jueves, 19 de abril de 2018

Sky Gran Canaria

¿Vas a escribir algo en tu blog? Me preguntan.
Me quedo sorprendido, no estaba pensando en eso, lo tengo abandonado, así que contesto "no creo, no hay nada que contar"
Y si cuento algo, es mas de lo mismo, nada nuevo.
Pero veo el blog y pienso, "qué pena no intentarlo". Si he intentado correr la Sky Gran Canaria, porqué no intentar algo mucho mas sencillo: escribir lo que pasó.
Bueno, en realidad, no tenía que haber ido a la Sky Gran Canaria. Es demasiado fácil inscribirse. Llenas los campos del formulario de inscripción, pones tus datos de tarjeta de crédito y ya está. Sin entrenar, sin mover un pie. Se puede elegir entre varias distancias, pero esa elección es igual de fácil delante de la pantalla del ordenador. Porqué ir a Gran Canaria para solo correr 30km si se pueden hacer 70?
Hay gente que tiene conexiones entre las neuronas y que permiten relacionar sus actos con las consecuencias pero me falla esa conexión.
Llevo años diciendo que ya no puedo correr, mi cadera dañada no me lo permite. Pero no consigo dejarlo y tampoco me decido sobre la operación ya que dudo poder correr mejor después.
En los últimos meses de 2017 fui lo suficiente inteligente para solo participar en una carrera al mes y de no mas de 20-y-algo kilómetros como mucho. Siempre con dolor y sin poder "soltarme" en las bajadas, pero disfrutando dentro de mis limitaciones. Pero llegó la K42 y ya son 6 ediciones, había que forzar un poco. Y no fue demasiada mala la experiencia aunque se notaba ya la falta de fuerzas para tanta distancia. Luego fiestas y gripe mezclado para llegar a la Maratón del Meridiano sin preparación ninguna. Diría que sufrí como nunca en los últimos kilómetros pero eso ya lo he superado ahora con la Sky.
En fin, tenía claro que para correr carreras de larga distancia, algo hay que entrenar. Y para la Sky Grancanaria quería hacerlo porque estaba motivado. Después de dos abandonos en la Transgrancanaria he descartado atravesar la isla vecina en esa prueba y la Sky me ofrecía otra oportunidad en un recorrido mas atractivo y mas corto.
Los domingos una caminata y los lunes un entreno de 12-15km, y así tres semanas. Me parecía poco, pero imposible hacer algo mas, demasiado dolor. Cojeando por las calles y todo el mundo me pregunta "¿que pasa, que tienes?" Nada, nada nuevo. Si les digo que ese cojo va a presentarse en la salida de una carrera de montaña de 72km solo podrían contestar que estoy mal de la cabeza.
Una semana antes de la prueba salgo a trotar con la idea de hacer algo largo pero no conseguí arrancar antes de las 6 de la tarde y sin frontal ya no daba el día para lo que pensaba. Pero salieron 19km, si, casi 20. Y no estaba totalmente muerto cuando llegué al coche (ritmo ultra, claro).
Me puse a analizar la situación:
1. Ganas de ir a la Sky Grancanaria: muchas.
2. Tiempo límite para acabarla: 19 horas, o sea, no hay prisa ninguna
3. Si tengo que retirarme, no pasa nada.
Conclusión: Vamos.
En la Sky Gran Canaria se puede recoger el dorsal hasta 15' antes de la prueba. Ese detalle ya quita un estrés enorme. Llego a Gran Canaria la noche anterior, me mando un plato de espaguetis y a la cama. La salida es a las 5 de la mañana, hay que estar sobre las 4 en Agaete y me estoy quedando en la capital. Despertador a las 3 y llegamos bien aunque sin poder tomar un café, todo cerrado. Cargo agua en los "softflasks" de mi mochilita, recojo el dorsal y listo para salir aunque con fuerte dolor en la barriga y sin poder ir bien al baño. Había comido demasiados espaguetis y además la salsa era muy picante. Aun me ardía en el estómago. Aparezco en el box de salida dos minutos antes de las 5, veo a mi amigo John y le doy una luz roja porque se había olvidado llevarla. Le veo nervioso (como siempre) y desaparece hacía el frente. Yo me quedo en última fila.
