domingo, 28 de agosto de 2011

Acuatlon Candelaria

Ah! He conseguido adelantar a Iban (escribiendo un relato sobre el acuatlon). Ganas tendrá de escribir, pero quizás también miedo. Miedo de quedar demasiado chulo, porque de otras cosas, miedo no tiene. Por ejemplo miedo de hundirse en una competición por arrancar demasiado rápido. Y porque tener miedo, si ya no se hunde, sino crece... La frase que más he oído en los últimos días: "el cabrón del Iban..." Es un novato en el mundo de triatlón, lleva menos de 6 meses y apenas entrena. Parece que no lo toma en serio, pero poco a poco, después de cada prueba, lo vemos más enganchado. Empezó intentando seguirnos en algunas pruebas. Se apuntó en las clases de natación y discretamente seguía detrás de Kike y Miguel, pero ahora es el que marca el ritmo. Corriendo ya no solo sigue a Miguel, de vez en cuando lo adelanta... En bici aún le falta un poco pero en el entrenamiento de hoy, no hubo manera de soltarlo, ya es cuestión de días...
Bueno, volvemos al acuatlón.
Ayer llegamos a Candelaria cada uno por su lado por razones familiares que tácticamente le favorecen a Iban porque teniendo a toda su familia en la "tribuna" ayuda. Recogemos los dorsales y breve relajación en un bar, últimas necesidades y un café. Mientras calentamos se desarrolla la prueba para menores y más o menos a las 5 pistoletazo de salida. Como siempre en los acuatlones, el ritmo de los primeros 2,5km corriendo es muy alto pero lo llevo bien. Veo a Iban y Miguel juntos por delante, en el primer grupo, del que solo un corredor se escapó. Transición rápida, dejar la zapatillas en la cesta, ponerse el gorro y las gafas y al agua. La entrada es un poco complicada. Muchas piedras y no coge profundidad. Hasta la primera boya bien, aunque pareció eterno. La vuelta se complica desde el principio por el estado del mar. No consigo dar brazadas con ritmo y trago agua, da igual por que lado respiro. Miro delante pero unicamente consigo ver algunos que van delante de mi, ni rastro de boya. Más adelante vuelvo a mirar y ya me preocupa un poco más no ver la boya. Me paro completamente a mirar. Veo gente mucho más a la derecha, otros a mi izquierda, muchos delante... Pero nada boya. Sigo hasta que de repente veo gente nadando perpendicular a mi dirección, tanto hacía la derecha como hacía la izquierda y oigo desde una canoa gritar: "a la derecha..." No veo nada hasta que me giro 90º a la derecha y allí a por lo menos 200m está la boya. Grito "JODER", y me cojo un cabreo impresionante. Esos 200m eran con oleaje de frente y con el cabreo que llevaba empezé una guerra contra el mar, dando manotazos con toda mi fuerza. Di la vuelta a la boya y volví al mismo punto donde estaba ya antes, ahora buscando la tercera boya. Tampoco la encontré y me dije, "que le den por culo". En ese momento, eso eran palabras suaves. Al final, creo que había desaparecida la 3ª boya.
Salí del agua muy desmotivado pero una vez corriendo me volví a encontrar algo mejor. Adelanté a mucha gente en ese segundo tramo de 2,5km y el cabreo me sirvió de motor. Llegando a meta vi que no tenía nadie cerca detrás y abandoné la lucha, pasando la linea de meta caminando, tirando las coletas que nos daban para controlar las vueltas por el aire. Jejeje, qué mentalidad, mala cara, cabreado, y porque? Si los acuatlones no son lo mío de todas formas. Me esperaban Iban y Miguel en la meta, los saludé y me relajé un poco. A los 5 minutos ya me salía hasta la sonrisa. En el fondo, me lo pasé bien. En seguida me comentan la gran noticia: Iban llegó por delante de Miguel. Corrieron juntos el primer tramo, Iban le sacó un minuto a Miguel nadando y logró no perder más de 10 segundos en el segundo tramo de carrera. FELICIDADES IBAN. Eres una maquina y seguro que eso es solo un principio...
Poco después, otra sorpresa. Cuelgan las clasificaciones: Iban ha quedado 9º en la general, un resultado espectacular. Será porque llevaba el dorsal 99? (Yo llevaba el 13??!!)
Por si eso no hubiera sido suficiente, nos quedamos hasta después de la entrega de trofeos (no, no nos tocó ninguno...) porque había sorteo. Sacan muchos números, sobre todo los del 90 hasta 98... El último premio es el mayor. Un viaje para dos personas y coche a La Gomera o una noche en un hotel en el sur de la isla. Sacan el 9. Ya no está. Sacan otro. Tampoco está. Y sacan el 99!! Premio para Iban. Su padre hace unos saltos en el aire como si tuviera 20 añitos, va detrás de Iban mientras ese lo recoge, se lo arranca de las manos, coge el teléfono y llama directamente al resto de la familia para anunciar la victoria. ¡QUE RISAS!
Terminamos ese gran día surfeando olitas en el Siam Park de noche, invitados por Dani Bruch.




1 comentario:

kike dijo...

Enhorabuena chicos y sobretodo Iban, el cabrón del Iban, jajaja
No os relajéis que volveré con fuerza!

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