamas en el fuego con piques entre nosotros mismos utilizando Strava, la aplicación que nos enseña que somos solo mediocres deportistas sobre la bici, pero al aportarnos una clasificación limitada a nuestro grupo, nos consideramos semi-profesionales y siempre hay en algún lado un tiempo que se puede mejorar o un colega que se puede dejar mas atrás en la clasificación.
Y no lo voy a esconder, no es difícil picarme. Si estoy detrás de alguien que considero "menos fuerte" y encima me pone la clasificación debajo de la nariz con un whatsapp, es muy probable que no pasan mas de dos días para que salga a ponerlo en su sitio, jaja.
Y esto resultó en un mes de enero con un récord personal de kilómetros en bici y mejorando todos mis tiempos hasta el inicio de mis tiempos.
Con esa preparación involuntaria, me apunté sin miedo a la cicloturista Gran Fondo de Gran Canaria que daría la vuelta entera a la isla en 195km. La organización tenía pinta de prometer algo bueno, muy internacional, buen marketing desde una empresa especializada. Pero poco a poco iban llegando malas noticias. Primer cambio de recorrido por cierre de carretera por derrumbes. Vale, no es su culpa pero el sueño de dar la vuelta a la isla se esfuma. A pocos días para celebrarse viene otra mala noticia, el recorrido no es viable por temas de seguridad en carreteras (así lo tengo entendido), cosa que ya estábamos comentando entre nosotros, viendo que nos mandaban por autovías con mucho tráfico. Al final se queda en un recorrido de 160km y en el norte de la isla, muy lejos de la idea inicial y de los alojamientos alquilados por los participantes. Pero al final la meteorología remató el caos con una tormenta y alertas que obligaron a suspenderlo todo. No digo mas. Nos prometen otra fecha para volver a intentarlo...


Pero ahí estuvimos y aprovechamos para soltar las piernas el sábado en un precioso contorno entre Moya y Fontanales, a través de la reserva natural de los Tiles. 10km de subida con repechos cortos que superaban el 20% de pendiente pero valió la pena el esfuerzo. El día de la prueba suspendida, intentamos hacer una salida desde La Montañeta, entre Las Palmas y Telde, donde estabamos protegidos de la tormenta. Conseguimos llegar hasta Ingenio donde nos íbamos ya encontrando con troncos de árboles en la carretera y trazar una linea mas o menos derecha en la bici era imposible. Decidimos intentar subir para volver a la zona mas protegida por arriba, pero después de dos kilómetros, el huracán lateral hacía imposible controlar la bicicleta. Podíamos haber seguido un rato caminando hasta detrás de una colina donde estaríamos mas protegidos de nuevo, o también esperar, ya que las previsiones decían que ya aflojaría el apocalipsis. Pero nos encontramos con una patrulla de policía municipal que nos prohibieron seguir. Bajar de nuevo era mas peligroso que seguir así que llamamos a un compañero que teníamos para asistencia en la furgo y nos recogió. Volviendo a Telde pasamos a otros ciclistas y hasta parejas en bicis de Decathlon en camiseta manga corta haciendo su salida dominguera por lo que decidimos volver a montarnos en la bici y completar la vuelta con otros 25km. Esta vez no nos paró el viento pero tuvimos que aguantar un poco de frío y lluvia. Buena aventura que nos dejó con muchas ganas de volver a la isla vecina con las bicis y reconocerla en mejores condiciones meteorológicas.