En realidad, la salida fue lo mas emocionante de toda la carrera. Buen ambiente y hasta unos fuegos encima de mi cabeza al pasar por el arco de salida.
De vez en cuando miro hacía atrás para asegurarme de que no voy el último, prefiero tener un pequeño margen...jeje. Pero poco a poco, hacía Artenara, fui recuperando puestos. Un par de problemas con el recorrido ya que unos envidiosos vieron alguna gracia en cambiar las balizas pero eso es espíritu trail y aventura. Empieza ser de día, avituallamiento en Tirma donde solo lleno agua y todo va bien. En Artenera esperaba encontrarme con avituallamiento, pero nada. Seguimos hasta Cruz de Tejeda. (lo normal sería haber mirado antes el recorrido y los avituallamientos, pero yo iba en modo sorpresas)
Mi estómago ya estaba un poco mejor y esperaba comer algo sólido en los avituallamientos. No pudo ser, solo daban fruta y frutos secos. Tenía una bolsita de gominolas de la gasolinera y unos cálculos científicos sofisticados aseguraban que con eso podía llegar a meta sin problema.
Para no arriesgar demasiado, comí tres dátiles en el siguiente avituallamiento.
Hacía frío pero pensaba que saldría el sol para calentarnos y no veía conveniente parar para sacar ropa hasta que un compañero me vio muy morado y le confirmé que estaba congelado. Aun había que subir mas y estábamos metidos en las nubes por lo que había poca probabilidad de recuperar sensibilidad en mis extremidades sin añadir una capa de protección. La verdad es que pocos iban sin el cortavientos. Aun así me limité a sacar los buff. Después de Cruz de Tejeda el recorrido gira hacía el sur y por fin salimos de la nube. Cuando llegamos a Garañon ya hacía calorcito. No sé a qué hora llegué ahí. No sabía cuantos kilómetros llevábamos. En la transgrancanaria ese punto era km80 y me pareció casi lo mismo, aunque no es posible ya que la meta está en el 72...
La gente se cambiaba de ropa y se tomaba un descanso. Esos descansos que yo suelo hacer, pero ni se me ocurrió. Quité la mochila para guardar los buff. Bebí el caldo de una sopa con pasta (tengo malas experiencias con la pasta en carrera) y como no había nada sólido tampoco aparte de fruta, seguí sin comer.
Habían tan pocas cosas en el avituallamiento que me quedé mirando alrededor, a ver si se me escapaba alguna mesa que no había visto. Pero no la encontré. En fin, se ve que la Sky Gran Canara es para ir a correr, no para engordar. Cuidan bien la salud.
Qué fácil es la subida a Pico de las nieves con menos de 80km en las piernas. Bueno, fácil... Estaba bien contento de llegar arriba y pensé "ya está, todo bajada hasta meta"
Creo que la bajada hacía Tunte es la misma que la Transgrancanaria, pero la única vez que llegué hasta ahí ya estaba tan mal que no me acordaba nada hasta llegar a la carretera. Ahí en vez de seguir hacía Tunte, tiramos hacía la derecha, pasando por un control de cronometraje. Les pregunto a los chicos del control cuanto queda a meta y no contestan. Les sugiero "20km?" y empiezan a reírse. "mas?" pregunto... "Mucho mas" me dicen, "estás en el km36 de la carrera". UUUUUHHHH, lo de las sorpresas no es buena idea. Pensaba ya estar cerca del km50 por lo menos. Me ven tan desanimado que preguntan si me encuentro mal pero les digo que no, solo que pensaba estar ya mas lejos. Se me estaba haciendo largo ya.
