Hola fanclub.
Hoy me apetece publicar algunas de mis tonterías.
Bueno, les debo alguna explicación de la Transgrancanaria, o mas bien me apetece dejar plasmado lo que viví aunque sea para leerlo yo mismo dentro de un año cuando lo intente de nuevo.
Me inscribí hace... uff, ya ni me acuerdo. Llegando la fecha, lo normal sería entrenar y prepararse. Pero me había tomado un descanso y aun no había podido arrancar de nuevo. Un par de intentos terminaron con mucho dolor y sinceramente estoy hasta los huevos de vivir con dolor.
Sin hacer deporte no me duele nada, pero... tampoco me siento bien. Me tomé la tensión y por primera vez en 5 años vuelve a estar demasiada alta. OK, habrá que aguantar el dolor y seguir corriendo, porque no pienso tomar pastillas mientras haya otro remedio. Pero habrá que intentar no compensarlo con ibuprofeno... jaja. Lo dicho, aguantar el dolor.
Disfruté muuucho de una semanita de esquí en Candanchú con amigos de Buho trail y algunos mas. Disfruté el ambiente, la nieve, trazar curvas con el snowboard... pero seguí sufriendo dolor terrible en la cadera. Una de las noches sentado en la cama porque echado era insoportable, y al final cayó un ibuprofeno. Así estaba a 10 días de la Transgrancanaria. Visto la manera que me subía y bajaba del coche, podía aparcar sin problemas en las plazas reservadas para minusválidos.
Un par de entrenos con John, muy lentos y cortos y alguno solo sumaron apenas 100km para el mes de febrero. Los meses anteriores igual.
Y llegó el día de ir a Gran Canaria. Estaba relajado pero no muy bien descansado por otra serie de circunstancias en la semana anterior. El viernes por la mañana me parecía buena idea tomar ya una pastilla de sales y beber bastante agua... Siempre se ha dicho que es bueno experimentar cosas en carrera o el día antes... Menos mal que el vuelo de Tenerife a Gran Canaria es de 30 minutos pero aun así estuve a punto de ir al baño durante el vuelo también. Y durante todo el día 30 minutos sería el tiempo establecido entre meada y meada. No sé lo que se tomó John, pero estaba igual. La situación rozó lo ridículo. Al menos habré conseguido una limpieza interna profunda, quizás la explicación porque no tuve dolores en carrera. Menos mal que por la tarde se fue regulando a normalidad porque sino habríamos tenido un problema en la guagua hasta Agaete. Intentamos descansar en la playa de Maspalomas y para distraernos del ambiente de carrera echamos las toallas al lado de dos chicas en topless... Me acababa de comprar unas gafas de sol con cristales espejo, casualidad... jajaja. No tardé nada en olvidar por completo la razón por la que estábamos ahí. Luego disfrutamos, como si fuera un teatro, del acto de dos machos hinchados a base de pesas y batidos de proteínas que se acercaron a las chicas... película vista... Nos mantuvimos de espectadores, junto con una manada entera de otros machos pasivos pero todos con gafas puestas hacía la misma dirección. Hay que ver lo que ocasionan dos chicas con buen cuerpo en una playa. Y bueno, al menos una de ellas podía pretender de "topmodel", casi se me empañaron los cristales de las gafas, jajaja. Hasta que las chicas decidieron marcharse. La playa se vació como un campo de futbol al terminar el partido.
Y con eso ya volvimos a la realidad. Cena y guagua a Agaete.
Llegué con John a la linea de salida. Parecía verlo desde fuera, sin darme cuenta que estaba dentro. Y empecé a moverme con la masa cuando todos arrancaron. Me gustó bastante poder empezar con esa tranquilidad, pero luego descubrí que tenía trampa.
Demasiada tranquilidad. Aprendí que para conseguir un reto que no es algo de cualquier día, hay que estar motivado. Hay unas reacciones químicas en el cuerpo humano que le hacen capaz de hacer cosas casi inhumanas. Pero he descubierto que cuando no se liberan esas sustancias químicas, solo podemos realizar las tareas rutinarias. Una de las mas importantes es dormir por la noche. Empezar a correr una carrera a las 11 de la noche no era problema porque suelo acostarme tarde. Pero a las 3 de la mañana, la química de rutina diaria pedía a mi cuerpo ponerse en posición horizontal. Me peleé un rato con mi cabeza pero en el segundo avituallamiento, Tirma, me tomé dos vasos de té, a falta de café. Sentado en el suelo después de 19km. Hmmm. Eso no es buena señal. Habría que aguantar la noche y con suerte, el amanecer me despertaría...
