miércoles, 13 de diciembre de 2017

Y seguimos... K42 Anaga #6

Si sigo así, voy en buen camino para volver a ser una persona "normal". Luego volveré a tener la tensión demasiada alta y colesterol alto...como las personas normales...
Una carrera al mes, la Diente de Sierra en septiembre, Vulcan Race en octubre, Castañate Las  Patas en noviembre y la K42 en diciembre.
Entrenar? Los atletas entrenan. Personas normales no entrenan. Entrenar es una actividad forzada para conseguir unos objetivos deportivos y resultados en carreras. Uno puede hacerlo por gusto, para estimular sus autoestima, o por obligaciones hacía patrocinadores, o a veces uno ni sabe porqué lo hace. Pero cuando tienes claro que eso no te lleva a ninguna parte, ni a mejorar tus resultados (por la razón que sea), se deja de entrenar.
Personas normales también hacen deporte, a veces...creo... Salgo a hacer algo unas dos veces por semana, sea bici, nadar o correr pero aun caigo mucho en la tentación de ir al límite, subir pulso, sudar.. hasta que no consiga quitarme esa manía, no podré ser considerado "normal". Y en las pocas carreras que hago, ni te digo...
Salgo en la última fila, totalmente convencido en que voy a ir tranquilo a disfrutar, intentar no tener dolores en la cadera ni rodilla, no tener problemas de estómago por deshidratación...aparte de saber que no he entrenado para estar compitiendo... Menos mal que se apunta mucha gente a las carreras y me bloquean bastante al principio, saliendo desde la última fila. Así mantengo mis propósitos...hasta que veo espacio para adelantar... Es que en el fondo, apuntarse a una carrera, es para hacerla lo mejor que se puede. Quizás soy demasiado poco sociable para ir hablando con la gente por el camino, hacer amigos en medio de una carrera. Como mucho saludo a los conocidos, aunque a veces hasta me olvido, me centro en lo deportivo. En la K42 estuve durante bastante tiempo entre los que "no compiten" y admito que me molesta tener que escuchar conversaciones de desconocidos, a veces historias sobre su trabajo, familia, elegir el color del coche que se van a comprar, o mas habitual, las típicas historias sobre los ritmos, los entrenos, la marca de geles que les va bien, la zapatilla que tienen ahora y sobre todo, las lesiones y molestias. Quizás para no oír esto hay otros que van con unos cascos escuchando....no sé, a lo mejor pajaritos y riachuelos con cascadas, o AC/DC... en fin, cuando les adelantas te echan la bronca porque les asustas, pero si les pides paso, no lo oyen...
Escribo lo que me viene a la mente dos días después de correr la K42. No he escrito sobre el Castañate Las Patas, pero ya no me acuerdo. Me salió bastante bien, lento al principio, rápido subiendo cortafuegos y controlando la cadera en la bajada. 23km sin parar en los avituallamientos, mi nueva táctica, jaja. Si llevas un bidón de agua y un gel, para qué parar en un avituallamiento y perder tiempo?...
Y se acerca la K42... Podría apuntarme a la K21 pero no me gusta el recorrido, poca montaña. Pero 45km ya es mucho para mi ahora... En julio hice la locura de apuntarme a la Ultra del Nordeste y terminé fuera de límite después de un calvario sin antecedentes. Normal. Quizás entrenar también sirva para prepararse para cosas que gente normal no hace.
Pero aún no soy normal.
Cuando salgo a correr 10km, estoy 3 días sin poder caminar por las agujetas. Bueno, un día salí e hice 23km...las agujetas eran las mismas que con 10km. Así que por lógica simple, 45km sería lo mismo también...
(me gusta mucho lo de los tres puntitos...)
Tuve que rebuscar en mis archivos para darme cuenta que llevo ya 6 años seguidos en la K42. He repetido muchas carreras y en general, es una historia que repite, leo los relatos, y siempre lo mismo. Pero la K42 es diferente. 6 ediciones diferentes, totalmente diferentes. Lo único que he repetido es pasarlo mal en la subida a Chinamada, en 2013 y 2016.
2012, mi primera K42. Estaba a tope en triatlón y novato en trail. Me había tirado de cabeza a la Bluetrail (si digo que estoy volviendo a ser "normal", jaja) pero me lesioné entrenando, la empecé cojo y llegué hasta Vilaflor... Para la K42 ya estaba recuperado, justito y me salió un carrerón que aún no me explico pero para colmo me quedé disgustado por haber sufrido un pajarón fuerte después de 35km, o sea, el que he tenido siempre, siempre, siempre.
2013, mas locuras. Tamadaba trail de 48km el sábado, a tope con trofeo en mi categoría y K42 al día siguiente. Costó arrancar pero luego mejor. Chinamada con calor extremo y casi no llego arriba.
2014, repito la locura doble maratón con Tamadaba pero la han recortado a 38km. Las dos carreras salieron de película, sonriendo de principio a fin y con buen ritmo. Sin duda mi mejor año aunque sin repetir tiempos del 2012 (normal con otra carrera el día anterior)
2015, un año lleno de contrastes, malas sensaciones, muchas carreras duras y sufridas. Una K42 por inercia, sin sensaciones, ni malas ni buenas. Cuando uno dice "no me puedo quejar" pero en realidad no estás contento.
2016, bueno, bueno. Lo que llaman "petar". Salir "rápido" con intenciones de bajar de 6 horas. Mucho dolor pero forzando la bajada a La Punta, comer demasiado y acabar tirado en el suelo a mitad de subida a Chinamada. La Punta-Chinamada en 1h30...y luego lo que tardé en recuperar en la plaza arriba, para nada, porque no recuperé... Caminando de Chinamada hasta meta, casi llorando por rabia y miseria, malestar, dolor...de todo. Y llegando a meta te gritan "muy bien, lo has hecho muy bien"...Mas ganas de llorar... Dejé de correr hasta mayo...
2017... Ah, pero aún ni he empezado con el relato de la K42 2017? Vamos, el único que va a leer todo esto soy yo mismo. Pero eso es la idea, jajaja.
Comí mucho el día anterior a la carrera. Mucho. Y tarde. Muy tarde. O sea, a la cama con la barriga llena. No pude dormir bien. Me forcé a comer fruta por la mañana aunque aun tenía la barriga llena y sin ganas de tomar nada. Pero K42 en ayunas??? uff. No tenía ni geles, ni barritas, iba con lo que me daban ahí, mas dos pastillas de sales y un ibuprofeno.
Dos sesiones de baño pero sigo con la barriga llena. Ningunas ganas de correr así.
Voy a la linea de salida en el último minuto y me pongo con los escobas, Samu (pensaba que corría la carrera también)
Salida muy lenta, bronco caminando. (suelo trotar gran parte). Jardina con Eugenia pero no la puedo seguir, me siento obeso. Todo el sendero al mirador de Zapata aguantando las boberías que cuentan otros detrás y delante, esto no parece una carrera. Cuando llegamos al cruce con el cambio de recorrido, en la pista, empiezo a adelantar a gente, tranquilo. Bajada por el cortafuegos ya con mejores sensaciones aunque la parte técnica hacía Tegueste vuelve a remover mi tripa. En el sendero hacía La Goleta empiezo poco a poco encontrarme "normal", adelantando corredores y buena subida. No he comido nada pero tampoco me apetece. En el avituallamiento cojo un minitrocito de pan con jamón y me llevo dos geles. Bajada a La Punta tranquilo. El Garmin, lo tengo guardado en mi bolsillo, no sé ni ritmo ni tiempo. No me interesa. Hay que mantener las buenas sensaciones y disfrutar, bastante había sufrido ya en los primeros 15km y el principal objetivo era no repetir lo del año pasado.
Cojo agua en La Punta y sigo, sin comer. Pensaba tomar un gel al llegar a la zona de miradores, pero terminé tomándolo un poco antes. Adelantando gente sin parar, pero sin forzar al límite.
Como siempre, mega ambiente en el "Machu Pichu" y Chinamada pero no paro.
Y todo perfecto hasta que llego a las cabras. Conozco esta sensación a la perfección. De estar forzando, sudando pero con buenas sensaciones a estar sentado con ganas de vomitar, hay un plazo de menos de dos minutos. KM35. El hombre del mazo. Tiene cita conmigo en TODAS mis maratones. Ya no me peleo con el. Intento distraerlo. Camino en vez de correr, intento ver lo bonito que es el paisaje, lo simpáticos que son los que me adelantan. Sé que no es el momento de tomarme otro gel. Fue un pequeño buche de agua que me sentó mal y que me dio la señal. Paciencia, esperar a que se aburre el del mazo y me deje en paz.
Me encuentro con Marce sacando fotos y me siento un minuto con el. Nada, no tengo ganas de perder mucho tiempo. Las buenas sensaciones no volverán. Como siempre, algo habré hecho mal. Comer poco, beber poco? Pff, no sé. Cuando como y bebo mucho, pasa lo mismo. Me emocioné demasiado subiendo a Chinamada quizás? Quien sabe. Me arrastro hasta Cruz del Carmen. Pierdo algunos puestos y algunos mas perderé hasta la meta. Bajando recupero un poco las sensaciones, pero no quedan fuerzas para subir. Un gel en la última subida después de Jardina, pero creo que la falta de entrenar ya pone el límite. Estoy acabado pero no me quejo mucho. Al final he podido trotar hasta meta, quitando las subidas. (Y cuando digo subidas, es cualquier tramo con un desnivel por encima de 0, aunque sea 1m) O sea, a la salida del tunel debajo de la Via de Ronda tuve que caminar...
Al parar en meta, calambres, en las dos piernas. Normal. Me dicen de sentarme, de beber, comer, de ir a los fisios, bueno, todo el mundo quiere ayudar...pero me quedo quieto. Primero consigo hacer dos pasos, luego cuatro, diez y ya, fuera calambres. Reto superado. Estoy bastante contento.
Después de empezar tan mal, otra vez mas, confiando en que luego iba a estar mejor y así fue.
Superar el mal momento después de Chinamada por reaccionar a tiempo haciendo NADA, sino aflojar un poco.
Las piernas han aguantado, aunque claramente esto es mucho y probablemente el límite de lo que puedo hacer sin entrenar.
Llevo dos días sin poder caminar de otro manera que estilo pinguino, igual que después de 10km...
Para enero aun no tengo carrera, quizás me cojo unas vacaciones...jaja.