Pasan unos kilómetros cómodos y no pierdo la confianza. Pasamos de un barranco a otro, llegamos a una presa, subimos un poco y otra presa en el siguiente barranco. Al fondo se presenta una montaña bastante imponente y tengo claro que bajamos a meta delante de ella. Llego al km50 y empezamos a subir. Intento ver hacía donde nos mandan pero no veo senderos ni corredores en la ladera de la montaña. Cada vez que vuelvo a mirar pienso "no, no puede ser que subimos esa montaña, al menos, yo no puedo". Pero subimos cada vez mas. Esa es la sorpresa que sobraba. Empiezo a comer una barrita de proteínas que llevaba, no sé de donde salió, estaba ahí en mi mochila, de una carrera anterior probablemente. Pero mi cuerpo está destrozado y la mente aun mas. Espero que hay un pase entre dos montañas que no había podido apreciar pero la cosa pinta cada vez peor. Voy pasito a pasito y me adelantan muchos corredores. Una hora subiendo y no veo ni el final. Después de hora y media y después de subir a la montaña que veía imposible subir, empiezo por fin a bajar. Pero eso qué es? Parece que han bombardeado las rocas creando un enorme campo de lajas sueltas que al pisar saltan contra los gemelos y al estar cansado dando con las puntas de las zapatillas contra los que sobresalen por falta de apoyo en el otro pie (adiós uñas). A mi cadera no le hace gracia ninguna la inestabilidad del terreno y no me queda otra que caminar en vez de correr. Intento al menos caminar rápido. Miro hacia atrás y ya no veo a nadie. Igual ya voy el último. Pero de la nada, al ir tan lento, de vez en cuando, aparece un corredor, me adelanta y en cuestión de minuto ya ni le veo.
Al final de lo interminable viene lo peor. Bajada muy técnica y nos meten en el cauce de un barranco. Pero ahí mi cadera duele menos y me encuentro hasta un poco mas a gusto, aunque avanzando poco por la dificultad del sendero. Y vuelvo a adelantar a 3 personas, yipiiii. Último avituallamiento a 4km de meta. Un poco de cocacola y a por ellos. Me duele todo pero siempre es una alegría saber que vas a llegar a meta así que modo "no hay dolor" y correr. A tope el último kilómetro por asfalto. Bueno, eso pensaba. Cuerpo recto, levantar bien las piernas, correr con estilo, pulso alto y....ritmo 6'30", jajajaa, qué desastre.
Veo el reloj en la meta, justo acaba de pasar de 14 horas. En realidad, si es que había calculado algo, era que iba a hacerlo en 15 horas. Lo que no había calculado era que me iba a costar tanto. Habré jurado unas 100 veces que no vuelvo a castigarme a mi mismo de esa manera nunca nunca jamás. Había poca gente en meta, ambiente cero. Supongo que tenía que haber corrido mas rápido para tener derecho a buen ambiente. Tampoco me importa. Me costó encontrar por lo menos mi medalla finisher, un poco menos costó encontrar las duchas, pero algo de comer imposible.
Impresionante los dolores que tuve en todo el cuerpo y al día siguiente en la cadera. Ya había tomado ibuprofeno en carrera y no quiero pasarme pero no pude resistir. Lo pasé extremadamente mal el domingo por la tarde-noche (la carrera fue el sábado) pero el lunes ya estaba como si no hubiera hecho nada. El martes ya estaba pensando en apuntarme a otra carrera pero me acordé que había jurado no hacerlo... De momento aguanto...









jueves, 8 de febrero de 2018

Maratón del Meridiano, El Hierro, 2018

"Vamos, dale, quiero ver una crónica!"
Ya me liaron, no estaba ni en el km3 de la carrera.
Me apunté hace tiempo, demasiados recuerdos me trae esa carrera, tenía ganas de volver a estar ahí después de un par de años sin ir. Sería mi cuarta, 2012 en mismo recorrido y dos mas (2013 y 14 creo) en sentido contrario. Los relatos están por aquí, solo volví a leer el del 2012, la aventura con tormenta de viento y frío, mismo escenario que este año.
