En mi relato del Ironman de Lanzarote se pudo notar que eché en falta el compañerismo que vivimos en el mundo del trailrunning. Pues, esto no solo viene de los triatletas pero desde el mismo reglamento y la forma de aplicarlo. Aquí por ejemplo, nunca dejará de chocarnos que no entras en boxes con tu bici sin enseñar tu DNI, cuando ya tienes un dorsal y chip colgado y el número pintado en tu cuerpo. Pero ahora les voy a explicar otra historia que vale la pena leer y sobre la que espero que reflexionen y opinen.
En primer lugar, opino que hay que diferenciar (en los Ironman mas o menos se hace) los profesionales de los deportistas aficionados. Cuando hay dinero por medio, el reglamento se debe cumplir a raja tabla porque sino sería injusto que algo se aplica a uno y a otro no. Pero los aficionados no van a ganar nada, como mucho un trofeo por categoría y simplemente intentan disfrutar. El tramposo se ganará unos puesto en la clasificación, podrá presumir, pero en su consciencia estará lo que ha hecho y probablemente mas que uno lo sabrá o lo habrá visto también. Si hay una reclamación, pues se podría aplicar el reglamento. De todas formas, algunas cosas son evidentes. Si vas a 30cm de la rueda del de delante en una prueba sin drafting, te van a penalizar, está claro.
Ahora les cuento la historia de una pareja Belga, muy buenos amigos. Llevan casi 10 años en el mundo del triatlón, son relativamente buenos, sobre todo ella se lo toma en serio, pero no quita que es una pareja normal, casados, con dos hijos, trabajo etc.. y el deporte es una afición. Ella ya pudo clasificarse para el campeonato del mundo en Hawaii hace dos años, pero este año tenían como reto poder hacerlo los dos y han conseguido sus plazas. Como último carrera antes de marcharse a las Islas Hawaiianas hicieron un 1/4 triatlón en el municipio donde viven este miércoles. Es un triatlón muy apreciado en el que han participado grandes nombres como Frederick Van Lierde y en el que se agotan las plazas el día de las inscripciones (que son 1500) en cuestión de segundos. Pero no quita que la mayoría de los participantes son locales y que la prueba destaca por el ambiente familiar ya que casi todos se conocen.
La salida de la prueba (natación) se da en grupos de 120 personas cada 15 minutos. La mujer de la que hablo sale justo un grupo antes de su marido. A 5 kilómetros para terminar el recorrido de bici, el marido ve a su mujer parada al lado de la carretera. Pasa a 40 km/hora y se queda un rato pensando hasta que decide tirar del freno y dar la vuelta. Ella tiene la rueda trasera (tubular) pinchada y en una carrera corta no llevan recambio (quizás un error). Ya llevaba unos 8 minutos ahí esperando. (eso lo dice él, pero probablemente era mas porque ella no es mucho mas lenta que él...) El decide darle su rueda trasera para que siga, y el termina los 5 kilómetros hasta boxes corriendo al lado de la bici, en zapatos de ciclismo... Ella tardó 10 minutos mas de lo que suele hacer en esa distancia y el también acabó en un tiempo decente.
Pero deciden descalificarle a ella por recibir ayuda externa. No pasa nada. Es solamente un puesto en una clasificación, pero después del gesto de su marido y el esfuerzo que ha hecho terminando el tramo de bici corriendo, la noticia de la descalificación le decepcionó mas que un poquito.
Cuando en trailrunning es penalizable el NO ayudar a un compañero con problemas, en triatlón conlleva descalificación cualquier ayuda.
Entiendo que es un tema complicado. El reglamento hay que cumplirlo. Pero ese mismo reglamento hace del triatlón un deporte con facetas antideportivas, o por lo menos lejos del compañerismo. No fue ayuda externa, no se ha obtenido beneficio en su marca, simplemente poder seguir y acabar y un participante se sacrificó para otro. Además siendo pareja, quien no dirá que fue un gesto bonito. Y si no lo hubiera hecho? Tenía que seguir y dejar a su mujer ahí tirada?
Pues a ver lo que opinan.
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