En Artenara, km33 ya estaba mucho peor. No había café ni té, y me tiré al suelo en el fondo de la carpa desanimado. Qué hacía ahí en vez de dormir en una cama calentita??? Había mucho viento y empecé a coger frío así que no quedaba otra que seguir. Vi a Eduardo de 7Raid que se habia retirado y me ofreció alguna pastilla tipo 8 cafés de golpe. Pensé en mi tensión alta y no me parecía buena idea forzar lo que no funciona de manera natural, solo pensando en una carrera. Mi vida es mas que una carrera. Le dije que no y seguí en estado zombi por el camino hacía ese amanecer que me tendría que despertar. Despistado me perdí un par de veces. Nunca muy lejos, en primer lugar porque me avisaban otros corredores y alguna vez porque no me parecía normal no ver ninguna baliza cuando ya me había dado cuenta que siempre ha habido una a la vista antes. En esos momentos tenía la sensación que mi cuerpo corría solo y que YO realmente no estaba. Una sensación bastante rara. No sabía si iba lento o rápido aunque el Garmin me dejaba claro que ritmo tortuga. Al final se hizo de día un buen rato antes de llegar a Fontanales. Los de la advanced, hacía tiempo que ya habían salido. Gran contraste con el año pasado, cuando pasé ahí casi una hora antes de su salida, aun de noche, y eso saliendo de Agaete una hora mas tarde. Confiando en que la luz del día y el sol me tenían que despertar seguí hasta Valleseco. Pero no cambió nada. En la plaza al lado del avituallamiento vi un banco y ahí me eché intentando descansar algo porque así no podía seguir. De nuevo el avituallamiento no ofrecía nada para despertarme (bueno, quizás coca cola de alguna marca local, vete a saber el contenido, mas bien agua con azúcar, todo lo que necesito para reventar mi estómago para colmo de la situación), pero en frente había un bar y decidí recuperar ahí con un café decente y comiendo algo tranquilo. Eso ya no era una carrera, sino una excursión desmotivada.
El café funcionó y me fui con fuerzas en dirección de Teror. Disfruté durante 1 hora. Tanto que cogí confianza en que ya se acabaron los malos ratos. Pero subiendo hacía Talayon, poco a poco, volví a sentirme sin ganas, sin fuerzas. Es difícil explicar la sensación. Un extremo cansancio, sin molestias, pero simplemente la necesidad de parar y echarme. En Talayon me tiré al césped, luego en una silla, de la silla al furgón, luego otra vez a la silla y al césped. Todo menos en pie. Me decían que tenía que llamar al número de emergencia para avisar de mi retirada, pero yo no me había retirado... Bueno, a la tercera vez que lo dijeron, me convencieron. Hice cálculos. Estaba exactamente a la mitad de la carrera. Había tardado 13 horas (ya tres mas que el año pasado) La segunda mitad no iba ser mas rápido, seguro, así que me quedaban otras 13 horas, al menos 5 con frontal de noche. Qué va. No tenía ánimo para arrastrarme tantas horas mas sin disfrutar. Apareció un furgón que nos llevaría a Garañon y luego guagua a Maspalomas. No me lo pensé mucho para estar dentro con un suspiro sabiendo que había terminado un calvario.
En Garañon viví la carrera desde fuera, una situación muy diferente y bastante mas agradable. Comí pasta, tomé un vasito de caldo, algo de fruta y descansé. Hablé con otros corredores. Angel Yuste que comentaba que nunca lo había pasado tan mal en una carrera pero que no se retiraba. Un belga que conocí en la guagua hacía la salida que estaba destrozado, decidiendo si seguir o no. Helena de GOT Team que estaba bastante entera y concentrada.
Una vez en Maspalomas esperé la llegada de John. Estaba cada vez mas contento con mi decisión de haberme retirado. Disfruté de la experiencia en Garañon y luego poder ver llegar a la gente sin sentirme destrozado. Pero sobre todo por saber que si llegaba John como previsto, podríamos cenar en el hotel y dormir una noche normal en una cama !!!
La verdad es que esperaba esa llegada de John antes de las 7 de la tarde, o sea en menos de 20 horas. Pero desconocía la dificultad del terreno en los últimos 20 kilómetros en las que pensaba que se podía correr...
Luego empecé a escuchar de todo y me acordé que me dijo también Miguel el año pasado : "menos mal que te retiraste en Tunte, te salvaste de la peor parte de la carrera".
A falta de cinco minutos para cumplir las 20 horas entró en meta Kiko. No para de sorprender.
Y John apareció con 20 horas y 6 minutos. Visto la dificultad de la carrera, un buen resultado. Aunque cruzar la meta en el tiempo que sea ya es un buen resultado !
Al final, considero haber tenido un buen fin de semana, una buena experiencia y una buena lección aprendido: para correr 125km hay que entrenar un poco e ir con mucha motivación ! Y lo gracioso es que he vuelto motivado... si, un poco tarde. Pero servirá para empezar verdaderamente esta temporada 2015 aunque ya estemos en marzo...
Y no hay nada mejor para ilustrar la aventura que una foto de mis últimos minutos "en carrera", tomado por el amigo Ivanovich en su paso por el lujoso avituallamiento de Talayon (papas fritas, cola y agua)
No hay comentarios:
Publicar un comentario