Desde la K42 descanso. No del todo porque quiero. Cogí gripe antes de navidad y las fiestas no ayudaron a curarme bien. Sobre el 15 de enero vuelvo a recaer fuerte y termino con antibióticos. Un mes enfermo y casi dos sin correr ni apenas hacer deporte. No lo tengo claro y pienso que lo mas seguro es que no iré a El Hierro.
Después del último fin de semana de enero, ya entrando en la semana de la carrera, con el efecto de los antibióticos, empiezo a encontrarme algo mejor y hago dos salidas de 10km por El Médano. Hace tiempo que no consigo hacer dos entrenos seguidos por las agujetas y dolores de cadera, pero milagrosamente (o será por los dos meses de descanso) no tengo demasiado dolor. Jueves, día 1, tengo que tomar decisión, veo que hay plazas en el barco, saco la tarjeta y vamos, fin de semana en El Hierro. Paso ya de buscar alojamiento, meto un colchón, mantas y almohadas en mi coche y embarco.
Dicen que el barco se movió. No sé, supongo que los barcos siempre se mueven en el mar, no me enteré de nada. 25km hasta Frontera, recoger dorsal y cena de la pasta. Igualito que hace 4 años, me siento cómodo aunque llueve un poco y hace mucho frío. Las previsiones no son muy buenas pero pienso que nunca será peor que 2012.
Me instalo en el coche como se pueda y duermo relativamente bien. Una cosa que me gusta mucho: la carrera sale a las 10, no hay que madrugar. Desayuno y tranquilamente preparo las cosas. Camiseta térmica, buff, cortavientos y guantes. Agua y 3 geles. Manta térmica y teléfono. Tengo la impresión de llevar pocas cosas, pero mejor. La verdad es que no miré ni el reglamento ni el material obligatorio, pero suele ser siempre lo mismo. Por un momento pensé que saliendo a las 10, igual me haría falta frontal, ya que a las 19h se hace de noche. Oh, no, 9 horas, no, no tardaré tanto, no? Bueno, la K42 del año pasado tardé casi 8.... Y ahora sin correr, después de la gripe...ya se verá, no stress. Intentar disfrutar e intentar llegar.
Salgo como ya es habitual, atrás del todo. Primeros dos kilómetros neutralizados. No sé lo que quieren decir con esto, no puedo seguir el ritmo, no me creo que toda esa gente pueda correr 42km a ese ritmo... No llego a entender tampoco porqué hacen la salida así. Luego nos paramos varios minutos y salimos de verdad. Otros dos kilómetros de pista antes de llegar a la primera subida. De nuevo no puedo seguir aunque tampoco voy último último, siempre hay alguien mas lento. Tapón para entrar en el estrecho sendero de subida y aprovecho para recuperar aire, ya estoy agotado, jajaja. La verdad que las sensaciones no son buenas y hasta pienso que quizás esta año tendré que retirarme, porque tampoco quiero hacerme aun mas daño. Pero por otro lado confío que mas tarde llegarán momentos de buenas sensaciones también y para no armar pelea mental, apago el cerebro y me limito a poner un pie delante del otro.
Subiendo ya no voy jaleando tanto como en la pista antes, pero no puedo adelantar. De vez en cuando veo un hueco y me cuelo. Hay cada vez mas huecos y consigo adelantar cada vez mas y mejor. Miro al suelo y no veo a quien adelanto. Me gritan que quieren crónica y algo respondí, no me acuerdo qué. Luego adelanto a Teo de Correcaminos y me dice que las subidas son mi terreno. Y es verdad que mientras no hay que correr, me siento mejor, jaja. Ideal para apuntarse a carreras de correr, jaja.
Algo mas de una hora para llegar arriba, tremenda subida para empezar. Ahora toca trotar. Me adelantan unos pocos al principio pero poco a poco empiezo a correr mejor y sobre todo en la bajada técnica hacía Sabinosa vuelvo a recuperar puestos. Dos horitas para llegar a Sabinosa, km15 creo.