miércoles, 4 de octubre de 2017

Venga, escribe algo... Vulcan Race 2017

Este domingo, 1 de octubre, asistí a la Vulcan Race. Quise motivarme con recuerdos de ediciones anteriores pero no escribí nada. Qué pena. Es una de mis carreras favoritas, me encanta el recorrido, pero por alguna razón no he escrito relatos sino en 2012 cuando no la corrí, pero saqué fotos y 2013.
Pero me acordaba perfectamente del recorrido en detalle. La subida hasta Montañeta, sobre todo porque también la hicimos en el Demolition Tri y entrenando. Y luego, el bucle arriba por Arenas Negras es una zona tan bonita y agradable para correr, que es imposible olvidarse.
Al llegar a Garachico me doy cuenta que la Vulcan Race es una cita importante al encontrarme con tantas caras conocidas. Gran ambiente.
Me coloco bastante atrás en la linea de salida con Marce y Juani pero nada mas dar la salida, Marce busca camino hacía delante. Algunos mas adelantan empujando y notablemente algo molestos con el "tapón" de gente delante. Sin decir nada, pienso que son un poco mal educados y que pronto acabará su prisa ya que se asfixiarán en nada. Así que sigo pacíficamente el ritmo del pelotón hasta el primer tramo de asfalto que se convierte en la pista empedrada que sube hasta San Pedro. Ahí es fácil adelantar, el pelotón se estira, la mayoría se pone a caminar. Yo intento seguir trotando.
Aunque mi idea era de acabar la carrera tranquilo, disfrutando y sin sufrir, pasó lo de siempre... El pulso sube y no quiero bajar ritmo. Adelanto a Marce y me acuerdo del año pasado cuando me cogió bajando, bajamos un rato juntos y al final los dolores de cadera me obligaron a dejarle escapar. Si quiero terminar delante de él, habrá que coger bastante ventaja subiendo pero para animar le digo que ya nos veremos en la bajada. Ya llegando a Montañeta veo algún corredor de mi grupo de edad que suele luchar por podium, y también a Davinia de 7Raid. Davinia hizo el Faro a Faro de 60km la semana anterior y me da un poco de rabia que va delante de mi...jajaja, quiero adelantarla pero me quedo siempre a la misma distancia, adelantando a otros corredores, incluido el de mi grupo de edad. Troto bien en todo el tramo de pista en subida y veo también a Kiko con una mujer que acompañaba. Sin duda, estaba haciendo una buena subida y así me lo confirmó luego Strava, comparando con las otras veces que he subido.
Empieza la bajada y gracias al ibuprofeno, no tengo realmente dolor pero no quiero forzar. Son 10km de bajada y sé que cuando llega el dolor, toca caminar. Empiezan a adelantarme. El compañero de grupo de edad me pasa volando, en tres zancadas ya ni lo veía (me sacó 5 minutos en la bajada completa). Ya tampoco veía a Davinia. Pero detrás venía Marce. Así que intenté no aflojar. Mantuve el ritmo muy constante y disfruté bastante. Me encanta bajar. Que pena que ya no puedo soltar todo y volar...
Llego a meta en 2h30 super contento, buenas sensaciones. Gran carrera. Todo el mundo sonríe. La chica que lleva el micrófono anima llamando a todos los finishers por su nombre. Un minuto después llega Marce. Recuperó 3 minutos en la bajada pero eso quiere decir que yo le saqué 4 en la subida... jeje. Pique sano, divertido. A Marce le quedan 15 años para mejorar y ponerse a mi nivel en la misma edad, jajajaja. Lo conseguirá probablemente si sus tobillos aguantan.
No sé porqué, pero la Vulcan Race la llevo en el corazón, me encanta, ya lo dije al principio y lo repito. Volveré el año que viene, tranquilito, pensando en acabarla nada mas, como siempre, be finisher, y si cuadra, algo mas, jajaja.

