miércoles, 2 de mayo de 2012

Volcano Triathlon

Ha sido un fin de semana largo, tan largo que parece que me he ido una semana de vacaciones. Y bueno, tres días intensos en Lanzarote borran casi todo lo que había en mi memoria de antes de llegar allí... Son efectos de la edad, aunque por suerte, hay otros aspectos en mi vida que aún siguen mejorando mientras voy a un mes del medio siglo de vida ... Quizás sobra el plural en la frase, pero por lo menos el aspecto de condición física, sigue mejorando. La prueba fue mejorar, este sábado, con 10 minutos, mi tiempo en el Volcano Triathlon de Lanzarote al que vinimos también Miguel y yo en el 2010.
En el 2011 decidimos saltarnos este evento porque fue demasiado pronto después del Half Challenge de Fuerteventura. Pero como este año vamos más justos de presupuestos, hemos vuelto al Volcano, dejando la distancia de medio Ironman para el Ocean Lava en Septiembre.
El viaje empezó el viernes para nosotros. En el primer turno nos fuimos Miguel y yo, aunque en vuelos diferentes a la misma hora.
Llegamos allí, alquilamos un coche y nos acercamos a Club La Santa. Montamos las bicis, recogimos los dorsales de todos (los nuestros y los de Iban y Patricia) y nos fuimos a investigar el recorrido de bici. Ese había cambiado desde que lo hicimos en 2010 y en vez de hacer dos vueltas hasta Famara, iba ser una sola vuelta en la misma dirección pero siguiendo hasta el cruce de Teguise y volver por el mismo camino. Estuvo bien hacerlo antes porque no me imaginaba una subida tan larga y podría haber empezado demasiado rápido después de Famara y sufrir en exceso para llegar hasta esa rotonda arriba hacía Teguise.
Con tiempo sobrado volvimos hasta Playa Honda para dejar nuestras bicis y saludar a los padres de Ibán, que nos "prestaban" su muy acogedora casa, antes de ir al aeropuerto para recoger a Patricia. Ibán llegaría por la mañana porque trabajaba el viernes.
Terminamos el día con la Pasta Party en Club La Santa, comiendo de todo y más en el bufete libre y con dos cervezas, aprovechando los tickets que nos dio Carolina del Triteide ya que ellos no iban.
El sábado nos levantamos temprano, como buena costumbre ahora todos los fines de semana... Desayuno ligerito, para mi solo café, un plátano y un kiwi, y a las 9 llegamos a La Santa otra vez para hacer el check-in de las bicis y calentar un poco. Ibán ya estaba allí montando su bici y consiguió prepararse a tiempo.
A las 9h50 nos encontramos todos preparados con traje, gorro y gafas en la orilla del charco de Club La Santa.
Como pueden ver al principio del video abajo, la salida fue un poco caótica con mucha gente aprovechando la orilla para ahorrarse unos 100m de natación y hacerlos corriendo. Yo me encontré encajonado en un grupo de brutos maleducados y hasta el último largo de la segunda vuelta no encontré manera de escapar. Me dieron por todos lados, pero hasta allí normal. Me agarraban la pierna varias veces tirando de ella, cuando nos enganchábamos con los brazos apretaban y me parraban, todo con malas intenciones. Paré varias veces dejándoles ir pero viendo la masa que venía detrás, no me quedaba otra que empotrarme otra vez con los mismos. Salí del agua muy desmotivado y cabreado.
En la bici fue lo de siempre. Adelantar y adelantar, darlo todo. En algunos momentos pensaba que debería de ahorrar algo para la carrera a pie, pero con el cabreo que llevaba encima, y siempre viendo otros delante a mi alcance, no ahorré nada. No estaba disfrutando y quería acabar en cuanto antes.
