jueves, 8 de febrero de 2018

Maratón del Meridiano, El Hierro, 2018

"Vamos, dale, quiero ver una crónica!"
Ya me liaron, no estaba ni en el km3 de la carrera.
Me apunté hace tiempo, demasiados recuerdos me trae esa carrera, tenía ganas de volver a estar ahí después de un par de años sin ir. Sería mi cuarta, 2012 en mismo recorrido y dos mas (2013 y 14 creo) en sentido contrario. Los relatos están por aquí, solo volví a leer el del 2012, la aventura con tormenta de viento y frío, mismo escenario que este año.
Desde la K42 descanso. No del todo porque quiero. Cogí gripe antes de navidad y las fiestas no ayudaron a curarme bien. Sobre el 15 de enero vuelvo a recaer fuerte y termino con antibióticos. Un mes enfermo y casi dos sin correr ni apenas hacer deporte. No lo tengo claro y pienso que lo mas seguro es que no iré a El Hierro.
Después del último fin de semana de enero, ya entrando en la semana de la carrera, con el efecto de los antibióticos, empiezo a encontrarme algo mejor y hago dos salidas de 10km por El Médano. Hace tiempo que no consigo hacer dos entrenos seguidos por las agujetas y dolores de cadera, pero milagrosamente (o será por los dos meses de descanso) no tengo demasiado dolor. Jueves, día 1, tengo que tomar decisión, veo que hay plazas en el barco, saco la tarjeta y vamos, fin de semana en El Hierro. Paso ya de buscar alojamiento, meto un colchón, mantas y almohadas en mi coche y embarco.
Dicen que el barco se movió. No sé, supongo que los barcos siempre se mueven en el mar, no me enteré de nada. 25km hasta Frontera, recoger dorsal y cena de la pasta. Igualito que hace 4 años, me siento cómodo aunque llueve un poco y hace mucho frío. Las previsiones no son muy buenas pero pienso que nunca será peor que 2012.
Me instalo en el coche como se pueda y duermo relativamente bien. Una cosa que me gusta mucho: la carrera sale a las 10, no hay que madrugar. Desayuno y tranquilamente preparo las cosas. Camiseta térmica, buff, cortavientos y guantes. Agua y 3 geles. Manta térmica y teléfono. Tengo la impresión de llevar pocas cosas, pero mejor. La verdad es que no miré ni el reglamento ni el material obligatorio, pero suele ser siempre lo mismo. Por un momento pensé que saliendo a las 10, igual me haría falta frontal, ya que a las 19h se hace de noche. Oh, no, 9 horas, no, no tardaré tanto, no? Bueno, la K42 del año pasado tardé casi 8.... Y ahora sin correr, después de la gripe...ya se verá, no stress. Intentar disfrutar e intentar llegar.
Salgo como ya es habitual, atrás del todo. Primeros dos kilómetros neutralizados. No sé lo que quieren decir con esto, no puedo seguir el ritmo, no me creo que toda esa gente pueda correr 42km a ese ritmo... No llego a entender tampoco porqué hacen la salida así. Luego nos paramos varios minutos y salimos de verdad. Otros dos kilómetros de pista antes de llegar a la primera subida. De nuevo no puedo seguir aunque tampoco voy último último, siempre hay alguien mas lento. Tapón para entrar en el estrecho sendero de subida y aprovecho para recuperar aire, ya estoy agotado, jajaja. La verdad que las sensaciones no son buenas y hasta pienso que quizás esta año tendré que retirarme, porque tampoco quiero hacerme aun mas daño. Pero por otro lado confío que mas tarde llegarán momentos de buenas sensaciones también y para no armar pelea mental, apago el cerebro y me limito a poner un pie delante del otro.
Subiendo ya no voy jaleando tanto como en la pista antes, pero no puedo adelantar. De vez en cuando veo un hueco y me cuelo. Hay cada vez mas huecos y consigo adelantar cada vez mas y mejor. Miro al suelo y no veo a quien adelanto. Me gritan que quieren crónica y algo respondí, no me acuerdo qué. Luego adelanto a Teo de Correcaminos y me dice que las subidas son mi terreno. Y es verdad que mientras no hay que correr, me siento mejor, jaja. Ideal para apuntarse a carreras de correr, jaja.