Y de nuevo en Tenerife... Aquí, en invierno, no suelo subir en bici al Teide. Lo he hecho en el pasado y la experiencia de no poder frenar ni saber si mis manos aguantaban el manillar ya que estaban totalmente congeladas en la bajada, era algo que no quería volver a vivir.
Pero va, y nos organizan una vuelta al Teide, desde el norte, donde ya hace mas frío si o si, en febrero, una semana después del Gran Fondo de Gran Canaria.
No estaba en mis planes por la razón que acabo de explicar, pero la decepción del Gran Fondo suspendido, ver que había podido aguantar el viento y lluvia ahí, aunque sea menos tiempo, y que las previsiones anunciaban vientos cálidos del Sahara, decidí apuntarme a última hora.
Claro, con todo ya mas o menos previsible, una semana antes, es fácil "arriesgar". Voy aprendiendo de las compañías aseguradoras. Cuando hay riesgo, el riesgo no lo cubren... Pues yo igual.
Otro fuerte contratiempo para mi sería el horario... Salida desde La Orotava a las 07:30 y hay que estar ahí "antes"... Me cuesta horrores madrugar, mis peores salidas en bici han sido todas saliendo temprano mientras por las tardes no hago sino batir mis propios récords. En fin, no queda otra que superarlo.
Voy ahí con ganas de pasármelo bien y si puedo ir a buen ritmo, pues mejor.
Comparado con los demás, me presenté como un esquimal en la linea de salida. No dejé bolsa con ropa a la organización para recoger en El Portillo porque ya llevaba todo puesto.
El chubasquero ya lo pude guardar momentos antes de la salida y los guantes impermeables gordos los guardé también después de unos kilómetros. Salimos como motos de La Orotava, dirección Los Realejos y pensé aflojar un poco en la subida hacía la Corona. Nada, a tope ya que ahí tenía que dejar un buen tiempo en el segmento de Strava para estar delante de Marce...
Me divierten las bajadas y aprovechando que el tráfico lo tenían perfectamente controlado con muy pocos coches entre los ciclistas, cierta preferencia y seguridad en los cruces, el trayecto bajando hasta Icod fue "volando".
Sabía que venía una subida hasta La Montañeta, pero no la conocía... Empiezo alegre y en el tramo mas empinado, justo antes de pasar debajo de la carretera nueva hacía El Tanque, subiendo a La Vega, se me desmonta el pedal derecho y me quedo pedaleando con un solo pie en una pendiente del 24%.
Aprovecho la parada para quitarme los manguitos y el buff, en esas pendientes se suda... y analizo el problema. Parece haberse desenroscado el pedal, pero eso no es posible porque la rosca va en sentido contrario a la rotación del pedaleo para evitar eso. Solo puedo pensar que se pasó la rosca y que tendré que ir con cuidado. Lo vuelvo a enroscar y analizo el siguiente problema: como subirse a una bici en una pendiente del 20%... Menos mal que la carretera es suficientemente ancha para acoplar a los pedales y coger velocidad mínima en horizontal... Se me jodió el segmento de la subida a La Vega, fuerte desilusión, jajaja.

Recupero un par de puestos perdidos pero esa subida no parece aflojar nunca y me voy muriendo poco a poco. Cuando empiezo a reconocer el terreno por pasar en La Montañeta con la Vulcan Race, mi velocidad va reducida a la mínima para no caerme (7,2km/h según Strava) Esa subida, mirándola después, resulta ser unos 8km con un 9% de media. No me esperaba a eso, había salido demasiado rápido en los primeros 30km y el madrugón me pegó un martillazo en la cabeza.
Se acabó la diversión. Me dolía la espalda, las piernas, la cabeza, tenía sueño, ganas de parar... en fin, lo habitual. Pero tampoco me adelantaban los demás. Y era muy pronto para retirarme. Decidí seguir rompiéndome hasta Santiago del Teide, y ahí ya se vería.
Un poco de kamikaze adelantando a los coches en la bajada a Santiago del Teide (no sé si es muy inteligente decir esto aquí...) y ya me estaba divirtiendo otra vez un algo por lo menos. Me llenan el agua en el bidón, tomo un aquarius y seguimos. Subida a Arguayo, tranquilito, ya paso de matarme y seguimos disfrutando en la bajada después pero la alegría dura poco.

Empieza lo serio. Subir a las Cañadas. Los primeros kilómetros voy tranquilo pero sin razones para quejarme. Antes de llegar al bar La Estrella ya me vuelven los dolores sobre todo en la espalda y las piernas muy muy flojas. A ratos voy muy lento y me adelantan algunos, entre ellos Manuel, un viejo conocido de los triatlones, pero otros ratos, sobre todo después de masticar una dosis de gominolas, voy un poco mejor y recupero los puestos. Pero en general "desastrozamente" lento y mal. Me molesta como nunca el mal estado de la carretera y voy tan lento que puedo hacer zigzags entre los agujeros hasta que me pasa una guagua turística a 60 por hora por centímetros. Es verdad que me iba olvidando que se debe ir en el lado derecho de la carretera, pero está tan mal que uno elige donde mejor se puede pasar...
Pasando el Chinyero, para colmo, se mete un viento de frente y decido parar. No puedo mas, me siento hasta mal de la barriga, mis piernas no aguantan y voy doblado de dolor de espalda. Quiero acabar con esa miseria. Me siento, a mi estilo muy conocido en las carreras de trail, en el suelo apoyado contra una piedra y saco una magdalena de Mercadona que llevaba como alimento energético junto con las gominolas Haribo de la tienda de la gasolinera. Obviamente me vuelve a pasar lo mismo que en la K42... Uno por uno, los que pasan me preguntan "estás bien, necesitas algo?" Intento contestar a todos con el dedo hacía arriba ya que la boca la tenía llena de magdalena. Me quedaban dos soluciones: esconderme en el bosque si quería descansar, o levantarme y seguir. Bueno, decidí seguir. De mal humor, sin ganas pero no tenía a quien quejarme, iba hablando solo. En el tramo de Boca Tauce me pregunto qué puede pensar un Contador o Froome cuando pasan por ahí, vaya vergüenza, hasta una bici de montaña se desintegra ahí, pero ya estaba de mal humor antes, peor no podía pensar ya. Rodando hacía el Parador se me fue el dolor de espalda y fue mejorando mi humor.


