martes, 9 de octubre de 2012

Entrenando por el monte

En estas últimas semanas hemos dejado escapar algún que otra prueba por varias razones. Se van a olvidar de nuestras caras en las lineas de salida... Pero volveremos. La motivación sigue viva. Y por delante tenemos un gran reto, Miguel, Ibán y yo. La Tenerife Bluetrail. (Bueno, y Kike tiene uno aún mas grande, pero de ese no hablaré aquí)
Ya comenté en la entrada anterior sobre nuestra participación en la Blue Trail y algún entrenamiento, pero ahora también se ha apuntado Ibán, aunque tuvo que conformarse con un reto menor, la de 56km porque acaba de salir de una lesión y no ha podido entrenar.
Mientras, nuestros entrenamientos llegaban a su máxima intensidad.
Fui dos días seguidos a entrenar con Miguel, que por muy lento que vaya el, yo voy al límite, intentando que también para él sea un buen entrenamiento. El primero fue saliendo de casa, aquí en El Médano, subir a San Isidro y mas arriba una montaña llena de antenas, a 620m de altitud. La subida bien, pero en la bajada, ya de noche con frontal, no había manera de seguir a Miguel y llegué bastante destrozado con 24km y unos 1500m de desnivel acumulado en las piernas a un ritmo alto. Pero eso no es suficiente para hacer la Blue Trail y al día siguiente nos fuimos a Cruz de Tea, para subir hasta el camino hacía Madre del Agua y volver a bajar, otra vez de noche, por otro sendero. Otros 15km y 2000m de desnivel acumulado.
Le doy mucha importancia a lo de los desniveles e intento entrenar subidas y bajadas largas, para simular mas la realidad que nos vamos a encontrar en la carrera. Subidas y bajadas cortas, como intervalos, servirán para aumentar la velocidad pero nos hace falta mucho fondo, aguantar mas de 1000m de desnivel de golpe.
 Después de esos dos entrenamientos tomé un día de descanso pero el viernes por la tarde, había quedado con el amigo Marce Díaz para correr el tramo Portillo-Pinolere. (con el hice el tramo anterior de Parador-Portillo 6 días antes.) Miguel también se apuntó y nos parecía importante conocer ese último tramo hasta la meta para la preparación mental. Como era de esperar, Miguel marcó el ritmo y fue duro. La bajada del Portillo hasta la Caldera fue muy cómoda y seguramente no me di cuenta de que ya había quemado mucha pierna con el ritmo que llevábamos. La primera parte de subida, desde la Caldera la hicimos sin forzar y no parecía demasiado dura. Después tocó un tramo largo ladeando el acantilado, casi llano, donde se podía correr muy, muy rápido, pero siempre con cuidado para no caerse por el precipicio. Las vistas son impresionantes y en algún momento vale la pena mirar también hacía atrás y quedarse boquiabierto mirando ese monte vertical que estamos ladeando. Cuando empezaba a pensar que íbamos dando la vuelta a la isla entera, llegó la última subida. Si no llevas muchos kilómetros en las piernas, la puedes subir casi todo corriendo, pero tiene un par de S's con unos escalones de medio metro y me quedé pensando en como voy a superarlos con 80km hechos... Supongo que apoyando primero la rodilla y ayudándome con las manos... Ya se verá. Una vez en el punto mas alto, es imposible no pararse para sacar una foto. Vistas sobre un bosque enorme y en el fondo el paisaje volcánico con el Teide vigilando. De alli empieza la bajada hasta meta, unos 6km. El principio es bastante inclinado pero no tiene demasiadas piedras y un fondo de tierra.  Casi toda la bajada es posible correr muy rápido, lanzarse, y disfrutarla como un enano. Claro, cuando vas bien de piernas... Al final solo queda un tramito de unos 150m de asfalto para llegar a la meta. Incluyendo las paradas, que al principio fueron bastantes, tardamos 3h40. Sumándolo con las 4 horas que tardamos del Parador al Portillo, haríamos la modalidad Trail de 56 en 7h40, sin forzar. Si a eso añado unos 5h30 desde Los Cristianos, haría la Blue Trail completa en 13horas10min. Con ese cálculo pongo mi reto personal en 14 horas y ya veremos... un poco mas, un poco menos...
Desde Pinolere nos llevan a Miguel y a mi otra vez hasta el Portillo, donde habíamos dejado el coche y empezamos el calvario de vuelta a El Médano donde llegamos, sin comer a las 22h.
A las 5h30 de la mañana ya estoy en pie para volver a hacer ese último tramo de la Caldera hasta Pinolere, esta vez con Ito, algunos colegas del Triabona y un grupo del club de Triathlon de Candelaria. Salimos desde la Caldera a las 8h. La idea era hacer el recorrido de la media-trail de 20km pero nadie sabía por donde iba el primer tramo. Dimos un par de vueltas y seguimos con el mismo recorrido del día anterior. Esta vez resultó más fácil. En parte porque nos paramos más y obviamente también porque hicimos bastante menos kilómetros, aprox. 16 porque los GPS de cada uno daban una distancia diferente... El problema es que los GPS pierden la señal bastantes veces debajo de los arboles y no resultan muy fiables.
Llegué mucho menos cansado a Pinolere y disfruté mas del recorrido, pero me quedé con una pequeña molestia en el tobillo derecho.
Al día siguiente fue un poco peor la molestia y la localizaba en el músculo que sube delante de la tibia (tibial). No consciente de que estaba lesionado, hice windsurf y con los pies en las cinchas se hace bastante esfuerzo en ese músculo. Resultado: cojeando, visita al fisio y descanso. Espero recuperarme para el fin de semana porque quiero correr la Vulcan Race como último esfuerzo mayor antes de la Blue Trail...




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