Algo mas de una hora para llegar arriba, tremenda subida para empezar. Ahora toca trotar. Me adelantan unos pocos al principio pero poco a poco empiezo a correr mejor y sobre todo en la bajada técnica hacía Sabinosa vuelvo a recuperar puestos. Dos horitas para llegar a Sabinosa, km15 creo.
Siempre hay buen ambiente en Sabinosa, mucha gente animando. La carrera de 27km ya salió bastante antes pero en la subida (nuestra segunda) ya voy cogiendo a los últimos. Subo bastante fuerte pero había leído que en 2012 llegué muerto a la Ermita y quizás fue por forzar demasiado después de Sabinosa, así que intenté no pasarme. Volvemos a bajar y ya me encuentro con mucha gente de la de 27. Bajan con los bastones en horizontal a los lados así que adelantarles es toda una arriesgada aventura. Soy de los que se cabrean fácilmente por esas cosas y a uno le dije algo pero no me entendió. Pero en seguida reflexioné y le dije, nada, nada, no pasa nada. Hay que disfrutar, combinar la esgrima con el trailrunning solo puede asegurar mas diversión. Además había viento huracanado para dar un puntito mas al espectáculo.
De repente estoy en la Ermita, pensé que era mas lejos. Pero ahora vienen 15km de subida. Bueno, eso lo ví después. Pensé que eran 10... Entramos en la niebla, sigue el viento fuerte y las temperaturas bajan subiendo. Me pongo directamente buff, guantes y cortavientos y empiezo a subir animado. Adelanto a Javi Sanchez y muchos mas...hasta poco mas de la mitad de la subida. Ya me he tomado los tres geles y en un avituallamiento a media subida cogí bastante frutos secos a ver si me daban algo de energía. Pero llegó el momento inevitable. El bajón del km35. El hombre del mazo creo que estaba congelado y me dio pero sin ganas. Noté algo pero no caí al suelo...
Me vuelve a adelantar Javi...y muchos mas... No puedo mas. Tomé un ibuprofeno porque el dolor en la cadera también me desanimaba y no me dejaba correr. Pero ya no hizo efecto. El dolor pasó a la espalda, cansancio general incluido, aunque las piernas relativamente bien. Nada de calambres, eso ya es algo positivo. Me arrepiento no haber llevado mas geles, pero bueno, ya solo faltan 8km. Retirarme ya no es una opción. Si hace falta se hacen caminando, no sería la primera vez. Bastante bien ya había ido todo hasta ahí. No tenía ni idea de tiempos ni puestos pero sabía que había adelantado a mucha gente, así que muy muy mal no iba.
Empieza la bajada. Casi 1000m en 5km. Para eso hay que entrenar, uyuyuy. No había hecho ni 1km y ya no aguantaba el dolor en la cadera y espalda, realmente mas en la espalda por ir torcido y doblado. De vez en cuando intento bajar bien pero no aguanto mas que un par de cientos de metros. Sobre todo los escalones me destrozan. En fin, soy todo un campeón en quejarme y poner mala cara. Llego al asfalto y voy cojo pero corro. El reloj en meta marca 6h26. Oooh, mejor de lo que me esperaba. Me duele todo pero ahí estoy !
No quería tomar mas ibuprofeno y la noche en el coche después de la carrera fue una tortura. Luego a las 8 en el barco, ya estaba cansado y mareado antes de salir del muelle, no me sentía bien. El resto del domingo acostado, en la playa y en cama, un poco de malestar y miedo de recaer otra vez en la gripe. Pero el problema al final sería otro. No es que no me lo esperaba, pero mi madre, lunes tieso, martes sin casi poder caminar y miércoles solo un poquito mejor. Eso no es sano, jajaja. No puedo ni tocar mis cuadriceps, una semana de pinguino por la calle. La gente me ve y pregunta directamente "fuiste a El Hierro, no?"
Bueno, no me arrepiento. La maratón del Meridiano es preciosa, gran variedad de paisajes y terreno y la organización es buena. Solo falta entrenar un poco antes de ir. Me gustaría ir a la Sky Gran Canaria de 72km, quedan dos meses. Supongo que se me quitarán las agujetas de aquí a esa fecha y podré hacer algún entreno de 10km ya que si hago mas estoy una semana sin poder caminar...