CLASIFICACIONES






martes, 3 de octubre de 2017

Para no dejar capítulos en blanco

seguimos escribiendo. Nunca se sabe, quizás algún día sacan una película basada en todos mis relatos. Cuando vuelvo a leer algunos, me parece muy factible, mucha película...
 Puede que este capítulo de la serie sea un poco mas aburrido porque ha pasado poco drama en los últimos eventos, aparte de quedar muy atrás en las clasificaciones.
Pero dicen que para tener resultados hay que entrenar y prepararse. Pues, creo que puedo confirmarlo. Y también hay que llevar el físico al límite, sufrir. Pero ya sufro bastante de los dolores diarios como para darle un puntito mas en las carreras. O sea, acepto mis resultados, creo que he disfrutado, que es lo que busco ahora.
El triatlón de El Médano llevo haciéndolo 8 ediciones seguidas. No dudé ni un momento en inscribirme a la novena, por lo menos hasta diez tengo que poder llegar. La situación fue muy parecida a la del año pasado. Ninguna preparación para triatlón. Este año le di mas a la bici, pero correr casi cero. Y nadar, bueno, de vez en cuando para refrescarme los días de mar plato.
Lo que mas me gusta es ir relajado a la prueba, cero estrés. Dormí bien la noche anterior, y excepcionalmente, sin saber por qué, me desperté menos zombi que lo normal. Mi plan era no preocuparme para nada por el puesto y simplemente sumar otra prueba a la lista, disfrutar del ambiente. Pero me levanté diferente, de verdad, ni idea por qué. Con ganas de competir.
Después de dejar la bici y el resto de material en boxes volví a casa (que suerte tenerla cerca) a ponerme el neopreno y para calentar nadé desde Playa Chica hasta el lugar de la salida. Sé que no existen los milagros así que mis ganas de competir los dejo para el segmento de la bici y salgo desde la última fila en la playa para evitar que todos me pasan por encima. No nadé mal, nada que comentar.
Las transiciones las hice bastante bien también, ventajas de la experiencia.
Al no ser buen nadador pierdo la oportunidad de acoplarme a los grupos buenos en bici. Empiezo a adelantar y después de un par de kilómetros veo que somos 3 y vamos con cortos relevos devorando grupitos que no consiguen acoplarse. Aun así, terminando la primera vuelta tenemos un grupo considerable pegado a nuestras ruedas, sin aportar nada, por lo que decido atacar fuerte al pasar por el pueblo y en la subida saliendo. Dejamos atrás al grupo y seguimos los mismos 3 del principio que, sin hablarlo, acompañaron en el ataque. En la segunda vuelta, todo igual aunque perdimos uno de nuestro trio. Pero se acopló otro. Mismo escenario al llegar al pueblo, ataque, romper el grupo y seguimos. Pero el grupo detrás de nosotros era cada vez mas grande, absorbiendo todos los individuos sueltos que nos encontramos y se mantenía muy cerca. Llegaba a la transición con muy poca ventaja sobre un grupo muy grande.
Ya nada mas empezar a correr, me adelantaban uno tras otro. No me podía agobiar. Lo primero sería evitar dolor y mantener las buenas sensaciones. Aguanté el mismo ritmo, quizás apreté un poco mas al final, después de tomar el único gel que llevaba, por si notaba falta de fuerzas.
Y sin mas que comentar crucé la meta. Contento. Otro triatlón acabado. Buenas sensaciones durante los 3 segmentos y realmente me lo pasé muy bien en la bici, donde, como previsto, competí con todas mis fuerzas. Cogiendo rueda a gente mas fuerte podría haber hecho un mejor tiempo, pero estoy orgulloso de haber marcado el ritmo yo, y de todas formas agradeciendo la ayuda del compañero que me acompaño durante las 3 vueltas.
Me decepcioné un poco al ver que he corrido mas lento que nunca, pero, lo dije antes, no existen los milagros. Para correr mas rápido, hay que entrenar y no puedo hacerlo.
Ahora toca temporada de trabajo. Es como otra carrera. No me gusta tanto pero no queda otra, no se puede vivir como un gandul 365 días al año. 330 es suficiente.
Noches cortas, sueño todo el día y trabajar arrastrándome como en una ultra. Imposible añadir entrenamientos al horario.
Pero me apunto al acuatlón de la Caleta de Interián porque pienso que necesito distraerme por lo menos un rato y una prueba tan corta no me hará demasiado daño.
Cuando dejo de hacer deporte, mi cadera me molesta cada vez mas y correr casi imposible. Decido calentar un buen rato trotando despacio por las calles de La Caleta a ver si desaparece el óxido. Duele pero me alegra notar que con cada paso duele algo menos. No puedo forzarlo, la cadera marca el ritmo.
Salgo atrás del todo y mas o menos ahí me quedo hasta la transición a la natación. No llegué demasiado asfixiado al agua y pude nadar bastante bien. A mi ritmo, pero bien. Las condiciones de mar eran mucho mejores que el año pasado, aunque ahí, siempre hay corrientes y oleaje. Conseguí adelantar a gente en el agua, agüita, eso es algo nuevo para mi. Y después, intentar mantener el puesto corriendo. No corrí mas rápido que en la primera vuelta, pero supongo que los demás iban mas lentos, y conseguí mantener ese puesto, hasta recuperar uno mas, desde el 77 antes de nadar, el 59 después de nadar, el 58 en meta (90 en total).
Nada que celebrar, sino haber disfrutado mucho del ambiente y muy feliz. Feliz de disfrutar de esas sensaciones de piernas cansadas después de una prueba. Feliz de recibir tantos saludos aunque yo iba como siempre despistado sin saludar. Feliz por participar en una prueba donde ganar o ser mejor que otro es solo una anécdota y donde lo primero es estar entre amigos deportistas, algo que se nota en todo lo que organiza Basilio Bravo. Su lema "Be Finisher" por fin lo entiendo. No es que lo principal es llegar a meta, sino que llegar a meta es suficiente. Totalmente diferente.