 Sabía que el tramo hasta el Teleférico es duro y no me agobiaba, fui recuperando puestos y hasta mis piernas respondían ya mejor. No hice nada espectacular, pero me quedé contento cuando llegué a Montaña Blanca, me sentía bastante mejor que por Chinyero. Así que bajé con ganas hasta Portillo alto.

Cualquier otro habría aprovechado la buena racha para no perder tiempo y seguir, sobre todo que tocaba bajar. Pero yo soy yo... Vi una lista en la que apuntaban los dorsales que iban llegando por orden y estaba en el 42. Coñooooo, que bien. Con lo mal que subí. Qué les pasó a los demás? jaja. Me quedaba con ese puesto, total, la bajada no es para mejorar ya puestos. Así que comer, beber y dormir una siestita al sol.
Tampoco fue mucho tiempo... unos 15 minutos y unos 20 puestos de la clasificación "no competitiva". Pero mi humor cambió y estaba feliz de nuevo. Es una cicloturista y hago deporte para divertirme. (eso lo digo después de varios horas de sufrimiento, en la próxima saldré mas rápido aun...)
Me encantó bajar del Portillo a Aguamansa, nunca lo había hecho. Tuve algunos pequeños percances con coches, unos que quería adelantar yo y no les gustaba la idea, otro que venía de frente adelantando a ciclistas subiendo pero el muy bobo no habría visto que tenía la moto de la Guardia Civil pegado detrás y le encendió la sirena. No miré hacía atrás, pero probablemente lo paró... En fin, cosas que pasan cada vez que cojo la bici. Mientras no me siento en peligro de verdad, no me altero y sigo disfrutando pero siempre con cuidado mirando e intentando prever el peligro.
Arriba en El Portillo me dijeron que ya solo queda bajar. Les contesté que ya conocía esa historia, siempre te dicen eso y luego... Pero además, el amigo Ibán, que conoce la zona, ya me advirtió que el camino a Benijos tiene un repecho divertido...
Yo ya estaba recuperado de mi negatividad, vi que podía raspar un par de puestos y le di con ganas a la última subida. Luego un poco de sube y baja para llegar a La Orotava y una bonita bajada radical por adoquines con un par de giros hasta la meta para darle un toque de adrenalina a la llegada. Tanta adrenalina que mi Garmin se asustó y decidió bajarse solito de mi brazo antes de llegar. Nada mas llegar en meta, di la vuelta para ir a buscarlo, muy lejos no podía estar. Y lo encontré, todavía en marcha, menos mal. Ya me veía todo ese esfuerzo y no tener nada para subir a Strava... jajajaja, sería una buena razón para suicidarme... jajaja. Ya no volverá a pasar, ya fui a comprarme un Garmin Edge con un soporte que debería aguantar los adoquines y además tiene una cuerdita de seguridad... Pero por si acaso, para evitar tener que suicidarme, podría llevar también el viejo Garmin 310 y al mismo tiempo grabar con Strava en el teléfono... Uff, imagínate, no tener los datos grabados y poder analizarlos durante toda la semana después... jajaaja.
Soy un frikiiiiiii.

Gracias a todo el equipo 7Raid. Han tenido mucha suerte con el tiempo, es muy arriesgado organizar esto en estas fechas, opino yo, pero quitando la suerte, han hecho un trabajo espectacular. La Gran Fondo se suspendió, pero cuando se haga, dudo que sean capaces que estar al nivel de la Vuelta al Teide. Ya veremos. Y a partir de ahora, los Guardia Civiles son mis amigos... (cuando voy en coche no tanto) Gracias a todos !!

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Relación de tiempos con parciales