Siempre hay buen ambiente en Sabinosa, mucha gente animando. La carrera de 27km ya salió bastante antes pero en la subida (nuestra segunda) ya voy cogiendo a los últimos. Subo bastante fuerte pero había leído que en 2012 llegué muerto a la Ermita y quizás fue por forzar demasiado después de Sabinosa, así que intenté no pasarme. Volvemos a bajar y ya me encuentro con mucha gente de la de 27. Bajan con los bastones en horizontal a los lados así que adelantarles es toda una arriesgada aventura. Soy de los que se cabrean fácilmente por esas cosas y a uno le dije algo pero no me entendió. Pero en seguida reflexioné y le dije, nada, nada, no pasa nada. Hay que disfrutar, combinar la esgrima con el trailrunning solo puede asegurar mas diversión. Además había viento huracanado para dar un puntito mas al espectáculo.
De repente estoy en la Ermita, pensé que era mas lejos. Pero ahora vienen 15km de subida. Bueno, eso lo ví después. Pensé que eran 10... Entramos en la niebla, sigue el viento fuerte y las temperaturas bajan subiendo. Me pongo directamente buff, guantes y cortavientos y empiezo a subir animado. Adelanto a Javi Sanchez y muchos mas...hasta poco mas de la mitad de la subida. Ya me he tomado los tres geles y en un avituallamiento a media subida cogí bastante frutos secos a ver si me daban algo de energía. Pero llegó el momento inevitable. El bajón del km35. El hombre del mazo creo que estaba congelado y me dio pero sin ganas. Noté algo pero no caí al suelo...
Me vuelve a adelantar Javi...y muchos mas... No puedo mas. Tomé un ibuprofeno porque el dolor en la cadera también me desanimaba y no me dejaba correr. Pero ya no hizo efecto. El dolor pasó a la espalda, cansancio general incluido, aunque las piernas relativamente bien. Nada de calambres, eso ya es algo positivo. Me arrepiento no haber llevado mas geles, pero bueno, ya solo faltan 8km. Retirarme ya no es una opción. Si hace falta se hacen caminando, no sería la primera vez. Bastante bien ya había ido todo hasta ahí. No tenía ni idea de tiempos ni puestos pero sabía que había adelantado a mucha gente, así que muy muy mal no iba.
Empieza la bajada. Casi 1000m en 5km. Para eso hay que entrenar, uyuyuy. No había hecho ni 1km y ya no aguantaba el dolor en la cadera y espalda, realmente mas en la espalda por ir torcido y doblado. De vez en cuando intento bajar bien pero no aguanto mas que un par de cientos de metros. Sobre todo los escalones me destrozan. En fin, soy todo un campeón en quejarme y poner mala cara. Llego al asfalto y voy cojo pero corro. El reloj en meta marca 6h26. Oooh, mejor de lo que me esperaba. Me duele todo pero ahí estoy !
No quería tomar mas ibuprofeno y la noche en el coche después de la carrera fue una tortura. Luego a las 8 en el barco, ya estaba cansado y mareado antes de salir del muelle, no me sentía bien. El resto del domingo acostado, en la playa y en cama, un poco de malestar y miedo de recaer otra vez en la gripe. Pero el problema al final sería otro. No es que no me lo esperaba, pero mi madre, lunes tieso, martes sin casi poder caminar y miércoles solo un poquito mejor. Eso no es sano, jajaja. No puedo ni tocar mis cuadriceps, una semana de pinguino por la calle. La gente me ve y pregunta directamente "fuiste a El Hierro, no?"
Bueno, no me arrepiento. La maratón del Meridiano es preciosa, gran variedad de paisajes y terreno y la organización es buena. Solo falta entrenar un poco antes de ir. Me gustaría ir a la Sky Gran Canaria de 72km, quedan dos meses. Supongo que se me quitarán las agujetas de aquí a esa fecha y podré hacer algún entreno de 10km ya que si hago mas estoy una semana sin poder caminar...