RESULTADOS TRIATLÓN EL MÉDANO









Where is the limit...

No puedo evitar hacer locuras. Quizás porque yo no lo veo como locuras.
La entrada anterior se llamaba guerra mental y tocaba ir a por otra batalla. Podía ganar, podía perder. Quizás tenía mas posibilidades de perder esta vez, pero es precisamente en esas situaciones que he podido vencer anteriormente y así volvió a ocurrir. Aunque ya rozando límites.
Quiero correr, no puedo correr. Corro... Así decía en esa publicación anterior. Y si, he corrido. 10km en montaña a buen ritmo. Y luego 23km que ya hay que llamar senderismo rápido. Una salida por semana y otra en bici. El resto de los días recuperando de los dolores de cadera.
De repente decido apuntarme a la Ultra del Nordeste en Anaga, probablemente la ultra mas dura de Canarias, desniveles brutales y por ser en Agosto, temperaturas extremas.
Creo que no soy capaz de darme cuenta de que esto no es una simple vueltita por el monte, ni me asusta. Pienso que puedo ir a caminar y trotar algo, disfrutar y el resto ya se verá.
Se va acercando la fecha y todos me dicen que sin entrenar, eso no se puede hacer, estoy loco.
Pienso que entrenar sería para poder acabarla en menos tiempo, pero que tengo fondo suficiente y la experiencia necesaria para acabarla sin arriesgar mi salud, o sino retirarme en cualquier momento si veo que algo va mal.
Pero es verdad que al final empiezo a dudar y terminé diciendo que si acababa esto, escribiría un libro.
Y porqué? Bueno. Opino cosas sobre esa nueva moda de ser deportista de élite generalizada. No creo que puedo plasmar muy bien lo que quiero decir y como colmo, no soy buen ejemplo.
Pero luego pienso también que por qué voy a criticar lo que hacen los demás. Si la gente es feliz haciendo lo que hacen, pues, adelante.
Es todo un negocio, pero así funciona este mundo.
Entrenadores personales, fisioterapeutas, pruebas de esfuerzo, planes de entrenamiento, barritas energéticas, geles, recuperadores, equipamiento, leer todas las revistas y páginas web relacionadas, series, salidas largas, entrenamientos cruzados, recuperación activa, control sobre la alimentación, carbohidratos, proteínas, pastillas de magnesio, aminoácidos, estiramientos, masajes de descarga múscular, analizar tu pisada, técnica de correr, medias de compresión, analizar el color de tu caca... la lista es interminable.
¿Es necesario todo esto?
Yo soy el primero en obsesionarme con las cosas pero lo admito y sé que no es lo mejor.
En fin, mi reto era demostrar que no es necesario todo esto. No hice la Ultra del Nordeste por esto, tenía ganas de hacerla pero sin haber entrenado significaba un reto nuevo.
Y peor me podía haber salido. Como ya dije antes, es una ultra muy dura y mas de la mitad de los participantes se retirarían.
Salí muy lento porque no era capaz de ir mas rápido, pero en la subida a Chinamada fui cogiendo ritmo. Luego volvieron a adelantarme muchos pero como es una ultra, no me preocupaba nada. En la subida después de Benijo empezó el sufrimiento, pero eso era así para la mayoría. En Lomo de las Bodegas monté mi primer número. Fui a echarme un rato debajo de un árbol, no podía mas. Intenté hidratarme bien y recuperar. Perdí bastante tiempo y salí de ahí con apenas una decena de corredores detrás de mi. De ahí hasta el avituallamiento en el barranco de Igueste me adelantaron algunos con lo que empecé a subir hacía la Cancelilla con unos 6 personas detrás de mi aun. El sol pegaba con intensidad máxima y poco a poco fui perdiendo fuerzas. Había que llegar a la zona de árboles para encontrar sombra, pero se hizo eterno, pasito a pasito, cada vez mas lento. Lo de siempre, sudaba mas de lo que mi cuerpo es capaz de absorber bebiendo. Supongo que es ilegal, pero habría que poder llevar un suero en la mochila y enganchar la aguja al camelback. Una vez arriba había asfalto hasta el Bailadero pero era incapaz de correr. Era incapaz de caminar. Me paré varias veces, se me acalambraban las dos piernas a la vez y me quedaba plantado como un tronco de árbol en la carretera. Nunca me había pasado tan fuerte. Con estilo robot, caminando sin doblar las piernas, conseguí llegar al avituallamiento en el albergue. Ahí monté el segundo número, el clásico. Los de la Cruz Roja preguntando si les acompañaba a la ambulancia pero lo negaba, les pedía tiempo para recuperar. Después de unos minutos empecé a poder razonar, beber y comer. Aun no iba último, a pesar de todo, solo me adelantaron dos. Pero quedaba mucho. Había que bajar de nuevo a Taganana y volver a subir... Conseguí recuperar suficiente para levantarme y caminar. Intentaba correr, pero me seguían entrando calambres. Después del Bailadero, ya en la bajada técnica a Taganana, por fin, se quitaron los calambres. Llegué un poco mejor a Taganana, me dejaron un par de pastillas de sales, porque ya había tomado todas las que llevaba yo y seguí. Cuando llego arriba me dicen que ya quedan solo dos personas detrás de mi, los demás se retiraron. Los vi llegar y me marché porque mentalmente, no quería ir último... De nuevo bajar hasta Afur y volver a subir. "De verdad, el Lechu es un "cabrón", nos quiere matar" pienso, cuando veo que además no bajamos a Afur por el camino normal, sino desviándonos por un camino impracticable debajo de Roque Negro.
En Afur se retirarían los dos que me venían detrás por lo que ya iba último hacía Cruz del Carmen. Me quedaban unos 15 minutos para el corte cuando llegué ahí y los gasté en descansar y hablar con Juan, compañero con el que fui a la carrera y que se retiraba ahí después de vomitar varias veces y recibir suero para recuperar. En el último minuto del corte, salí de Cruz del Carmen pero sabía que sería imposible, en el estado en el que me encontraba, llegar a meta en dos horas, el límite final. De todas formas, no habían mas cortes y no me retiraba. Lo que me preocupaba ahora eran los corredores escoba. No quería tenerles presionándome y pedí a Javi Sánchez, que estaba ayudando en el avituallamiento, entretenerlos un ratito para coger ventaja... jeje.
Me encontraba relativamente bien (con 65km en las piernas...) e intenté correr todo, nada de caminar. Había que intentar llegar a meta a tiempo. Me hubiera gustado poder ver después mi ritmo pero el Garmin se quedó sin batería y se apagó. Algo no cuadraba. Porque 15km en dos horas, si no paro de correr, tenía que ser posible. Además casi todo bajada, aunque técnica en La Goleta y Tegueste. Conseguí adelantar a un corredor después de la bajada de La Goleta así que ya no iba el último y detrás veía la luz de los frontales de los corredores escoba, estaban a una distancia "safe". Cuando llego al último avituallamiento en Tegueste les pregunto por la hora y me dicen "las doce menos dos minutos", o sea, me quedaban 2 minutos para llegar a meta en Tejina, unos 4km... Ni Usain Bolt, ni Mo Farah... pero los chicos me animaban y decían, "vamos, vamos, hay que intentarlo" jajaja. Al rato escucho las doce campanadas de la iglesia de Tegueste...Seguí corriendo esperando que me darían un poco mas de tiempo, pero cuando entré en Tejina, unas personas que me indicaban por donde ir, me decían "no corras, no vale la pena, ya está recogida la entrada en meta". Un poco decepcionado me puse a caminar e intenté seguir de todas formas la ruta hasta meta. Y bueno, no estaba recogida la meta, pero sí el cronometraje. Me senté a comer un buen plato de comida que ofrecían en meta y después de un rato apareció alguien con una medalla finisher, porque aunque fuera de tiempo, finisher fui ! Bonito detalle. Y otro rato después aparecieron los corredores escoba. Les pregunté por el corredor que había adelantado, pero me dijeron que bajó con ellos hasta Tegueste y ahí se quedó.
O sea, por primera vez en mi entera carrera de deportista aficionado(casi 10 años en triatlón y atletismo) he conseguido cruzar una meta en el último puesto. O no, no lo conseguí, porque no salgo en la clasificación...
Bueno, último en llegar, eso sí.
Chiquita aventura. Quizás hay que entrenar un poco para hacer una ultra. O quizás no y el problema fueron las condiciones climatológicas con lo que era mas probable que me retiraba como la mitad de los participantes que sí habían entrenado para la carerra !