Empecé a correr asfixiado. A los 300m de empezar nos dan agua, bebo y en seguida me entra el peor flato de mi vida. Iba doblado de dolor pero no quise parar. Un compañero inglés al lado mío me pregunto "are you allright, mate?" pero no pude contestarle. Ahora el maleducado fui yo porque cuando me iba encontrando algo mejor, lo dejé atrás sin darle las gracias por su preocupación... Después de la primera vuelta (eran 3) mi cabeza no paraba de mandarme mensajes de que no había ninguna necesidad de sufrir tanto y lo estaba pasando realmente mal. Me cruzaba con Ibán que parecía ir fresquito, más tarde con Filip Hoste que me dejó asombrado. No me explicaba cómo podía llegar allí delante, si siempre ha ido lejos detrás. E intentando cazarle iba Miguel, unos 300m delante de mi en la primera vuelta. (que se hicieron 1km al final). No acortaba distancias con Filip hasta la última vuelta en la que Miguel consiguió adelantarle pero yo me quedé a unos 2 minutos.
Resumiendo, no me salió demasiado mal pero no había disfrutado como en otras ocasiones. Y ya que nuestros resultados no dan para nada, mi prioridad es pasarlo bien. Tampoco mejoró viendo los resultados ya que quedé segundo en mi categoría a justo 2 minutos del primero. Solo hay premio para el ganador de cada categoría...
Mientras iba por allí acabando su reto Patricia con su primera participación en una distancia olímpica. No entrenó casi nada y fue una exhibición de carácter y fuerza, cruzando la meta en 3h30. Ibán había acabado en 2h18, Miguel en 2h23 y yo en 2h27.
La recompensa no tardó en llegar. Nos mandamos una gran hamburguesa con papas, mayonesa y ketchup y  después a las hamacas de la piscina del hotel. Unos bañitos en el agua helada de la piscina nos vinieron estupendamente para las piernas.
Por la noche entrega de trofeos para los que lo hicieron bien mientras nosotros comimos otra vez en el bufete libre. De allí al 4º segmento. Miguel e Ibán abandonaron muy rápido y seguí con Filip y algunos belgas más, entre ellos Luc Van Lierde, el gran triatleta que mantuvo durante años el record del Ironman de Hawaii. Unas cuantas birritas más en la discoteca y finalmente acabé sobre las 3h30 del día siguiente.
Pero así no se acaba la historia. Me levanto a las 8h30 y después de desayunar nos preparamos para una vuelta en bici. Teníamos casi todo el día (vuelo de vuelta a las 7 de la tarde) pero Ibán tenía que almorzar en familia. No problem. El dijo que daríamos una vuelta de 3 horas pero que el la haría en 2... Realmente fue una vuelta de 4 horas y los tres la hicimos en 3... Hicimos la primera parte del recorrido del Ironman y desde el principio ya se veían las tendencias hacía escapadas de Ibán. Intentamos seguirle y llegando al Golfo ya íbamos en modo competición total con Ibán marcando ritmo. Al final de ese laso en el recorrido se partió el cable de mi cambio delantero y estaba condenado a hacer el resto con el plato chico.
En la subida a Timanfaya fue Miguel que aprovechó su buena condición subiendo, además como revancha por no tener bici de contrarreloj, y dio todo. Llegué arriba mas tocado que en el Volcano, pero lo peor aún estaba por venir... Por el otro lado, es una bajada suave eterna hasta Tinajo. Ideal para las bicis de contrarreloj e Ibán le devolvió la revancha de Miguel sin esperar más. Pero allí detrás iba yo con plato chico. Se me desintegró el cuerpo intentando mantenerlos a la vista. Llegando a Tinajo decidí mandarles a tomar por.... Solo quedaba volver a Playa Honda y lo haría a mi ritmo, me daba igual ellos... En algún momento me esperaron porque Ibán quería beber de mi agua pero no le dejé ni una gota !!! Llegué a casa de Ibán absolutamente destrozado (pero me sobraba agua, jajajaa). 85km más para apuntar en la libreta.
Después de un buen bocadillo de pollo ya todo iba mejor y nos preparamos para volver a Tenerife, pasando antes por el almuerzo de la familia de Ibán donde seguimos comiendo.
Finalmente fue un increíble fin de semana, lleno de placer y sufrimiento combinado, esas cosas que te hacen sentir que vives.

RESULTADOS











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