Esta vez el día se presentó un poco más complicado con viento fuerte y marejada. La organización decidió cambiar el recorrido por un triangulo entre boyas. Aunque le faltó un peso colgando de la boya para mantenerla derecha, hoy fue una de las pocas veces que se podía ver adonde nadar porque eran boyas grandes amarillas. Un 10 para la organización. El recorrido resultó muy muy corto, tán corto que hasta para mi era divertido.
Un punto a destacar también, fue la reincorporación de Kike en las pruebas. Después de su caída en bici, su viaje y su recuperación se ha vuelto a animar. Y no parece haber perdido la forma, al menos no nadando, y fue el primer vigorexico en tocar suelo. Sin más sorpresas llegó después Miguel y yo adelanté alguna tortuga y caballito de mar para no llegar el último, jaja. Me parece hasta haber adelantado algún spiridón...
Esperemos ver alguna foto de las que sacó Kike aquí en el blog.
Hubo un momento de duda sobre si quedarnos más tiempo allí, pero por mi parte, yo había venido para la paella, asi que... Fuimos hasta la punta del faro donde habríamos llegado en condiciones normales de mar y nos encontramos con un pueblo en fiestas. Un par de cervezas y un gran plato de paella después nos cambiamos de vestimiento y cogimos las bicis Miguel y yo para volver a El Médano. Con poco ánimo, escuchando el tictac de la bici de Miguel, mucho calor en el barranco que sube a Arico y un pinchazo en Chimiche volvimos aprovechándonos del viento. Bueno, hay días que se entrena duro, otros más suaves, días que uno va con ánimo , otros por inercia. Pero todo vale para prepararnos y llegar con buena forma al Ocean Lava el 8 de octubre.
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| Miguel entusiasmado, jeje |
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