martes, 23 de mayo de 2017

Guerra mental 2017

Quiero correr. No puedo correr. Me duele.

Salgo en bici. No me duele. Me gusta un día, dos, tres y luego ya no tengo ganas de salir en bici.
Lo de siempre, todo o nada.

Vuelta tremenda por Anaga, 125km y 3500m de desnivel positivo. Pero 100% impresionante.



Viaje a Bélgica y con amigos 170km dentro del recorrido del tour de Flandes, con todos los adoquines y repechos. 3º o 4º del grupo arriba en todas las subidas. Encuentro con Greg Van Avermaet y otros pros entrenando. Sprint final de 8km a 43 por hora. Y luego litros de cerveza.






Remate: vuelta a la isla con Miguel. Plan: 260km incluido Tejina- Bailadero-San Andrés.
Tenemos 12horas diurnas justitas. Miguel no quiere llevar luz. Pajarón entre Tejina y Las Canteras y Miguel aborta desvío a Bailadero. Vuelta por La Laguna-Sobradillo. 4 paradas en bares, lo que tardan en servir y consumir, 10 horas 50, 240km. Nos sobraba hora y media de luz, quizás poco para los casi 30km que abortamos, o al menos muy justo y eso sin contar con desgracias. Aun así, bonito reto acabado. Habrá que entrenar un poco mas para la vuelta completa incluido Masca y Anaga, (unos 270km) y esperar días mas largos.



Bici de montaña. Vuelvo a intentarlo. No disfruto mucho.

Quiero correr. Lo intento. 10km a tope de trail. Una semana sin poder caminar. Dolor de cadera y músculos tiesos.
Semana perdida.

Teide 360 MTB.
Lios. Riccardo no va. Kike va con otra tropa. Miguel quiere ir. Dorsal si, dorsal no. No quiero hacerlo solo, Miguel quiere acompañarme. Aventura, buen tiempo, bonito decor, buen ritmo, pájara a la mitad recuperada y buena recuperación de puestos, rotura de bici de Miguel y tramo final por asfalto. Buen día de ciclismo con un pie dentro de la Teide360 y otro fuera.




Dos días después Demolition Triatlón Garachico. Duermo 3 horas en el coche en Montañeta la noche antes de la prueba. (No quiero acordarme el porqué)
Espectacular triatlón de montaña. Todo el mundo disfrutando.
Natación revuelta bebiendo medio charco sin querer. Y de ahí a correr en subida, pulso rojo. Mareo y casi vómitos. Paradas cortas y ritmo senderista. Digestión del atlántico tragado acabada a la mitad de la subida y recupero algunos puestos. Del mar a 1000m de altitud en 9km recorrido Vulcan Race hasta Montañeta.
Bici MTB Montañeta Arenas Negras casi 40km en dos vueltas con subida cortafuegos en la primera. Hace fresquito, ideal. Voy fuerte, adelanto, adelanto, adelanto...última bajada a tope, quedan 2km, PsSSSSJJJHHH, sobre la llanta rueda atrás. Eso no es pinchazo, eso es reventón. ¿Cuanto tardo en cambiar? ¿Cuanto tardo corriendo? Pues a correr con la bici. Me vuelven a adelantar, no muchos. Da igual, me lo pasé pipa. Trofeo segundo M50 y probablemente la única vez en mi vida que he disfrutado sobre la MTB. Mucho frío, cansancio tremendo. 6 días en cama resfriado fatal.




Entrenos sueltos, intentos de correr, dolor, falta de ganas para salir en bici. Un poco de natación, no es que me gusta, pero algo hay que hacer.
Salida motivada por Strava San Andrés-Chamorga a tope. Pena del viento que no dejó sacar todo como previsto. Queda pendiente cuadrar con la meteorología en la subida al Bailadero.



Y aquí estamos. En guerra mental.
Quiero correr. No puedo correr. Corro. Noches sin dormir, dolor. Bici perfecto. No quiero salir en bici...
No hay solución pacífica.

lunes, 22 de mayo de 2017

A veces pienso que soy hermano de Kilian, y luego...

Esto lo escribí hace tiempo, pero no lo había publicado. Acabo de verlo y leerlo y me hizo gracia. Así que lo saco del borrador...

Qué bonita es la vida ahí arriba en las nubes. Pero alguna desgracia siempre termina bajándome al suelo. Y claro, cuanto mas alto vuelas, mas dura es la caída.
Y mira que he caído yo de veces... caídas de verdad y de esas que te bajan de la nube en cuestión de minutos.
Como correr hace daño, tengo una teoría nueva, adoptada de Miguel que dice lo mismo, que es correr menos y salir en bici. Nos damos bastante caña en bici y se nota que nos ponemos fuertes, y sin hacerse pupas en las articulaciones, músculos...
Y así fui a la K42 con apenas 20km corridos en las últimas dos semanas y cien en un mes entero. Pero me sentía bastante bien y fuerte.
Sabía que tenía que conservarme y gestionar el esfuerzo para no provocar demasiado dolor en la cadera.
Tranquilo en la salida, ritmo cómodo hacía el Bronco, trote sin forzar en Jardina y buena subida a Zapata. En nada estaba ya en la pista arriba. No me lanzaba por debajo de 5' el km y hasta la mitad de la pista de los Dornajos iba bien. Pero vino el dolor y tuve que frenar, alternar caminar y trotar. Me adelantaron Basilio, Marce y 100 mas. Me quedé atascado en el sendero hacía la Goleta y no quería estresarme ni a mi mismo ni a los demás para ir adelantando y ya fue en la subida misma de la Goleta cuando pude recuperar mis puestos. Tampoco subí a muerte, pero volví a adelantar a Marce, Basilio, Ana y 100 mas. Lo hice bien porque pude trotar bastante bien en el tramo hasta volver al avituallamiento. O sea, hasta ahí, todo perfecto.
Y yo feliz y contento, diciendo, eso funciona, solo bici, no hace falta correr.
La bajada hasta la punta no pude hacerla muy rápida porque la cadera y la pierna entera debajo me molestaban pero otra vez, a conservar y llegué muy bien a La Punta en 3h27. Un poco justo para poder bajar de 6 horas, todo iba a depender de la subida.
Cogí un gran trozo de bizcocho y me lo comí mientras caminaba hacía abajo y en el barranco me senté un momento para beber y tomar una pastilla de sales. No sospechaba nada aunque el hecho de sentarme quizás no era buena señal. Estaba muy empapado de sudor, desde La Goleta mi picaban los ojos del sudor que entraba dentro y se me caían gotas de la cabeza y las manos continuamente.
Beber, bebí...
En fin, veo que llega Marce, lo espero e intento ir con el. Vamos arriba, vamos Chinamada.
Uff, Marce va muy rápido, se me va. Un tramo que se puede trotar, lo intento, uy, qué va, no puedo. Sube mas fuerte y a duras penas consigo subir los escalones. Y acabamos de empezar... uyuyuy. Pienso que hay que ir tranquilo, que igual tengo el estómago trabajando con el bizcocho y la pastilla de sales y hay que darle prioridad y tiempo. Sigo a paso tortuga. Pero eso no mejora. Ya está, Chinamada ha vuelto a ganar. Pero como es posible??? No puede ser. Iba bien, no me faltaba nada. No llegué a forzar demasiado por lo que me salvé de los vómitos y otras guarradas. Pero 1h23 de La Punta a Chinamada, mi nuevo récord... de lentitud. Tuve que sentarme 3 veces por el camino a descansar y pasito a pasito. Al pasar, todos me preguntan "estás bien, necesitas algo?" Muy simpáticos, 200 veces me preguntaron si estaba bien. Si lo preguntaban es porque estaba claro que NO estaba bien. Entonces, por qué preguntan? Bueno, esos detalles que te irritan en esos momentos cuando ya va todo tan mal que te enfadarías hasta con el suelo y las piedras debajo de tus pies.
Una vez arriba, me eché al suelo y todo daba vueltas. El estómago en un punto delicado. Vienen los chicos de la Cruz Roja. Me dicen de comer, beber.. y contesto que tranqui, de momento nada, esperar. Me preguntan si me retiro y les digo que eso ya se verá mas tarde. En 10 o 15 minutos ya me siento un poco mejor e intento beber. Bien, ya es algo. Pero mis piernas entran en calambres por todas partes, cojo mi teléfono para mandar un mensaje a los amigos y hasta en los dedos de la mano me entran calambres. Hay que esperar mas. Bebo una bebida tipo Redbull, no sé si es buena idea, pero hay que intentar algo... Como un trozo de plátano e intentamos seguir.
Voy mas o menos, averiado pero camino, hasta consigo trotar despacio en las bajadas. Se hace eterno llegar a Cruz del Carmen, eterno, realmente eterno. Ya llevo 6 horas y media, he tardado 3 horas en subir de La Punta a Cruz del Carmen... Otro bonito récord. No vale la pena parar, lleno agua y sigo. Voy bajando como un minusválido pero me encuentro hasta con quien baja peor. Lo siento por el, pero me alegro por mi. Aún no voy último... Asfalto Jardina, mi madre, como duele. Vaya alivio poder subir hacia el Bronco. Estoy totalmente acabado. Intento trotar pero no puedo, de verdad. Entre dolor y no tener fuerzas. Camino. La última bajada y me adelanta Eugenia. Ella corre. Yo muevo los pies, no hay terminología para describir ese modo de desplazamiento. En la recta hacía la meta me adelanta Sergio de Casa Fito y su compañero. Hay demasiada gente animando, no me gusta. Me dicen todos "vamos, muy bien" qué coño, muy bien ? Hipócritos. No hace falta animarme, hace tiempo ya que había decidido arrastrarme hasta la meta y solo iba a terminar con esa paliza. No quería ver a nadie, ni que me nombren al pasar por debajo del arco de meta. La medalla SÍ que la quería, me la he ganado. Recupero poco a poco pero con todo el cuerpo acalambrado. Hasta las doce de la noche me siguen entrando pequeños calambres en diferentes músculos, espasmos. Parecía un pez que dejan tirado en el suelo nada mas pescarlo, durante horas.
Otra vez mas he conseguido deshidratar por completo a mi cuerpo. Podría estar contento, porque conseguí mantener el apetito, poder beber y comer, pero tardé mucho en recuperar.
Necesito buscar maneras de, o bien, sudar menos y perder menos sales y líquidos; o bien, maneras de absorber mejor y mas cantidad de sales y líquidos durante actividad intensa. Y sino, no queda otra que bajar el ritmo. Pero cada vez mas lento? pffff. Ya llevo años sin poder resolver el problema. Y Anaga es donde más me afecta. En fin.
Una semana después volví a Anaga, bajé del Batán a La Punta y volví a subir a Chinamada con rabia, con ganas de venganza. Subí casi todo corriendo, soltando palabrotas a los escalones donde casi me desmayaba la semana anterior. Pobre Chinamada, ella no tiene la culpa y al final, la cuenta la vuelvo a pagar yo. Problemas en la rodilla derecha, obviamente mas cargada al tener mal la cadera en el lado izquierdo. Y se acabó el correr. Los fisioterapeutas me dicen que es el menisco, hay que ir al traumatólogo y sacar resonancia. No hago nada. Descanso de correr. La bici hace maravillas y no me duele nada.




martes, 21 de febrero de 2017

Ciclismo de altura

Ya era hora que publicara una nueva entrada en este blog. Pero para escribir algo, hace falta un tema, algo que contar. Y lo que hacen los Vigorexicus últimamente no merece una publicación. Hemos dejado las competiciones por varias razones, lesiones, falta de motivación, otras prioridades... pero el deporte lo llevamos en la sangre y no lo dejaremos.
Hemos estado muy activo sobre los pedales como ya dejaba ver la última entrada sobre la cicloturista Reto Iberostar.
Mientras hemos mantenido las llamas en el fuego con piques entre nosotros mismos utilizando Strava, la aplicación que nos enseña que somos solo mediocres deportistas sobre la bici, pero al aportarnos una clasificación limitada a nuestro grupo, nos consideramos semi-profesionales y siempre hay en algún lado un tiempo que se puede mejorar o un colega que se puede dejar mas atrás en la clasificación.
Y no lo voy a esconder, no es difícil picarme. Si estoy detrás de alguien que considero "menos fuerte" y encima me pone la clasificación debajo de la nariz con un whatsapp, es muy probable que no pasan mas de dos días para que salga a ponerlo en su sitio, jaja.
Y esto resultó en un mes de enero con un récord personal de kilómetros en bici y mejorando todos mis tiempos hasta el inicio de mis tiempos.
Con esa preparación involuntaria, me apunté sin miedo a la cicloturista Gran Fondo de Gran Canaria que daría la vuelta entera a la isla en 195km. La organización tenía pinta de prometer algo bueno, muy internacional, buen marketing desde una empresa especializada. Pero poco a poco iban llegando malas noticias. Primer cambio de recorrido por cierre de carretera por derrumbes. Vale, no es su culpa pero el sueño de dar la vuelta a la isla se esfuma. A pocos días para celebrarse viene otra mala noticia, el recorrido no es viable por temas de seguridad en carreteras (así lo tengo entendido), cosa que ya estábamos comentando entre nosotros, viendo que nos mandaban por autovías con mucho tráfico. Al final se queda en un recorrido de 160km y en el norte de la isla, muy lejos de la idea inicial y de los alojamientos alquilados por los participantes. Pero al final la meteorología remató el caos con una tormenta y alertas que obligaron a suspenderlo todo. No digo mas. Nos prometen otra fecha para volver a intentarlo...


Pero ahí estuvimos y aprovechamos para soltar las piernas el sábado en un precioso contorno entre Moya y Fontanales, a través de la reserva natural de los Tiles. 10km de subida con repechos cortos que superaban el 20% de pendiente pero valió la pena el esfuerzo. El día de la prueba suspendida, intentamos hacer una salida desde La Montañeta, entre Las Palmas y Telde, donde estabamos protegidos de la tormenta. Conseguimos llegar hasta Ingenio donde nos íbamos ya encontrando con troncos de árboles en la carretera y trazar una linea mas o menos derecha en la bici era imposible. Decidimos intentar subir para volver a la zona mas protegida por arriba, pero después de dos kilómetros, el huracán lateral hacía imposible controlar la bicicleta. Podíamos haber seguido un rato caminando hasta detrás de una colina donde estaríamos mas protegidos de nuevo, o también esperar, ya que las previsiones decían que ya aflojaría el apocalipsis. Pero nos encontramos con una patrulla de policía municipal que nos prohibieron seguir. Bajar de nuevo era mas peligroso que seguir así que llamamos a un compañero que teníamos para asistencia en la furgo y nos recogió. Volviendo a Telde pasamos a otros ciclistas y hasta parejas en bicis de Decathlon en camiseta manga corta haciendo su salida dominguera por lo que decidimos volver a montarnos en la bici y completar la vuelta con otros 25km. Esta vez no nos paró el viento pero tuvimos que aguantar un poco de frío y lluvia. Buena aventura que nos dejó con muchas ganas de volver a la isla vecina con las bicis y reconocerla en mejores condiciones meteorológicas.

Y de nuevo en Tenerife... Aquí, en invierno, no suelo subir en bici al Teide. Lo he hecho en el pasado y la experiencia de no poder frenar ni saber si mis manos aguantaban el manillar ya que estaban totalmente congeladas en la bajada, era algo que no quería volver a vivir.
Pero va, y nos organizan una vuelta al Teide, desde el norte, donde ya hace mas frío si o si, en febrero, una semana después del Gran Fondo de Gran Canaria.
No estaba en mis planes por la razón que acabo de explicar, pero la decepción del Gran Fondo suspendido, ver que había podido aguantar el viento y lluvia ahí, aunque sea menos tiempo, y que las previsiones anunciaban vientos cálidos del Sahara, decidí apuntarme a última hora.
Claro, con todo ya mas o menos previsible, una semana antes, es fácil "arriesgar". Voy aprendiendo de las compañías aseguradoras. Cuando hay riesgo, el riesgo no lo cubren... Pues yo igual.
Otro fuerte contratiempo para mi sería el horario... Salida desde La Orotava a las 07:30 y hay que estar ahí "antes"... Me cuesta horrores madrugar, mis peores salidas en bici han sido todas saliendo temprano mientras por las tardes no hago sino batir mis propios récords. En fin, no queda otra que superarlo.
Voy ahí con ganas de pasármelo bien y si puedo ir a buen ritmo, pues mejor.
Comparado con los demás, me presenté como un esquimal en la linea de salida. No dejé bolsa con ropa a la organización para recoger en El Portillo porque ya llevaba todo puesto.
El chubasquero ya lo pude guardar momentos antes de la salida y los guantes impermeables gordos los guardé también después de unos kilómetros. Salimos como motos de La Orotava, dirección Los Realejos y pensé aflojar un poco en la subida hacía la Corona. Nada, a tope ya que ahí tenía que dejar un buen tiempo en el segmento de Strava para estar delante de Marce...
Me divierten las bajadas y aprovechando que el tráfico lo tenían perfectamente controlado con muy pocos coches entre los ciclistas, cierta preferencia y seguridad en los cruces, el trayecto bajando hasta Icod fue "volando".
Sabía que venía una subida hasta La Montañeta, pero no la conocía... Empiezo alegre y en el tramo mas empinado, justo antes de pasar debajo de la carretera nueva hacía El Tanque, subiendo a La Vega, se me desmonta el pedal derecho y me quedo pedaleando con un solo pie en una pendiente del 24%.
Aprovecho la parada para quitarme los manguitos y el buff, en esas pendientes se suda... y analizo el problema. Parece haberse desenroscado el pedal, pero eso no es posible porque la rosca va en sentido contrario a la rotación del pedaleo para evitar eso. Solo puedo pensar que se pasó la rosca y que tendré que ir con cuidado. Lo vuelvo a enroscar y analizo el siguiente problema: como subirse a una bici en una pendiente del 20%... Menos mal que la carretera es suficientemente ancha para acoplar a los pedales y coger velocidad mínima en horizontal... Se me jodió el segmento de la subida a La Vega, fuerte desilusión, jajaja.

Recupero un par de puestos perdidos pero esa subida no parece aflojar nunca y me voy muriendo poco a poco. Cuando empiezo a reconocer el terreno por pasar en La Montañeta con la Vulcan Race, mi velocidad va reducida a la mínima para no caerme (7,2km/h según Strava) Esa subida, mirándola después, resulta ser unos 8km con un 9% de media. No me esperaba a eso, había salido demasiado rápido en los primeros 30km y el madrugón me pegó un martillazo en la cabeza.
Se acabó la diversión. Me dolía la espalda, las piernas, la cabeza, tenía sueño, ganas de parar... en fin, lo habitual. Pero tampoco me adelantaban los demás. Y era muy pronto para retirarme. Decidí seguir rompiéndome hasta Santiago del Teide, y ahí ya se vería.
Un poco de kamikaze adelantando a los coches en la bajada a Santiago del Teide (no sé si es muy inteligente decir esto aquí...) y ya me estaba divirtiendo otra vez un algo por lo menos. Me llenan el agua en el bidón, tomo un aquarius y seguimos. Subida a Arguayo, tranquilito, ya paso de matarme y seguimos disfrutando en la bajada después pero la alegría dura poco.

Empieza lo serio. Subir a las Cañadas. Los primeros kilómetros voy tranquilo pero sin razones para quejarme. Antes de llegar al bar La Estrella ya me vuelven los dolores sobre todo en la espalda y las piernas muy muy flojas. A ratos voy muy lento y me adelantan algunos, entre ellos Manuel, un viejo conocido de los triatlones, pero otros ratos, sobre todo después de masticar una dosis de gominolas, voy un poco mejor y recupero los puestos. Pero en general "desastrozamente" lento y mal. Me molesta como nunca el mal estado de la carretera y voy tan lento que puedo hacer zigzags entre los agujeros hasta que me pasa una guagua turística a 60 por hora por centímetros. Es verdad que me iba olvidando que se debe ir en el lado derecho de la carretera, pero está tan mal que uno elige donde mejor se puede pasar...
Pasando el Chinyero, para colmo, se mete un viento de frente y decido parar. No puedo mas, me siento hasta mal de la barriga, mis piernas no aguantan y voy doblado de dolor de espalda. Quiero acabar con esa miseria. Me siento, a mi estilo muy conocido en las carreras de trail, en el suelo apoyado contra una piedra y saco una magdalena de Mercadona que llevaba como alimento energético junto con las gominolas Haribo de la tienda de la gasolinera. Obviamente me vuelve a pasar lo mismo que en la K42... Uno por uno, los que pasan me preguntan "estás bien, necesitas algo?" Intento contestar a todos con el dedo hacía arriba ya que la boca la tenía llena de magdalena. Me quedaban dos soluciones: esconderme en el bosque si quería descansar, o levantarme y seguir. Bueno, decidí seguir. De mal humor, sin ganas pero no tenía a quien quejarme, iba hablando solo. En el tramo de Boca Tauce me pregunto qué puede pensar un Contador o Froome cuando pasan por ahí, vaya vergüenza, hasta una bici de montaña se desintegra ahí, pero ya estaba de mal humor antes, peor no podía pensar ya. Rodando hacía el Parador se me fue el dolor de espalda y fue mejorando mi humor.


 Sabía que el tramo hasta el Teleférico es duro y no me agobiaba, fui recuperando puestos y hasta mis piernas respondían ya mejor. No hice nada espectacular, pero me quedé contento cuando llegué a Montaña Blanca, me sentía bastante mejor que por Chinyero. Así que bajé con ganas hasta Portillo alto.

Cualquier otro habría aprovechado la buena racha para no perder tiempo y seguir, sobre todo que tocaba bajar. Pero yo soy yo... Vi una lista en la que apuntaban los dorsales que iban llegando por orden y estaba en el 42. Coñooooo, que bien. Con lo mal que subí. Qué les pasó a los demás? jaja. Me quedaba con ese puesto, total, la bajada no es para mejorar ya puestos. Así que comer, beber y dormir una siestita al sol.
Tampoco fue mucho tiempo... unos 15 minutos y unos 20 puestos de la clasificación "no competitiva". Pero mi humor cambió y estaba feliz de nuevo. Es una cicloturista y hago deporte para divertirme. (eso lo digo después de varios horas de sufrimiento, en la próxima saldré mas rápido aun...)
Me encantó bajar del Portillo a Aguamansa, nunca lo había hecho. Tuve algunos pequeños percances con coches, unos que quería adelantar yo y no les gustaba la idea, otro que venía de frente adelantando a ciclistas subiendo pero el muy bobo no habría visto que tenía la moto de la Guardia Civil pegado detrás y le encendió la sirena. No miré hacía atrás, pero probablemente lo paró... En fin, cosas que pasan cada vez que cojo la bici. Mientras no me siento en peligro de verdad, no me altero y sigo disfrutando pero siempre con cuidado mirando e intentando prever el peligro.
Arriba en El Portillo me dijeron que ya solo queda bajar. Les contesté que ya conocía esa historia, siempre te dicen eso y luego... Pero además, el amigo Ibán, que conoce la zona, ya me advirtió que el camino a Benijos tiene un repecho divertido...
Yo ya estaba recuperado de mi negatividad, vi que podía raspar un par de puestos y le di con ganas a la última subida. Luego un poco de sube y baja para llegar a La Orotava y una bonita bajada radical por adoquines con un par de giros hasta la meta para darle un toque de adrenalina a la llegada. Tanta adrenalina que mi Garmin se asustó y decidió bajarse solito de mi brazo antes de llegar. Nada mas llegar en meta, di la vuelta para ir a buscarlo, muy lejos no podía estar. Y lo encontré, todavía en marcha, menos mal. Ya me veía todo ese esfuerzo y no tener nada para subir a Strava... jajajaja, sería una buena razón para suicidarme... jajaja. Ya no volverá a pasar, ya fui a comprarme un Garmin Edge con un soporte que debería aguantar los adoquines y además tiene una cuerdita de seguridad... Pero por si acaso, para evitar tener que suicidarme, podría llevar también el viejo Garmin 310 y al mismo tiempo grabar con Strava en el teléfono... Uff, imagínate, no tener los datos grabados y poder analizarlos durante toda la semana después... jajaaja.
Soy un frikiiiiiii.

Gracias a todo el equipo 7Raid. Han tenido mucha suerte con el tiempo, es muy arriesgado organizar esto en estas fechas, opino yo, pero quitando la suerte, han hecho un trabajo espectacular. La Gran Fondo se suspendió, pero cuando se haga, dudo que sean capaces que estar al nivel de la Vuelta al Teide. Ya veremos. Y a partir de ahora, los Guardia Civiles son mis amigos... (cuando voy en coche no tanto) Gracias a todos !!

https://www.relive.cc/view/871158045


Relación de tiempos con parciales